Por: Txema Mañeru
La verdad es que gozamos bastante en su última y reciente visita por nuestros escenarios. Siempre esperamos más de los Groovies, pero se puede decir que, en líneas generales, superaron lo ofrecido en anteriores visitas. Acudimos a la cita sin haber escuchado las canciones de este nuevo trabajo, pero tampoco es que se prodigaran en exceso con él. Pese a ello teníamos muchas ganas de escuchar "Fantastic Plastic" (Severn Records) que llama poderosamente la atención desde la preciosa portada con estética de cómic, algo ya habitual en ellos.
Evidentemente no estamos ante un "Shake Some Action", ni ante un "Flamin’ Groovies Now", pero sí ante lo que son los Groovies ahora. Una buena banda de rock’n’roll sin fronteras encabezada por dos históricos que todavía tienen cosas por decir. Chris Wilson, más con su voz que con su guitarra, y Cyril Jordan, más con su guitarra que con la voz débil que sale de su esquelético cuerpo. En el bajo principalmente está un gran George Alexander mientras en la batería también un histórico como Victor Penalosa, en la mayoría de temas. Así el resultado no podía estar mal, y no lo está, aunque ya no haya ningún "Slow death", "Shake some action" o "You tore me down" que siguen resultando imprescindibles en directo.
Habían pasado tantos años sin nuevas canciones que ya no esperábamos recibirlas nunca. Comienzan con "What the hells goin’ on" y ya nos tienen en su red... Esas guitarras y esas voces y un sonido muy Rolling Stones. Ya con "End of the world" somos conscientes de que los de San Francisco, además de a Beatles, Stones y The Who, aman a The Byrds. A eso ayuda en algunos temas la presencia con la lap steel y la slide guitar de J. Jaffe. De todas formas, este tema también tiene un aire a The Kinks y a su propia "Shake some action". En "Let me rock" se acercan más a los Who, aunque les falta ya algo de potencia para ello. Jordan se marca alguno de sus mejores solos de guitarra. Los Byrds o, incluso, The Turtles pululan por "She loves me".
Además me gusta que dominen los temas firmados por Jordan y Wilson. Eso no impide algunas buenas versiones, algo que siempre hicieron, como ese potente clásico titulado "I want you bad". Me encanta "Lonely hearts" porque me recuerda a la encantadora "You tore me down" citada anteriormente. No podía faltar un instrumental. Solo normalito resulta "I’d rather spend my time with you". Menos mal que acaban muy bien con otro nuevo tema propio titulado "Cryin’ shame" en el que las preciosas guitarras vuelven a recordar a las de los Byrds con ritmo algo más rockero. Ha habido mejores regresos, pero aún más los hay que no llegan al nivel de este buen y especial disco para los seguidores de los inmortales Flamin’ Groovies.