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Entrevista: Vetusta Morla

“Hemos liberado esa parte más salvaje del grupo” 

Por: María Solano Conde 
Fotografías: Jerónimo Álvarez

Cuando Vetusta Morla nos recibe en el Café La Palma de Madrid, aún no ha salido "Mismo sitio, distinto lugar". Sin embargo, ya acarrean dos jornadas maratonianas de promoción. Y lo que les queda. Pese a la presumible monotonía que implica hablar de uno mismo, David García “el Indio” y Jorge González irradian emoción al desgranar los pormenores de su flamante cuarto disco.

  Han pasado tres años y medio desde el lanzamiento de "La Deriva", ¿cómo son las sensaciones en este momento?

Jorge: Es una sensación que se repite cada tres años. Evidentemente, cada vez que sacamos un disco es diferente. Un poco como el disco: Misma situación, distintas sensaciones. Este disco nos ha hecho replantearnos ciertas cosas en nuestra forma de entender la música, de enfrentarnos a un proceso creativo, o de plasmar lo que sentimos cada uno de forma diferente y hacerlo confluir dentro de una canción.

Después de tres discos con Manuel Colmenero y Javibu Carretero a cargo de la producción, ahora habéis optado por Campi Campón. ¿A qué se debe el cambio?

David: Cuando empezamos a plantear lo que íbamos hacer ya decidimos que queríamos darle un giro a la manera en la que hacíamos música y grabar a trabajar también con gente diferente. Que fuera en concreto Campi fue porque había hecho la producción de una canción para un disco homenaje a Ray Heredia, en el que hicimos una versión de una canción suya [“Lo bueno y lo malo”, del disco "Por Ray Heredia", N. de la R.]. La hicimos con él y quedamos contentos. Además una de las cosas que buscábamos era un productor que no solo fuese productor, sino que también fuera músico y participara de una manera más directa con nosotros a la hora de trabajar las canciones.

También en esta ocasión habéis salido a grabar y mezclar fuera de España, en Alemania y Estados Unidos. ¿Por alguna razón específica?

Jorge: La idea de irnos fuera era por aislarnos de todo lo que sucede en nuestra vida cotidiana y podernos centrar de forma exclusiva en el disco, sin distracciones. El elegir Berlín fue, en primer lugar, porque los estudios Hansa estaban allí, que cuando apareció la posibilidad nos encantó por todo lo que se vivió en ellos: ha habido un montón de bandas que han ido allí a vivir la experiencia que buscábamos. Hablábamos entre nosotros de la refundación de Vetusta, como una manera de reactivarse, para transitar por otros lugares y redescubrir otras nuevas formas de trabajar. Y la siguiente razón por la que fuimos allí es porque Berlín es una ciudad en la que hemos estado ya varias veces tocando, nos sentimos muy cómodos y nos inspira un montón. Berlín ahora mismo puede ser la capital europea, una ciudad por donde han pasado multitud de movimientos históricos… Todas las mañanas, andando desde el hotel al estudio, veíamos el Muro, monumentos históricos, edificios por los que han pasado cosas muy recientes y que al final forman parte de nuestra forma de ser.

¿Y Nueva York? 

David: Lo de Nueva York surge porque queríamos que la mezcla la hiciera alguien que no fuera el productor. Alguien ajeno al proceso de composición y de grabación, que estuviera un poquito fuera y con unos oídos frescos. Entonces entre la gente que teníamos para poder trabajar con ella, [Dave] Fridmann es alguien que nos gusta mucho, ha hecho unos cuantos discos que para nosotros son muy interesantes, que nos han marcado y siempre los hemos considerado como discos clave, de la última década sobre todo. Nos pusimos en contacto con él, tuvimos la suerte de que le gustó lo que le mandamos y nos fuimos para allá a mezclar con él.

Habéis llegado a un acuerdo de distribución con Sony. ¿Qué cambio hay respecto de cuando os encargabais vosotros, a través de Pequeño Salto Mortal?

Jorge: Básicamente responde a una necesidad que teníamos de dedicarnos de forma plena a la música y salir del mundo empresarial, que había crecido mucho, sobre todo en Latinoamérica. Llegar desde España a acuerdos muy específicos con oficinas concretas de cada país hacía que tuviéramos una barrera que no podíamos pasar. Con Sony hemos conseguido algo de lo que teníamos muchas ganas desde hace tiempo, que era sacar un disco en todos los países de forma global. El disco sale a la vez en México, Colombia, Argentina y España, que eso para nosotros ya es un triunfo.

Empezáis allí la gira, ¿es por algún motivo concreto?

David: Sobre todo porque a nivel de fechas y de temporada era más adecuado empezar la gira en América y luego continuarla en España, donde además vamos a hacer recintos al aire libre; venía mejor así.

¿El hecho de programar el concierto de Madrid el 23 de junio tiene relación con la canción homónima o ha sido casualidad?

David: Yo creo que han sido las dos cosas, aunque no estoy seguro. La persona que ha puesto la fecha es nuestro mánager [Joaquín “Kin” Martínez, N. de la R.]. El 23 de junio es un sábado: cuando en una semana tenemos un solo concierto suele ser un sábado. Y el hecho de que sea en Madrid también era idóneo para hacer una celebración con la coincidencia de la canción.

¿No habrá nada más antes, quizá alguna sorpresa…?

David: Si te lo dijéramos, no sería sorpresa (risas)

Sin desvelar la fecha…

Jorge: Estamos ahora con la promoción del disco y tenemos muy claro cuáles son los conciertos y los objetivos que tenemos. Todo esto también requiere de una preparación porque el día 25 de noviembre tocamos en Guadalajara, en México, en la FIL, una Feria Internacional del Libro que hay allí. Pues ya hemos empezado a tocar las canciones; necesitamos saber cómo trasladar al directo todo lo que ha pasado en el local y en el estudio, porque una de nuestras premisas era no sonar como sonábamos antes. Entendemos que, para intentar arrimar todas las canciones anteriores a lo nuevo que estamos haciendo, necesitamos un tiempo en el local de trabajo un poco más intenso. Entonces dudo mucho que haya espacio para más, porque volvemos para navidades, y luego hay que currar para la gira que viene ya en Latinoamérica, o sea que está complicado. De todas formas a nosotros nos gusta dar sorpresas, pero que no lo contamos, evidentemente.

¿Por qué habéis elegido "Te lo digo a ti" y "Deséame suerte" como adelantos del disco? 

David: “Te lo digo a ti” ha sido elegida como canción con la que salir porque a nivel musical es una provocación para la gente que nos ha seguido y que conoce nuestra música. Aunque hay cosas que se han trabajado en el local en otras épocas, sí es cierto que nunca habíamos liberado esa parte un poco más salvaje del grupo, nunca la habíamos llegado a grabar con descaro, como se ha hecho en esta ocasión. Ha sido un acto de llamar la atención, de provocar.

¿Y “Deséame suerte”?

Jorge: Es una canción que nos une mucho por ese estribillo noventero; siempre tenemos ese espíritu ahí metido y de vez en cuando aflora sin querer. Y aparte por lo que habla de abrir una etapa nueva, a nivel conceptual nos gustaba mucho. También es una canción que a gente a quien “Te lo digo a ti” habrá dejado muy descolocado le ayuda a recolocarse en el imaginario que se ha ido creando alrededor de Vetusta en los tres discos anteriores.

Otra que descoloca es "Palmeras en la Mancha", por el boletín informativo inicial. 

David: Es una canción que surgió de repente. Salió la idea de darle la vuelta y convertirla en una sátira o en una historia casi fílmica, de “road movie”, en la que hay un montón de protagonistas, donde están viviendo un momento en el cual deciden mandar todo a la mierda y empezar de cero una nueva vida. Como la parte humorística y cómica que tiene “El Mundo Today”, que por otro lado también refleja estos tiempos en los que parece que la realidad supera la ficción; incluso a veces hemos creído como reales algunas noticias suyas. Según lo que sucede, no te crees que vayan pasando esas cosas de verdad. Jugando con estas ideas surgió esa historia y la idea de hacer la canción así.

En los videoclips repetís con Fernando Franco, en uno, y contáis también con Nacho Vigalondo, en el otro.

Jorge: Nacho Vigalondo nos parecía la persona más adecuada para "Te lo digo a ti". Le transmitimos varias ideas muy generales, creíamos que por su imaginería, su forma de ser y lo último que ha hecho podía llevar “Te lo digo a ti” al punto al que lo ha llevado, de desconcierto y de provocación. Con Fernando Franco es el cuarto que hacemos, es una persona con la que nos sentimos muy cómodos. Ha sido un acierto contar con él para “Deséame suerte” porque es la primera vez que nos ponemos frente a cámara en un videoclip de forma tan frontal y tan clara, que estuviese Fernando dirigiendo nos hizo sentirnos muy cómodos y mostrarnos muy naturales, que creo que es lo que refleja el videoclip. Por primera vez se nos ve como somos de verdad; con lo tímidos que somos nosotros ante las cámaras, que estuviese él ahí con esa confianza que nos da ha sido muy positivo.

¿Cómo surgió el tema de los sedales? 

David: Cuando hemos grabado este disco hemos probado muchas cosas, hemos jugado con muchos instrumentos diferentes, ya en el local se estaban probando cosas con diferentes teclados, sintetizadores, buscando sonidos especiales. Cuando se llevó a Hansa también seguimos probando ese tipo de cosas, se fueron grabando y algunas se quedaron fuera en la mezcla final. Lo que sucede es que muchas veces cuando escuchas las canciones terminadas, en las mezclas, hay muchos sonidos, matices y detalles que no se aprecian bien. Escuchándolas por separado nos dimos cuenta de que había cosas mágicas y especiales que podían tener sentido en sí mismas, y que por esa sencilla razón merecían que la gente las escuchara. Es como si pusieras la lupa y enseñaras un detallito de una cosa, esas cositas que luego no se aprecian en la fotografía global.

¿Ha habido algún cambio en el proceso de composición? 

Jorge: Yo a nivel compositivo lo que más siento que ha cambiado son las estructuras, nos hemos liberado, hemos roto las ataduras. Menos dos o tres canciones que siguen una estructura más clásica de estrofa-estribillo- estrofa-estribillo- desarrollo-estribillo, hay estructuras muy locas en las que a veces no está muy claro. Nosotros teníamos problemas del tipo: ¿cuál es el estribillo de esta canción? A nivel competitivo es lo más interesante, además hace que te enfrentes a la canción de otra manera diferente. Cuando tienes claro que hay una parte A y una parte B es siempre lo mismo, pero cuando está más difuminado salen cosas muy interesantes.

¿Cuál es ese "Mismo sitio, distinto lugar" del título? 

Jorge: Se refiere a cómo seguir expresándonos a través de la música pero de una manera diferente. Lo que hemos buscado es tirar abajo todas las estructuras y lógicas que hasta este momento habían regido nuestra manera de trabajar las canciones, y construir un lugar diferente que al final te cuadras que es el mismo. Es un disco que habla mucho de nosotros, de cómo nos relacionamos entre nosotros y de cómo nos sentimos dentro de todo esto.

Habláis también de la necesidad de la banda de reinterpretar la realidad a través de la música.¿En qué medida las canciones son permeables a lo que ocurre fuera? 

David: Cuando se escribe una canción siempre eres permeable a todo lo que sucede a tu alrededor; a veces el enfoque es más íntimo, a veces es más global o más social. La cuestión está en cómo tratas eso, cómo lo expresas. En este disco quizá se ha buscado un poco más la introspección a la hora de hacer las letras, se habla de cosas que parte de experiencias nuestras como grupo, lo que pasa es que siempre están expresadas de una manera en la cual se pueden adaptar a la experiencia personal de cada uno: pueden tener lecturas sociales, incluso políticas, a pesar de que muchas veces no parten de ahí sino de una experiencia personal pura y dura de la persona que la ha escrito.

Viniendo en el autobús para la entrevista, me he fijado en unos carteles de Cruz Roja que decían que hacer voluntariado, o hacer algo por los demás, provoca más felicidad que ir a un concierto de tu grupo favorito. Vosotros, que además de ser músicos habéis colaborado con varios proyectos sociales, ¿cómo lo veis? 

Jorge: Es muy difícil comparar una cosa con la otra, son dos ámbitos tan diferentes… A nivel personal sí es verdad que a veces un abrazo, un “felicidades” o “muchas gracias”, o una palmadita en la espalda es una ayuda mucho más grande que dar dinero. La clave de muchos cambios está ahí y no nos damos cuenta.

Yo iba más por la implicación como grupo, que muchas veces ayuda a visibilizar problemas.

David: Siendo músicos, tener la suerte de tener un amplificador como es nuestra actividad laboral y que podemos dar visibilidad a cosas que de otra manera no la tienen es interesante, y en algunos casos es casi obligatorio tener que participar de este tipo de iniciativas. Y, evidentemente, nos da satisfacción porque estamos haciendo algo que está guay.

¿Cómo compagináis el grupo con otros proyectos personales?

Jorge: Somos personas muy inquietas, lo que hacemos es simplemente alimentar una inquietud que tenemos. Creo que es positivo para la banda porque nos une a la realidad de otra manera. El moverte en otros ámbitos diferentes al de Vetusta rompe esa pequeña burbuja de cuando estás en una gira, con mucha gente, medios, aviones, escenarios grandes… De repente vuelves a conectar con la realidad, que está más cercana de lo que la gente pueda pensar.

Hace poca se acordó ponerle vuestro nombre al nuevo instituto de Tres Cantos. ¿Sois profetas en vuestra tierra?

Jorge: Yo soy el único que vive allí ahora mismo y… no lo sé. Me cruzo con gente de toda la vida con la que nunca nos hemos saludado y siguen sin saludarme (risas). A nosotros, como a cualquier persona, nos hace mucha ilusión cualquier tipo de reconocimiento de este estilo. Más allá de que seamos nosotros, más allá de la ilusión que me haga porque yo esté dentro de esa banda, que la música aparezca como un elemento importante me parece muy bien. Los nombres de los institutos suelen ser de escritores o filósofos, y la música forma una parte muy importante de la identidad de todos los que convivimos en la ciudad, forma parte de nosotros culturalmente.

David: No hay muchos institutos con nombres de músicos. Si acaso, músicos clásicos.

Jorge: Clásicos y alemanes. Que una banda española que hace rock le pueda poner el nombre a un instituto de educación pública y que se le dé a la cultura musical la importancia que creemos que puede tener a mí me parece guay. Y creo que a David también (risas).

David: Sí, sí, desde luego.