Por: Javier Capapé
No es justo hablar de debut para un músico como Liam Gallagher que lleva más de veinticinco años en este negocio. Pero es cierto que este es el primer disco que publica con su nombre tras la disolución de ese grupo heredero de los últimos Oasis que fue Beady Eye. A mi entender éste no fue un grupo nada desdeñable, pues en sus dos obras había canciones a tener en cuenta, pero lo cierto es que su sonido se distanciaba algo de los Oasis primitivos y, seamos sinceros, la mayoría de los que escuchan la voz de Liam Gallagher la asocian a "Live Forever", "Some Might Say", "Wonderwall", "Supersonic" o tantos otros clásicos su banda madre y todo lo que se desvíe de allí parece no importarles. Pues bien, para todos aquellos que busquen el sonido más puro de los Gallagher "As you were" no les defraudará, pues no se separa demasiado de los cauces que frecuentaron los de Manchester, perdiendo, eso sí, el factor sorpresa que podía aportar un disco como éste. Pero seamos sinceros, que Liam Gallagher suene a él mismo no nos importa para nada, es más, nos encanta. Porque devolvernos al sonido de mediados de los noventa es justo lo que estábamos esperando.
Lo que sí podemos reprochar a este disco es su excesiva homogeneidad. Quince canciones pueden provocar que nos perdamos y que poco a poco vaya bajando nuestro nivel de atención, y más si tenemos en cuenta que su estructura es casi calcada en todas ellas y que no encontramos ninguna salida de tono, salvo en contadas excepciones. Sus canciones pueden ser fantásticas por separado y la personalidad del pequeño de los Gallagher consigue seducirnos como antaño, pero en conjunto es un disco que cuesta digerirlo de una tacada. Sí, suena a Oasis, copia a los clásicos, a su admirado John Lennon o a The Who, pero le falta la capacidad de sorpresa que imprime su hermano Noel a las canciones, y si no echemos un vistazo a los discos que éste ha publicado en solitario, una amalgama de estilos en una línea bien trazada bajo los cánones del rock, pero saliéndose por la tangente si el guión lo requiere. Liam en cambio no es capaz de hacer eso con sus canciones. Aún rodeado de colaboradores en la composición como Greg Kurstin o Andrew Wyatt no llega a la altura de su hermano mayor. Aunque también es injusto recurrir continuamente a la comparación. "As you were" es un buen disco, tiene canciones tan efectivas como su fantástico arranque "Wall of glass" o la inmensa balada de formas clásicas que es "For what it’s worth". E incluso llega a seducirnos en terrenos más minimalistas como ocurre en la delicada "Chinatown" (sólo por este tema merece la pena acercarse al disco).
Producido por Dan Grech-Maguerat, que ha trabajado con Keane, Lana del Rey o The Vaccines, entre otros, y Greg Kurstin, que ha hecho lo propio con Kelly Clarkson, Katy Perry o Adele, "As you were" consigue salvarse, pero estos nombres no nos hacen pensar en un disco tan cercano al rock, y por eso mismo algunos pasajes chirrían, se repiten y no llegan a grabarse en nuestra memoria.
Desde luego el comienzo con "Wall of glass" y su potente pegada pide a gritos que entremos de lleno en este disco a golpe de armónica y un riff muy marcado. Con "Bold" bajan las revoluciones pero seguimos conociendo bien el terreno pisado. La actitud más macarra de los primeros Oasis sale a relucir con "Greedy Soul" e inmediatamente llegan las referencias a Lennon con "Paper Crown". "For what it’s worth" es una perfecta balada aderezada con cuerdas y derroche de melancolía en un estilo muy cercano al tercer disco de los hermanos Gallagher "Be Here Now", aunque la épica de este tema se pierde con la más irregular "When I’m need". "You better run" vuelve a llamar la atención con alusiones a Beatles y Rolling Stones y se convierte en un tema adictivo en el que nos arrastra un riff acústico de lo más acertado. "I get by" sigue en la línea de la anterior hasta conducirnos a la pequeña joya del álbum, la inesperada "Chinatown", que se asienta en una acústica arpegiada muy presente y con un Liam Gallagher entregado en su interpretación vocal, emocionada y contenida a partes iguales. "Come back to me" muestra nuevamente una actitud descarada en el fraseo de las estrofas y rompe esquemas con un solo de guitarra muy distorsionado a pesar de que el resto de los arreglos a las seis cuerdas que contiene nos recuerdan al Noel más clásico. "Universal gleam" es otra copia del mismísimo Lennon y por consiguiente del más puro sonido Oasis, cercana incluso a "Champagne Supernova", y así, de mano de "I’ve All I need", llegamos a lo que podría ser un perfecto cierre con una tensión mantenida que no hace sino acrecentar las grandes intenciones de este disco. Si todo acabase aquí, "As you were" habría cumplido su cometido sin llegar a sacarle muchas pegas, pero hay que tener en cuenta que en su edición especial (la más común si lo que adquirimos es la versión en CD) se le añaden tres temas más que pueden ensombrecer el resultado, principalmente porque extienden innecesariamente su duración final. "Doesn’t have to be that way" desentona en el conjunto y parece un experimento más cercano a los ochenta que al britpop de la siguiente década, y en "All my people / All mankind" se intuyen más pretensiones de las que realmente consigue en el oyente. No es que estos temas sean peores, pero no encajan tanto con el resto y consiguen alejar la atención casi por completo incluso en "I never wanna be like you", que cumple con corrección su cometido de despedida sin llegar a más.
Es muy probable que Oasis no vuelvan a reunirse de nuevo, aunque una gira con los dos Gallagher juntos sería un éxito asegurado, pero si en algún momento volvieran a publicar algún trabajo en conjunto no creo que estuviera muy lejos de lo que podemos escuchar en "As you were". Los gloriosos años del britpop no volverán, pero si lo hicieran se parecerían bastante al disco que tenemos entre manos.