Por: Txema Mañeru
No confundas estos The Rippers italianos con los también recomendables Rippers que vienen de Cataluña. Estos macarras llevan ya más de una década dando guerra y cera de la buena con su freakbeat primitivo, garage-punk, noise-blues arcaico y detalles mod. Los definen como unos hijos bastardos de los primeros Rolling Stones y The Pretty Things, aunque también se hablaba en discos del pasado de The Troggs, The Seeds o The Kinksen.
Moviéndose en estos terrenos no podían estar en otro sello más que en el muy recomendable sello alemán Slovenly Recordings. Por cierto, que este es ya su tercer disco para la casa y el quinto de su discografía en total. Y ya que hablamos de ellos, te diremos que si te pasas por www.slovenly.com, comprobarás que recientemente han publicado otros flamantes vinilos como el old-school punk de los Moral Panic o de los australianos Brad Pot. También tienen singles y Eps en 7 “ de garaje-punk cavernícola como los de The Cavemen o los más cercanos y divertidos Las Munjitas del Fuzz.
Regresando al “A Gut Feeling” de los The Rippers te diremos que están liderados por la voz, guitarra rítmica, armónica y mayoría de composiciones de Ripper IV. También contribuye Ripper II, que se encarga del bajo y las voces, como la reluciente y poderosa "Shiny and brown". Además la banda al completo, con la sucia y lograda guitarra solista de Ripper III al frente, compone ese gran cierre de la cara A que es "It’s gone". No nos extraña en absoluto que desde Slovenly nombren otros referentes claros como el majara de Billy Childish en primer lugar y hablan con motivo además de Slim Harpo, Buddy Holly o The Creation. ¿A qué te pica más todavía la curiosidad? Pues espera a oír ese poderoso arranque con "A lot of time" y ya verás la cantidad de tiempo que pasas girando este flamante LP de una cara a la otra. Suena arrolladora y con esa armónica salvaje resuena como una combinación entre los Dr. Feelgood y el garage-punk de los Electric Prunes. Tiene arrebatos country-punk en "Piece of my heart" y hacen daño acercándose más todavía al punk en "Pain". El puro rhythm & blues se fusiona con el garage-punk en la grasienta "No one cares" que combina a Childish con los Pretty Things y vuelve a contar con destacada armónica. ¡Y todo esto tan solo en la cara A!
Además corroborarás que es cierto el aire en la voz de Ripper IV al añorado Joe Strummer. y la conexión en ciertos temas con el punk-rock más macarra de The Stooges o New York Dolls.
La cara B comienza fulminante con los aires western-punk y los coros macarras de "So loud" que es, evidentemente, para escuchar a gran volumen, como todo el disco. El final también te deja con ganas de más. Se titula "Screams" y está plagado de los gritos salvajes de Ripper IV y de las guitarras furiosas de Ripper III. ¡Me encantaría verlos pronto por nuestros escenarios!