"Si quieres levantarte del sofá o contagiar a otro para que lo haga, el cuerpo no te pide susurrar sino gritarlo"
Por: Kepa Arbizu
Conocimos a Indigos por medio de su disco debut "Shine On Me". En él, se abastecían de manera muy entonada de ese rock americano decorado de influencias clásicas especialmente emotivo e íntimo, teniendo a intérpretes como Ben Harper a uno de sus máximos, que no únicos, referentes. Dos años después, sin apartar de su esencia dichas características, la manera de presentarse cambia sustancialmente, primero afilando su discurso hacia un claro y directo aspecto reivindicativo, no obstante el disco lleva por título "Keep the Fight", y sumando además un sonido que toma el mismo camino, optando por una representación más guitarrera y enérgica, siempre dejando espacio, eso sí, para momentos más reposados. De todos esos aspectos y de la deriva tomada por la banda, hablamos con su principal representante, Joss Santos.
Indigos llega ahora con un segundo disco que tanto en su título ("Keep The Fight. Music For a Revolution"), letras, como iconografía, transmite un concepto claramente político, ¿se trata de una reacción a los tiempos actuales que corren?
Joss Santos: Qué te voy a contar que no sepas… En los últimos años ha salido a flote basura que este país había escondido debajo de la alfombra desde hacía demasiado tiempo. Eso puede tener un lado positivo, pero de primeras ha tenido graves consecuencias sociales y económicas. A mucha gente le ha pillado de por medio y yo no he sido una excepción. Todas esas experiencias se han visto reflejadas en la música que hago, así que este disco no deja de ser el resultado de todo eso. Para mí, la música es una válvula de escape así que, más que un posicionamiento, ha sido una necesidad de evacuar y racionalizar ciertas cosas.
En vuestro primer trabajo ya existía esa idea de lucha, de buscar un camino, pero quizás desde una perspectiva más individual, más personal, ahora parece que dais un salto a un concepto más colectivo, más social.
Joss Santos: Sigue teniendo un punto de vista personal, porque yo hablo desde mi punto de vista y mi experiencia. Pero si que puede ser que interpele en mayor grado a quien lo escuche. Los cambios son seguramente más asequibles si los acometemos juntos. Hay que volver a apoderarse de ciertos aspectos que hemos dejado en manos de personas a las que no les importa nuestro bienestar.
Precisamente, por ese mensaje que adoptáis, ¿barajasteis en algún momento dar el salto al castellano para ampliar esa capacidad de alcance?
Joss Santos: De momento no ha sido algo que nos hayamos planteado. No vivo en una burbuja y soy consciente de que, en este país, escribir en inglés siendo español, digamos que no tiene demasiados apoyos. Pero para mí es algo natural por diversos motivos. Así lo siento. Y, por muy contradictorio que pueda sonar o a riesgo de parecer prepotente, para mí es mucho más sencillo escribir en inglés que en castellano. En mi bagaje musical, los géneros que barajo y el inglés, son dos cosas que van de la mano. Creo que deberíamos naturalizar un poco más el uso de los idiomas, independientemente del origen de cada cual.
Musicalmente, manteniendo esas referencias del rock americano, sureño a veces, otras blues, otras folk, las encamináis en general hacia un formato más eléctrico, más directo. ¿Son dos variaciones -la musical y la del mensaje- que han ido de la mano?
Joss Santos: El rock y una sonoridad más eléctrica ha sido algo que nos pedía el cuerpo y que, de forma natural, sentíamos más cercano al mensaje y las emociones que barajábamos. Si quieres levantarte del sofá o contagiar a otro para que lo haga, el cuerpo no te pide susurrar sino gritarlo. La frustración y la rabia a la vez que las ganas de crear algo nuevo y mejor, son emociones que se traducen muy bien a través de la energía que tiene el rock.
Sin embargo no dejáis atrás algunos tiempos lentos y acústicos que siguen siendo muy importantes en la esencia del disco, como son "When I Am Gone" o "Can’t get You Out Of My Mind", por ejemplo. No queríais dejar atrás ese tipo de ambientes…
Joss Santos: Sí, son colores que siguen estando ahí. En el disco, como en la vida, también hay espacio para el amor o la fraternidad. Es una mezcla de cosas y no nos ponemos límites de género. Nos gusta poder transitar cualquier camino que nos apetezca. Lo único importante es que, sea lo que sea que hagamos, suene a Indigos. Al menos eso intentamos y creo que poco a poco vamos creando una entidad sónica propia, una voz.
Un disco éste que en su globalidad parece expresarse a través de dos caminos diferenciados pero complementarios, tanto en su temática, que mezcla lo social con lo íntimo-amoroso, y musicalmente, desde lo relajado a lo enérgico. No sé si ha habido alguna premeditación a la hora de abarcar y mostrar ambas facetas…
Joss Santos: Como te comentaba antes, no hay una intencionalidad en ese aspecto. Creo que esa dualidad no es contradictoria. En mi vida hay, como en la de todo el mundo, multitud de aspectos, emociones y experiencias. Lo único que hago es permitir que todas las que necesito expresar tenga su espacio. Unas me piden un camino más eléctrico y otras más acústico. Un instrumento u otro. Uno necesita expresar algo y busca los colores y las formas que cree que lo expresan mejor. Mi música no es demasiado mental, hago lo que me sale del estómago. A veces necesito gritar y a veces susurrar, salir hacia fuera o mirar hacia dentro.
Y respecto al orden de las canciones… porque si vemos el desarrollo del álbum se puede observar que empezáis con fuerza, os tomáis un respiro bajando las revoluciones, y termináis, si exceptuamos la toma de "Shame On You", otra vez en lo alto. ¿Casualidad o es un camino dibujado conscientemente?
Joss Santos: La verdad es que no fue fácil darle un orden al disco. Como decías hay un contraste bastante fuerte entre los temas más relajados y los más enérgicos y darle un sentido era complicado. Después de darle muchas vueltas, creímos que este orden era el más adecuado. Había varias premisas como, por ejemplo, que esa nueva energía que el primer disco no tenía, queríamos que estuviera desde el principio. Que de alguna manera sorprendiera al oyente y lo atrapara. Los temas más tranquilos los pusimos a mitad de camino, como un pequeño reposo, para luego seguir y acabar con la misma energía con "Love You Baby". Finalmente, la versión acústica de "Shame On You" que está colocada como un bonus track. Me han comentado que el disco tiene una estructura de vinilo clásico, con dos cara que acabarían con "Shame On You" en eléctrico en una y en acústico en otra. Que una parte es la de temática más social y política y la otra la que trata más los temas personales. Eso no lo habíamos pensado, pero me pareció un buen apunte. Si sacamos una edición en vinilo, lo haremos así.
¿Por qué decidisteis dejar ambas versiones de "Shame On You" y no decantaros por una?
Joss Santos: Todas las canciones nacen en acústico, con una guitarra o el weissenborn y la voz. Así que todas las canciones se transforman antes de grabarlas. La mayoría tenemos claro que van a ir hacía un lado u otro, pero “Shame On You” fue un caso especial. Por poner un ejemplo, el tema “Keep The Fight” también nace en acústico, pero tengo claro que está hecho para tocarlo en eléctrico con toda la banda y escribiéndolo ya escucho algunos arreglos, etc. Así que cuando lo transformamos, no tengo la sensación de estar perdiendo algo por el camino, porque es hacía donde quiero ir. Pero en el caso de “Shame On You”, tenía claro ese mismo recorrido, pero en acústico también sentía que tenía una entidad propia. No quería renunciar al espíritu góspel-blues de la versión acústica original y la energía y contundencia de la versión eléctrica.
Habéis mantenido estables para este nuevo disco los encargados de la producción-masterización, ¿para este viaje más eléctrico teníais claro que ellos también tenían que estar en él?
Joss Santos: El proceso de producción del disco anterior fue del todo atípico. César, el ingeniero, no pudo trabajar en su estudio, la banda no estaba formada, solo estábamos Mariano y yo y el resto fueron amigos que nos ayudaron con el resto de cosas. Tampoco tuvimos los medios técnicos que hemos tenido ahora. En resumen, esta vez teníamos la sensación de estar grabando un disco por primera vez, en realidad. Y ese gustazo nos lo queríamos dar juntos. Además May y César nos conocen, saben cómo queríamos sonar y en ese momento, eran las personas ideales para llevarlo a cabo.
Visto el resultado de este segundo álbum, y los tres años que han transcurrido dese el debut, ¿lo entendéis como el asentamiento y la manifestación más exacta de lo que es Indigos?
Joss Santos: Es probable que hoy por hoy sí. No sé hacía dónde vamos a ir en un futuro, pero sí que tengo la sensación de haber grabado algo mucho más cercano a lo que tengo en la cabeza cuando pienso en Indigos. Este disco no representa a muchos más niveles, creo.
En "Revolutionary" abrís con un discurso de Martin Luther King. Tomando ese ejemplo, al margen de las influencias ya mencionadas musicales, ¿ha habido otras procedentes de otros contextos que de alguna manera hayan sido determinantes para el resultado final del trabajo?
Joss Santos: La lista de referencias concretas podría ser muy larga y diversa, pero el denominador común sería el espíritu. Yo quería que el disco transmitiera la fuerza del cambio, pero sin afrontarlo desde un punto de vista destructivo, sino constructivo. Tenía que transmitir ganas de hacer. Ganas de abrazar algo nuevo y mejor. Todo lo que a mí me ha ayudado a enfocar mi situación de esa manera ha sido una influencia. Ahí entra música, libros, amigos, vivencias…
Volviendo al concepto del título, y aunque sea muy típica la cuestión, cuando alguien hace un disco como éste, con un mensaje de acción, ¿en algún momento tiene en la cabeza que puede influir en la conciencia de los demás o se asume que es únicamente una forma de expresar lo que uno tiene dentro?
Joss Santos: Como hablábamos antes, es probable que el disco, aunque nace de algo personal, interpele también a los demás. No sé si para influir o no, pero cuando uno está mal y encuentra un camino positivo, lo que quiere es compartirlo con los demás. Puede que esa sensación de querer compartirlo sea la que inconscientemente me haya hecho dirigirme más a quien escuche, más que pensar que uno tiene la verdad suprema y puede influir o dejar de influir en nadie. Sólo espero que quien lo escuche sienta lo mismo, como a mí me ha pasado escuchando otros músicos.
Ya habéis comenzado a mover el disco en directo, un trabajo éste que indudablemente contiene un nervio y una inmediatez muy propicia para los escenarios, ¿tenías la idea de hacer un álbum que funcionara bien para el directo?
Joss Santos: De hecho creo que haber estado estos años entre los dos discos, tocando con la misma banda, ha afectado al disco. El sonido de Indigos ha mutado un poco y eso se ha visto reflejado. De hecho, hemos grabado en semi-directo porque queríamos imprimirle al disco la energía del directo, lo que ocurre cuando tocamos juntos.