Por: Txema Mañeru
Woodie Guthrie es el patriarca de toda la música folk norteamericana y es uno de los símbolos fundamentales de las luchas sociales de dicho país. Un revolucionario que revivió las canciones tradicionales y que protestó por todo lo que le parecía injusto. Un músico, pero, sobre todo, una persona luchadora a la que admirar y de las que hoy en día hay muy pocas.
Casualmente hace muy poquito nos hicimos eco de la aparición de un fantástico compacto doble de Blind Willie McTell titulado "Dark Night Blues. 1927-1940 Recordings" (Soul Jam Records / Distrijazz). Más de dos horas y media con sus mejores 51 canciones brillantemente remasterizadas que completan una panorámica absoluta de su obra. De McTell, Bob Dylan dijo y cantó: "Nobody can sing the blues like Blind Willie McTell" en su legendaria canción.
Pues bien, Woody Guthrie fue su primer ídolo y maestro y también se recogen sus palabras en este magnífico y completo repaso de más de dos horas y cuarto, con un total , casualmente, de 51 canciones y en sus mejores años. "I Saw A Sign – 1940 – 1947 Recordings" (Hoodoo Records / Distrijazz) es otra joyita bien cuidada en una fantástica "The Remastered Edition". Sobre él, nos dice el maestro Dylan: "Mi vida nunca ha sido la misma desde la primera vez que escuché a Woody Guthrie en un tocadiscos en Minneapolis. Cuando le escuché esa primera vez fue como una explosión de una bomba de un millón de megatones". Lo mejor es que ese impacto no se reduce a un momento, vuelve a suceder 75 años después, porque aquí estaba la más pura esencia de toda la música tradicional americana. Blanca y negra, en blanco y negro, pero con mucho colorido en sus interpretaciones y en sus peleonas historias.
Todo eso queda, como siempre en Hoodoo Records, en los completísimos libretos de 16 páginas con extensos textos del experto Gary Blailock, a los que hay que sumar raras fotos, memorabilia vintage y completísimos créditos.. Si te pasas por www.hoodoo-records.com y por www.distrijazz.com comprobarás que hay centenares de cuidados discos similares e igual de imprescindibles. Por ejemplo, ahora acaban de publicar el excepcional "Here’s The Man!!! – Dynamic Bobby Bland" de Bobby Bland, claro. Complementa a la perfección al también reciente "Little Boy Blue" que viene firmado a nombre de Bobby “Blue” Bland. Hablamos de uno de los mejores vocalistas de rhythm & blues y soul de todos los tiempos y aquí le tenemos con uno de sus más legendarios discos, el "Here’s The Man" de 1962. Pero claro, nos añaden un total de 10 bonus tracks sin desperdicio entre los que brillan "Call on me" o "That’s the way love is", que lo hacen más necesario aún. Se trata siempre de grabaciones originales pero remasterizadas con los mejores medios disponibles. Además de esas joyas propias están sus fantásticas revisiones del "Stormy Monday blues" de T-Bone Walker, "Someday" de Green, "Blue moon" de Rodgers y Hart, o "Jelly Jelly Jelly" de Eckstine. Algunas de ellas aparecen entre los jugosos extras.
De cara a la Navidad ha salido un indispensable volumen de Roger Miller, nombre básico de la música country y todos sus derivados. Todo un pionero de los sonidos honky tonk y cercano en muchas ocasiones al más genuino rock’n’roll. "Hitch-Hiker, 1957-1962 Honky-Tonk Recordings" nos trae las mejores 30 canciones que hizo en el período más fructífero de su obra, acompañado por docenas de grandes músicos entre los que destacan los guitarristas Chet Atkins, Sonny Burnett, Hank Garland o Johnny Paycheck; los pianistas Hargus Robbins o Floyd Cramer, violinistas como Shorty Lavender o Tommy Jackson y un montón de fantásticos vocalistas de acompañamiento: las Anita Kerr Singers. No falta su legendario dueto con Justin Tubb "Mine is a lonely life". Todas sus propias joyas y su revisión del tradicional y pegadizo "Footprints in the snow". Además de su lento y con partes narradas "Hitch-Hiker", tenemos caras B maestras como "Jason Fleming". Y muchas caras A, claro, "A man like me" o la inicial, pegadiza y muy rock’n’roll "Trouble on the turnpike", con sus fantásticas guitarras eléctricas. No extraña que en la revista No Depression lo comparen con el mismísimo Hank Williams. "Sweet Ramona", "Country girl" o "Who shot Sam" se te hacen familiares en un plis plas. ¡Si quieres saber lo que es la auténtica música country, pero con sonidos honky tonk y r’n’r, "pa’ la saca"!
Ahora es momento de elogiar algo más, como se merece, a Woody Guthrie. Este genial repaso comienza con dos clásicos tradicionales popularizados por él, "Pretty Boy Floyd" y "This land is your land". Con "Pastures of plenty" demuestra que sabía matar fascistas con la armónica. Su "Vigilante man" permanece insuperable. Creó escuela con esos temas narrados, al estilo de "Talking dust Bowl blues" que luego copiaría Bob Dylan y que tan bien fusila nuestro Iñigo Coppel. La genial "Tom Joad" que inspiraría a Bruce Springsteen está en dos partes. También borda estribillos repetitivos como el de "Dust old dust" o el de "Columbus Stockade", uno de los varios duetos guapos junto a Cisco Houston. En "Cumberland gap" se les suma ambos Sonny Terry con la armónica.
En el guapo libreto, junto a las palabras laudatorias de Dylan, tenemos las de Bruce Springsteen y las del mismísimo John Steinbeck ("Las Uvas de la Ira"). Borda cantos al estilo yodel como "Bed on the floor" o "Jesse James". De nuevo empuña la armónica en "I ain’t got no home" con su espíritu vagabundo y callejero. Era un activista y un adelantado a su tiempo y por eso cantaba ya a los refugiados, ahí está "Dust Bowl refugees". Es otra preciosidad "The golden vanity", junto a las gargantas de The Almanac Singers, entre los que se encuentra el mismísimo Pete Seeger. Junto a Cisco Houston y Sonny Terry, de nuevo, canta a su ciudad en "New York town". Aúlla como un zorro salvaje en "Fox chase", muy bien ayudado por la armónica de Terry, que protagoniza junto a él los aullidos y los sonidos del ferrocarril de "Lonesome train". No falta tampoco una de las primeras y mejores versiones del "House of the rising sun". ¡Sus canciones y sus ideas debieran enseñarse en las escuelas para que no fuéramos una sociedad tan insolidaria y tan adormecida!