“Con el grupo, la casa siempre es una maleta”
Por: María Solano Conde
Van un español, dos mexicanos y una británica y… no es un chiste, sino Jenny and the Mexicats.
Hablamos con Icho y Pantera Mexicat, la porción transatlántica de la banda, que junto con Jenny
Ball y David González componen esta delicia multicultural.
Los médicos recomiendan tomar biodramina antes de echarle un vistazo a su agenda de
conciertos. Apenas han parado quietos desde que salieron de gira el pasado 30 de agosto. En los
últimos días han llevado su “hora y media de buen rollo" a Vigo, Valladolid, Madrid, Lanzarote y El
Prat de Llobregat, tras volver de Bolivia y Alemania. Y aún les esperan sendas citas en Granada,
Valencia y Murcia. Siempre con la misma energía y positividad, que viaja desde sus canciones
hacia los directos.
Os conocisteis por casualidad en un tablao flamenco de Madrid. ¿Cómo ocurrió?
Pantera: Fue hace ya casi… ¿nueve años, once? Hace muchísimos años. Antes de montar el
grupo, Jenny fue al tablao flamenco a conocer la música tradicional española y ver un poco de la
cultura, y en ese tablao estábamos trabajando Icho y yo, los dos mexicanos. Jenny se cortó el pie
por usar tacones, y eso que nunca suele usar tacones, la niña mide uno ochenta y algo. Entonces
me pidió una tirita, se la di, empezamos a hablar, a comentar que todos éramos músicos... E Icho
y yo nos conocemos desde pequeños, teníamos una banda de punki y de rockabilly en el instituto.
Cuando empezamos a quedar con Jenny, salieron cosas extrañas y divertidas. Jenny nos propuso
ir a Londres, a un festival que se llama Wonderland. Y en lo de Wonderland pensamos [en buscar]
un percusionista: yo en ese momento solo me dedicaba al flamenco, y llamé a David que es el
cajonero. Jenny no sabía qué era el instrumento, le gustó porque no es tan intrusivo como una
batería, y empezamos a hacer canciones superrápido: hicimos ocho temas para el festival, de ahí
luego otros diez, otros veinte…
¿A David cómo le conocisteis?
Pantera: Yo, porque me dedicaba a tocar y estudiar flamenco en las juergas, en cuevas, en
teatros... Es uno de mis mejores colegas de borrachera (risas).
Al principio Jenny no hablaba castellano y David no hablaba inglés...
Pantera: Sigue sin hablar inglés.
Icho: Bueno ahora ya sabe pedir birras.
Lo importante.
Icho: ¡Lo importante! Tardó solo siete años en empezar.
Pantera: Ahora le costará unos cinco más.
Icho: Pero ya más o menos se entiende, se desenvuelve. Y Jenny tardó como tres años en
aprender castellano, así que él (Pantera) y yo traducíamos lo que queríamos (risas).
Pantera: Lo que nos convenía.
Después de cuatro años en Madrid decidís volver a México. ¿Por qué?
Icho: Nos salió la oportunidad de ir allá a hacer promo, nos fue bien y nos quedamos un poco.
Cuando eres un grupo emergente, con todas las puertas se te abren sueles tener las ganas y el
entusiasmo de probar. Probamos y México se nos abrió muy bien, muy rápido, al final nos fuimos
quedando y ya hace cinco años que estamos allá. Aunque hemos estado viniendo, sobre todo los
últimos tres; hemos hecho conciertos en la Joy y varias salas que para nosotros son importantes
como la Galileo, el teatro Barceló... Pero sí es verdad que estamos más tiempo por allá.
¿Notáis diferencias entre el público de aquí y el de allí?
Pantera: Entre México y España no hay tanta diferencia, puede ser que los mexicanos sean un
poco más ruidosos. Pero la diferencia es mayor respecto de otros países, por ejemplo Alemania o
Inglaterra. Sin duda [aquí] la gente es más cálida, tiene mejor compás, mejor soniquete; cuando
les dices: "por favor" (toca las palmas), empieza todo el mundo a hacerlo. En México,
Latinoamérica y España son más cálidos a la hora de ver a los artistas, de gritar, de cantar los
temas contigo. Aunque sea en inglés.
Es un poco cliché preguntar por las influencias, pero en vuestro caso, dado que son tan variadas,
¿qué destacaríais?
Icho: Depende de la persona, cada quien te diría algo distinto. En mi caso, a mí me gusta mucho
el rockabilly y el punki, y como música de los “oldies" en general, de los ochenta para atrás. A
David le gusta el flamenco, obviamente, muchísimo, le gusta la música cubana, latin jazz... Jenny
va cambiando, ahora dice que jazz, el año pasado era reggae, hace dos era folk. Jenny es la que
más explora en géneros, porque nosotros exploramos música, pero ella si se clava un género lo
escucha todo del género, todo el tiempo. Y Pantera es más caos, a él le gusta un poco de todo lo
que nos gusta a nosotros, él es como el que conecta todo.
¿Y fuera de la música?
Pantera: Nos gusta mucho la ciencia ficción. En libros, Isaac Asimov y cosas así, novelas pero
nada muy heavy que nos pueda doler la cabeza (risas). El que se puso de modísima, Murakami;
me encantan sus libros, pero terminas de leer dos o tres y tienes un dolor de cabeza... Si siempre
estás de gira, novelas básicas y ligeritas.
Icho: Yo antes leía muchísimo, sobre todo cuando vivía en Madrid, que no había móviles, en el
metro. Vivíamos por el metro de Colombia y trabajábamos por Tribunal o Sol, en el centro, y era
mínimo media hora de ida y media hora de vuelta. He perdido un poco el hábito. Y de cine, yo
estudié cine en concreto, antes veía por lo menos una o dos películas al día, sobre todo me
gustaba mucho el film noir, el cine en blanco y negro, mudo, me gustaba mucho. Pero el grupo
consume el cien por cien del tiempo (risas). Es verdad que no es una queja, nos encanta, pero la
literatura y el cine los hemos ido perdiendo. Antes iba al cine dos veces a la semana y ahora llevo
dos meses de no ir al cine. Y vemos la cartelera, por ejemplo “Blade Runner 2049”, y quiero ir a
verla.
Pantera: Se me han ido pasando películas así de "ay, quiero ir a ver esa" y cuando vas ya no está.
¿Qué es lo último que habéis visto?
Icho: Es que llevamos un mes de gira. Yo la última vez que fui al cine fui a ver en iMax “Dunkerke",
que me encantó. ¿Tú no la viste, no? (a Pantera)
Pantera: No, yo la última que vi fue por mis sobrinitas, que tiene tienen tres y seis años. Me
decían: "Tito Alfonso, llévanos a ver 'Gru 3'", entonces me vi la de “Despicable me”. Yo no veo
mucho cine, me encantaría verlo, me fascina; sobre todo cosas de ciencia ficción, de superhéroes,
de cualquier cineasta medianamente decente… Pero no tengo tiempo, y si tengo tiempo libre me
voy a Almería con la familia, y mis sobrinitas mandan sobre mi catálogo de cine.
¿Cómo lleváis compaginar el grupo con la vida familiar?
Pantera: ¡Del asco!
Icho: Es complicado. La casa siempre es una maleta y eso complica mucho la vida. Giramos
mucho, estamos fuera todo el tiempo y cuesta un montón, es muy difícil.
El año que viene cumpliréis diez años como grupo. ¿Tenéis pensado algo especial?
Icho: Sí, tenemos varias cosas. Desde discos, que todavía lo tenemos que hablar; shows grandes,
queremos hacer uno muy grande en México, acá en Madrid queremos hacer otro muy grande.
Tenemos muchas ideas pero obviamente todavía tenemos tiempo. Además, como nuestro décimo
aniversario es en agosto, probablemente todas las sorpresas caigan de septiembre a noviembre.
¿Qué tal fue el concierto del pasado día 30 en Madrid?
Pantera: Superbien, la verdad es que siempre Madrid nos trata increíble. Como decimos siempre,
es como jugar en casa. No hay forma de que hagamos un show en Madrid y salga mal. La gente
es muy receptiva, es muy bonito ver a gente que nos ha seguido desde que tocábamos en
Malasaña para veinte personas, y que siguen repitiendo y yendo a todos los shows. Ha sido muy
gratificante ver que la gente sigue a tu lado.
La experimentación ha sido una constante en todos vuestros discos, siempre introducís cosas nuevas. ¿Hasta qué punto lo consideráis importante?
Icho: Es parte de nosotros,lo hacemos sin darnos cuenta. Es parte del ADN, no está ni planeado. Hasta el juntarnos fue un experimento, y la realidad es que no podemos hacerlo de otra manera.
Pantera: Yo no lo llamaría experimentación, sino que es como nuestra única forma de hablar. Si él
habla inglés, otro chino, otro francés, otro español, ¿cómo nos vamos a comunicar entre
nosotros? No es que estemos experimentando sino que yo, con mi francés rudimentario, voy a
intentar que tú me entiendas, pues lo mismo pasa con la música: Jenny quiere expresar unas
cosas con lo poco que sabe de flamenco, yo quiero experimentar otra cosa con lo poco que sé de
rockabilly, David quiere experimentar otra cosa con lo poco que sabe de latin jazz, y así vamos
aportando cada quien un poquito más hasta que logramos decir una frase pseudoentendible para
el público.
Ahora con la gira y la promo no sé si estaréis muy pendientes de la actualidad, pero parece que el monotema es lo que ocurre en Cataluña. ¿Cómo lo veis desde aquí?
Icho: Nos vamos llevando sorpresas semana a semana. Estábamos con lo del terremoto de
México, que pasó estando nosotros en Alemania, y cuando llegamos a España pasó lo de
Cataluña. Para nosotros, como hemos estado fuera pero vivimos en España, siempre hemos
entendido que ha habido un conflicto, pero no de esta magnitud. La realidad es que a nosotros
nos parece, con todo el respeto, una tontería. No nos gusta hablar de política pero hoy en día, con
la Unión Europea, todos pagando en euros, nosotros cruzamos tantos países. Por ejemplo, la
semana pasada cruzamos siete países en la Unión Europea y realmente es eso, la Unión
Europea. Hoy en día ya es un “speech” que tiene otros intereses que a veces la gente no
sabemos, cada quien inventa sus propias teorías pero la realidad es que son intereses de muy
pocos fermentados en muchos.
Pantera: Nos ha tocado de todo. Como dice Icho, en esta gira el primer terremoto de México nos tocó en Bolivia, el segundo nos tocó en Berlín, toda la movida de Donald Trump nos ha tocado de gira. Han pasado tantísimas cosas que sí nos preocupan, pero precisamente queremos hacer el mensaje contrario a todo lo que está pasando. No quiere decir que no estemos atentos y que no seamos responsables socialmente con lo que tenemos que hacer y aportar, como las donaciones que hemos hecho para el terremoto. Sin embargo, queremos que nuestra música sea una hora y media de buen rollo. Por lo menos ese rato que estés en el show digas: qué buena fantasía, qué buen respiro, qué buena bocanada de aire fresco durante un segundo que el mundo se está yendo al carajo.
Icho: Además nuestra música representa que no haya fronteras. Cuando vamos a tocar a Estados
Unidos lo que queremos demostrar es que las fronteras son cosas del pasado, y que al final
somos todos seres humanos. A mí me da risa que la gente sea tan nacionalista pero luego todas
las marcas que consumimos son globales: aquí y en India se va a Starbucks y se va a
McDonald’s, y al final realmente quien controla el mundo son las marcas, los bancos, etc., no los
países. Al final este nacionalismo es, de alguna manera, muy retrógrado.
¿Cómo se lleva en México la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca?
Icho: Yo creo que la llegada se llevó peor que la realidad. Quiere cambiar cosas, pero nosotros
estamos exactamente igual. Nosotros, que viajamos a Estados Unidos, sacamos la visa y hemos
ido a trabajar en las mismas condiciones. Realmente el problema fue más previo a su llegada que
ahora.
Pantera: Fueron más las palabras que dijo, como que iba a imponer leyes en contra de tal o cual,
y es más que difícil que lo acepte el cien por cien de la población, porque todo el mundo tiene algo
del otro lado. Ya no solo México, sino también otros países. No puedes separar un país tanto de
otros recursos porque, quieras o no, Estados Unidos depende mucho de México, de
Latinoamérica, de Canadá, de todos los países colindantes; si no, no podría vivir. La materia
prima, la mano de obra, vienen de allí, al final es una estupidez porque te terminas jodiendo a ti
mismo. Como la huelga que han hecho en Cataluña, ¿a quién más vas a joder, si vas a joder el
turismo y el dinero que te estás quitando a ti?
Icho: Por ejemplo, ayer estaba con un amigo nuestro que tiene tiendas en Barcelona y decía: "es
que mis empleados no quieren hacer huelga, nos obligan, como abramos nos dan un palo".
Entonces ¿cuál es el punto? ¿Democracia es que no puedas abrir porque te van a dar un palo?
Porque hay tres que tienen interés y lo saben vender, lo venden bien, y luego hay doscientos que
siguen a esos tres que no dejan trabajar a la gente. Lo que quieren es que el mundo se dé cuenta
de que todos piensan como tres. Es democracia, pero ¿si no piensas como yo estás mal?
Entonces eso no es democracia. "Es que votamos no sé cuántos a favor y muy pocos en contra",
normal, los que están en contra no salen a votar, si los estás amenazando. Eso primero, y
segundo como son ilegales puedes votar quince veces tú y veinte tu hermano, o cuarenta, no
tiene ninguna claridad. No sabemos cómo terminará, pero en España hay un tema muy
complicado hoy en día.
Hablabais antes de la apertura al mundo. El título de vuestro último disco, "Mar Abierto", ¿va en
esa línea?
Pantera: Totalmente. Va a que no haya fronteras, que no haya barreras, que todo fluya como el
agua. Por eso intentamos hacer que el disco de un tema a otro fluyera y no se cortara, sino que
tuviera conexiones o armónicamente o con temas del agua o con temáticas en concreto. También
somos muy “old school” en ese aspecto. Me acuerdo de lo difícil que era encontrarte un disco
cuando eras chavito, lo poníais de principio a fin y sabías cuál seguía después de cuál. Ahora con
iTunes y Spotify ya solo escuchas sencillos, o lo que te recomienda tu colega, y solo escuchas esa
canción. Está desapareciendo un poco el arte de poner “play” en el número uno y llegar hasta el
número trece, [escuchar] entero el disco. Por eso queríamos juntar las canciones, que la gente las
escuchara y ya supiera: termina la canción, se escucha el agua y si la dejaras empezaría la
siguiente canción.
¿Qué tal está funcionando?
Icho: Bien, la verdad es que la gente ha respondido bien. Hemos tenido dos sencillos que han ido
también muy bien, estamos supercontentos. Lo bueno es que, al haberlo planteado desde el
principio como un disco, tiene vida. No es lo típico de que ya murió el sencillo y se fue a la mierda
el disco. Lo otro que tenemos bueno es que, como somos nosotros la empresa, y somos una
empresa independiente, las cosas realmente tienen más vida, porque no todo sale al mismo
tiempo en muchos países. Por ejemplo, ahora en Bolivia está sonando muchísimo una canción del
primer disco [Verde más allá]. Entonces nadie nos conocía allí, y cinco años después es un
“boom”. La canción es de las más “top” del país ahora; todo el verano sonó, y fue una canción que
nosotros sacamos en 2012. Fue nuestro primer sencillo, estuvo en la radio en México, y aquí salió
en un comercial de Iberia, en una radionovela, la ponen mucho en Radio Marca… El otro día
fuimos con Dani Mateo a una entrevista y es superfan porque escuchó esa canción. Y nosotros:
"esa canción salió hace casi seis años, pero gracias" (risas).
Pantera: Gracias que está empezando a pegar en España seis años después.
Icho: Y la escribimos hace once años. Son como sorpresas, es la vida que creemos que el disco
va a tener, nunca sabes.
La decisión de ser independientes y editar los discos vosotros mismos, ¿fue premeditada?
Pantera: Sí. Al principio nos engañaron muchas veces y ya luego desconfiamos de todo el mundo,
a las siguientes propuestas que nos llegaron preferimos no hacerles caso porque ya teníamos
miedo. Tuvimos una mala experiencia con una discográfica en Londres, luego tuvimos una mala
experiencia con un mánager en México… Perdimos mucho dinero y mucho tiempo, y dijimos: "ya
no más". Nosotros nos lo guisamos y nosotros nos lo comemos.
¿Hay algún descubrimiento musical que os haya llamado la atención últimamente?
Pantera: Giramos tanto que siempre vamos tarde. Nos damos cuenta y, ¡mierda!, salió el disco el
año pasado.
Icho: En España, colegas, amigos de toda la vida: El Kanka, El Niño de la Hipoteca, Mr.Kilombo…
¿Y de México?
Pantera: A mí es que México no me fascina (risas).
Icho: A mí tampoco.
Pantera: Pero conozco poco realmente. México va un poquito más atrasado que Europa en ciertas
cosas. Es más moderno en el rollo electrónico, pero en música como tal yo creo que sería
Inglaterra-España-México: empieza el indie superfuerte en Inglaterra, tarda como unos cuatro
años en llegar aquí, salen grupos de colegas nuestros como Vetusta [Morla] que hacen más o
menos indie español, luego tarda en llegar a México, y empiezan a salir grupos como Little Jesus.
Icho: En México manda la música regional mexicana. Ya pasó la época de Maná, que fue la del
rock; la de Julieta Venegas, que fue el pop; llegó el regional y básicamente se comió el mercado.
Tú en la radio allá vas pasando y es: regional, regional, regional, reguetón, regional, reguetón...
Estamos un poco inundados. De hecho, llevo casi un mes sin escuchar reguetón y lo agradezco
de una manera increíble, porque te lo ponen todo el tiempo, a todas horas. Allá lo que manda es
música caribeña cien por ciento, y todo lo demás está en un plano secundario.
¿Cómo se vivió allí el fenómeno de “Despacito"?
Icho: Allá empezó. Luis Fonsi vive entre Miami y México; México es un país muy esencial para
este tipo de fenómenos. Le ha pasado a Ricky Martin, por ejemplo, vivía en México antes de ir a
Estados Unidos; Enrique Iglesias triunfó en México más que en ningún otro lado; Shakira, de
Colombia, viajó a México, y luego subió a Estados Unidos y al mundo. México siempre ha sido
una plataforma para ese tipo de música en concreto. Y con "Despacito", Luis Fonsi ahora debe de
vivir en Miami, me imagino, pero hace dos años vivía en la Ciudad de México. La canción tiene
mucho que ver, probablemente está grabada en Miami o en México. El reguetón tiene mucho que
ver con México.
Pantera: Mucho. ¡Asquerosamente mucho!
Icho: Y como vayas a la playa en México no oyes otra cosa que reguetón. Y en Bolivia, en toda
Latinoamérica, en Miami...
Pantera: En Miami o haces reguetón o vas de visita.