Por: Javier González
Fotos: Hans Peter
Fotos: Hans Peter
El nuevo disco de los portugueses The Gift lleva por título “Altar”, una nueva colección de canciones valientes, experimentales y sinuosas a las que el término pop se les queda efectivamente corto, más si cabe en el momento en que uno mira los créditos que aparecen en el álbum, observando que las labores de producción han recaído en el afamado Brian Eno.
Una suma de talentos que han dado forma a un trabajo heterogéneo, arriesgado y cargado de grandes canciones como “Clinic Hope”, “Big Fish” o “Love Without Violins”, que nos muestran la realidad de una de las bandas más interesantes y formidables del país vecino.
Nos acercamos hasta el centro de Madrid para mantener una más que amistosa charla con Miguel Ribeiro, guitarra de la banda, para que nos cuente todos los detalles de un álbum con el que la banda quiere volver a re-situarse tras varios años de silencio.
Hace muchos años que no hemos tenido la oportunidad de hablar con vosotros. ¿A qué ha dedicado todo éste tiempo The Gift?
Miguel: La gira de nuestro último disco ha sido muy larga, hay que tener en cuenta que hemos tocado mucho en nuestro país y también en otros muchos lugares. Otro elemento es que cuando tuvimos la percepción de que nos podía producir Brian Eno, nos decantamos por esa opción. Hemos estado trabajando dos años con él, grabándose en tandas de dos o tres semanas de trabajo. Aunque quizás la gran razón es porque somos libres, no hay presión de sello, ni de producción ni nada de nada. Sinceramente creo que hemos vuelto a hacer el mejor disco que podíamos haber hecho. No sé lo que vamos a tardar en hacer el siguiente, tardaremos lo que tengamos que tardar.
¿No existía entonces una necesidad de tomar distancia y buscar inspiración para una nueva obra?
Miguel: Nuestra forma de trabajar tiene más que ver con crear un grupo de gente. Sabemos que todo actualmente es más inmediato y que sé corre mucho, pero no hacemos música para contentar al público.
El disco lleva por título “Altar”, ¿os tomáis todo el ambiente creativo como una suerte de ceremonia?
Miguel: Hicimos una ceremonia de fiesta y trabajo, nada que ver con una ceremonia religiosa. Sabíamos que “Altar” era un nombre ambiguo, aunque lo vemos como una forma de trabajar ritmos y en conjunto esa ha sido la ceremonia. No tiene nada que ver con Dios. (Risas)
Ha debido ser todo un lujo trabajar con él. ¿Cómo es Brian Eno en la intimidad y en la cercanía más absoluta? ¿Qué papel le atribuís en todo éste proceso?
Miguel: Partamos de la base de que para nosotros Brian Eno es el mejor productor del mundo, y no lo digo porque ahora él esté en nuestro equipo. Estábamos convencidos de ellos desde hace mucho tiempo. Si hace unos años alguien nos hubiera dicho que nos iba a producir él, no nos lo hubiéramos creído. Ha entrado en la banda como uno más, no por dinero que quede claro, sino con afán de ayudarnos e involucrarse. Compone, canta y mete instrumentos. El día que le conocimos parecía que estábamos en el primer día de escuela. Hasta pasados cuatro o cinco días al verle nos decíamos “Es Brian Eno”. Se trata de una persona extremadamente culta e inteligente. En definitivo es un genio. Hemos disfrutado hablando con él, contándonos cosas y finalmente hemos vivido ciertas anécdotas que no vamos a contar jamás, quedarán para nosotros. Aunque recuerdo que un día llegó al estudio pintado de dorado para ver nuestra reacción. Nos hizo una broma realmente inteligente. Trabajar con él ha sido una experiencia que perdurará en nuestra vida.
Habéis cuidado hasta el más mínimo detalle grabando hasta en dos estudios.¿Qué buscabais con ello?
Miguel: Hemos grabado en dos estudios por una cuestión logística. El estudio estaba en el Norte de España, de tal manera que de mañana grabábamos y trabajábamos con Brian; y de tarde él se dedicaba a disfrutar. La cosa comenzó así aunque luego terminamos teniendo que trabajar también de tarde. Influyó también el hecho de tener la oportunidad de poder usar aquella casa. Todo el tema de instrumentación se ha grabado en Galicia, y en Portugal se han grabado teclado y voces. Luego ha habido unas voces y bajos que se han terminado en Londres. Es curioso ya que creíamos que Brian era muy purista del sonido, pero no es tan meticuloso. A él le interesa más la parte de composición y creatividad previa, buscando ideas y la mejor forma de crear. Para mí fue una auténtica sorpresa. Nos ha mostrado una forma de trabajar totalmente distinta que creo que nos ha aportado muchísimo.
“Altar” es un disco dinámico en su totalidad, que encierra tomas lentas y otras más aceleradas, e incluso en las mismas canciones se ven valles y sinuosos cambios con temas con un marcado ritmo robótico y marcial que nada tienen que ver. ¿Os gusta que cada canción sea un mundo y jugar con las ambientaciones?
Miguel: Nosotros somos una banda a la que le gusta volver sobre nuestros pasos. No hay una línea continua en nuestra carrera, vamos atrás y también adelante. Si escuchas nuestros discos hay partes muy distintas en todos ellos. “Explode” tiene explosiones sonoras y luego hicimos “Primavera”, que es piano y voz. No buscamos hacer álbumes con conceptos, sino hacer canciones sin más. Es la suerte de tener a un compositor como Nuno, es una persona capaz de hacer canciones muy diversas.
Sois una banda que hace bueno aquello de que en la variedad está el gusto.
Miguel: La identidad de la bandas es así, una mezcla de canciones con guitarras acústicas y teclados, que van arriba y abajo en una sola composición. Nunca hemos buscado hacer dos discos iguales. En nuestros trabajos solo entran las canciones que creemos que deben entrar. Y la voz de Sonia también invita a esa clase de movimientos. Va de una voz cercana al cabaret, a otra cercana al rock, pasando por estadios más suaves. Buscamos que cada obra que editamos nos sea motivadora.
¿Entendéis que el concepto pop es adecuado para definir a The Gift?
Miguel: The Gift es una banda que no se encasilla. No me gusta que nos dejen en estados muy pequeños. Creo que nuestro estilo es difícil de cuadrar. No somos rock ni pop. Creo que tenemos muchas influencias y estilos y etiquetarnos es complicado.
¿Creéis que estamos ante un álbum que pueda suponer una reubicación The Gift en toda Europa?
Miguel: Yo creo que sí puede ocurrir, aunque tenemos mucha ilusión en que eso ocurra. No creo que vaya a ser un subidón de locura, ya que tenemos los píes en el suelo. Pero sí creo que haber tenido una buena crítica en Uncut o en la BBC es muy interesante. Son lugares en que nunca nos habían prestado atención. También hemos entrado en ciertas radios de Estados Unidos y Canadá, imagino que habrá ayudado el hecho de que la producción venga firmada por Brian Eno. Aunque también creo que no será la única razón, ni la fundamental. Creo que hay gente que nos va a comenzar a seguir a raíz de “Altar”.
¿También creéis que ocurrirá algo similar en nuestro país?
Miguel: Las expectativas que tenemos es volver a re-situarnos tras varios años de silencio. Creo que nos vamos a colocar donde estábamos. El objetivo es tratar de llenar salas de mediano aforo en ciudades como Madrid. Barcelona y Bilbao. Queremos reconquistar algunos sitios y volver a re-situar nuestra música. Venimos de llenar la Sala El Sol hace unos años y meter mil personas en el Teatro Circo Price. Nos gustaría hacer una buena gira por España y por extensión Europa. Personalmente siempre he estado contento con lo que ha ocurrido aquí y no entiendo porque no vienen más bandas de Portugal a tocar. Aquí se nos han abierto las puertas de los festivales y de las salas. Queremos tener una auténtica gira por España, acabar el verano en Portugal y luego venir a ver al público de aquí. No vamos a ser una banda de grandes estadios, pero creo que aquí podemos hacer muchas ciudades, igual que en Francia y Alemania en un futuro, girando de una manera constante por todos estos países. Ese sería el sueño de mi vida.
Sois una banda que hace bueno aquello de que en la variedad está el gusto.
Miguel: La identidad de la bandas es así, una mezcla de canciones con guitarras acústicas y teclados, que van arriba y abajo en una sola composición. Nunca hemos buscado hacer dos discos iguales. En nuestros trabajos solo entran las canciones que creemos que deben entrar. Y la voz de Sonia también invita a esa clase de movimientos. Va de una voz cercana al cabaret, a otra cercana al rock, pasando por estadios más suaves. Buscamos que cada obra que editamos nos sea motivadora.
¿Entendéis que el concepto pop es adecuado para definir a The Gift?
Miguel: The Gift es una banda que no se encasilla. No me gusta que nos dejen en estados muy pequeños. Creo que nuestro estilo es difícil de cuadrar. No somos rock ni pop. Creo que tenemos muchas influencias y estilos y etiquetarnos es complicado.
¿Creéis que estamos ante un álbum que pueda suponer una reubicación The Gift en toda Europa?
Miguel: Yo creo que sí puede ocurrir, aunque tenemos mucha ilusión en que eso ocurra. No creo que vaya a ser un subidón de locura, ya que tenemos los píes en el suelo. Pero sí creo que haber tenido una buena crítica en Uncut o en la BBC es muy interesante. Son lugares en que nunca nos habían prestado atención. También hemos entrado en ciertas radios de Estados Unidos y Canadá, imagino que habrá ayudado el hecho de que la producción venga firmada por Brian Eno. Aunque también creo que no será la única razón, ni la fundamental. Creo que hay gente que nos va a comenzar a seguir a raíz de “Altar”.
¿También creéis que ocurrirá algo similar en nuestro país?
Miguel: Las expectativas que tenemos es volver a re-situarnos tras varios años de silencio. Creo que nos vamos a colocar donde estábamos. El objetivo es tratar de llenar salas de mediano aforo en ciudades como Madrid. Barcelona y Bilbao. Queremos reconquistar algunos sitios y volver a re-situar nuestra música. Venimos de llenar la Sala El Sol hace unos años y meter mil personas en el Teatro Circo Price. Nos gustaría hacer una buena gira por España y por extensión Europa. Personalmente siempre he estado contento con lo que ha ocurrido aquí y no entiendo porque no vienen más bandas de Portugal a tocar. Aquí se nos han abierto las puertas de los festivales y de las salas. Queremos tener una auténtica gira por España, acabar el verano en Portugal y luego venir a ver al público de aquí. No vamos a ser una banda de grandes estadios, pero creo que aquí podemos hacer muchas ciudades, igual que en Francia y Alemania en un futuro, girando de una manera constante por todos estos países. Ese sería el sueño de mi vida.