Por: Txema Mañeru
Por el nombre de este proyecto y por el título de su disco, homónimo, ya te puedes imaginar por dónde van los tiros. Sí, se trata de pasar el colosal "The Dark Side Of The Moon" de los Pink Floyd por el filtro del heavy, del doom metal. Con esta obra maestra ya se han hecho más experimentos. Recuerdo uno bastante ameno en clave reggae y dub. También lo destrozaron (demasiado para mi gusto) The Flaming Lips.
Pues bien, este proyecto dirigido por el guitarrista de The Sword, Kyle Shutt, es una gozada total y eso que yo no soy muy metalero que digamos. Para los más despistados el disco lleva en la bonita portada el subtítulo claro de "A Heavy Metal Celebration of Pink Floyd by The Sword Guitarist Kyle Shutt". No está él solo, le secundan sus compañeros en la banda Bryan Richie y Santiago Vela III en la sección de ritmo. Además brilla el cantante Alex Marrero, de Brownout y Brown Sabbath, el saxofonista Jason Frey de Black Joe Lewis y el teclista Joe Cornetti de Croy & The Boys.
El propio Shutt explica muy bien cómo surgió este "Doom Side Of The Moon" (Mascot Music / Top Artist Promotion): “La idea me vino después de escuchar el álbum original y sentir la necesidad de escuchar una versión más heavy del tema "Time". Luego pensé, ¿y por qué no hacer el disco completo?”. Ahí decidió darle una perspectiva de celebración por el medio siglo de vida de los Floyd y decidió que tenía que elegir los músicos correctos. Algo que ha logrado a tenor de los buenos resultados. "Breathe (In theair)" suena genial y ya en "On the run" las guitarras chirrían más metálicamente. Esto se recrudece en una magnífica "Time" que suena excepcional y muy bien cantado por Marrero. El saxo protagoniza para bien "The great gig in the sky" que añade un punto de experimentación y locura. "Money" se beneficia de un ritmo contundente y heavy muy bien llevado mientras que la guitarra de Shutt suena finísima en una "Us and them" también muy bien interpretada. Más buenos punteos metálicos hay en "Any color you like" y un curioso theremin, o los teclados de Cornetti emulando este peculiar instrumento. "Brain damage" comienza con el fantástico riff de guitarra y acaba sonando mucho más enfermiza y dañina. Se enlaza con las guitarras endurecidas de un "Eclipse" que te deja con ganas de volver a pinchar el disco.
Sinceramente creo que este trabajo puede gustar por igual a los seguidores del heavy metal y a los fans de los Pink Floyd y de una de sus obras maestras. ¡Me encantaría que repitieran experimento con el "Wish You Were Here"!