El neoyorkino Art Garfunkel formó junto a Paul Simon, al que había conocido en su etapa escolar, una de las alianzas musicales más prolíficas de los años 60. Desde que recibieran el primer aplauso del público con “The Sound of Silence” (1965) y hasta que lograran su mayor éxito con el impresionante “Bridge Over Troubled Water” (1970), su producción de canciones inolvidables situó a Simon & Garfunkel como uno de los nombres más relevante del folk-rock de su tiempo, a la altura de referentes como Bob Dylan. “Ms. Robinson”, “Cecilia” o “The Boxer” son otras de las canciones que los encumbraron, gracias a unas melodías originales y a unas armonías vocales sencillamente perfectas.
Después de que el dúo separara sus caminos para emprender proyectos personales, Garfunkel empezó a explorar otro de los campos en los que ha destacado, el cinematográfico, con apariciones en filmes de Mike Nichols como “Catch-22” (1970) y “Conocimiento carnal” (1971), que le valió una nominación a los Globos de Oro. Pero la música no cesó para Garfunkel, que se estrenó de largo en solitario con “Angel Clare” (1973) para, un año después, triunfar con la grabación del single “Second Avenue” o “I Only Have Eyes for You”, con el que reconquistó el Reino Unido. Lo siguieron otros trabajos relevantes como “Watermark” (1977) o “Fate for Breakfast” (1979).
Con la llegada del nuevo siglo, se volvió a reunir con Paul Simon para una gira mundial en la que revisitaban juntos sus grandes éxitos, y firmó un nuevo trabajo, “Everything Waits to Be Noticed”, en el que debutaba como autor de canciones y poeta, otro de los fuertes de este artista poliédrico con diez álbumes en solitario publicados que llegará el 14 de julio a Barcelona, concretamente al Festival Jardins Pedralbes, y dos días después, el 16, hará parada en el festival Starlite de Marbella, para recuperar hitos musicales que todavía hoy siguen sonando actuales.