Por: Txema Mañeru
Ya considerábamos que Disciplina Atlántico eran una de las más grandes promesas del post-punk en castellano, más o menos psicodélico y alocado, por su homónimo y recomendable EP. Pero es que con “Gran Oriente” (Limbo Starr) confirman plenamente lo apuntado. Será uno de los candidatos a mejor debut del año y también aparecerá en bastantes listas con lo mejor del año hecho aquí.
Así que el gran sello Limbo Starr vuelve a estar de plena actualidad. Ya no es sólo el sello en el que militaron Nacho Vegas, Abraham Boba y Maga. Ni el sello en que siguen uno de nuestros mejores grupos de pop de siempre, Tachenko. Por cierto, que “Misterios De La Canción Ligera” es una preciosidad con muchas de sus mejores canciones llevadas a formato acústico con piano, acústica y voces como ingredientes principales. Tampoco conviene olvidar a los argentinos Él Mató A Un Policía Motorizado que andan dando de guerra de nuevo aquí presentando el single “El Tesoro” y pronto con disco completo como abanderados del sonido de Los Planetas, pero al otro lado del charco. Aunque ojo, que suena sorprendentemente melódico y romántico y "Madre" electrónico y pausado a lo Ultravox del "Viena". También si pasas por www.limbostarr.com verás que siguen incorporando nuevos e interesantes nombres como Camellos, que andan compartiendo escenarios con Disciplina Atlántico presentando su guapo debut, “Embajadores”. Puro punk desenfadado de hoy en día que puedes emparentar con Triángulo de Amor Bizarro, Biznaga o Novedades Carminha.
Pero ahora es el momento de adentrarnos en el “Gran Oriente”, encabezados por el guitarrista y cantante de los compañeros de sello Ornamento y Delito Ricardo González. Además, en plan The Band, tienen dos baterías que también se alternan con los muy importantes teclados. Siguen con la simbología masónica de su debut y con su pasión clara por bandas como Sonic Youth, Parálisis Permanente o Wipers. Comienzan con la rabia pura y las guitarras de "Familia de metal" en la que nos cantan desesperados “Toda esta mierda que hay en mí, es por ti”. La rabia y las duras guitarras, pero también esos teclados característicos y ácidos, se mantienen en "Pantano (mierda de)", que suena como unos Surfin’ Bichos del 2017. Van a por el público más joven en "Esto huele como a espíritu adolescente" y tiran al más crudo post-punk con "Tu gemelo enfermo". Voz e historias pueden recordar a los Parálisis Permanente pero las guitarras y el tono general también recuerda a otras bandas que originaron todo esto como Public Image Limited (PIL) o Gang Of Four. Entre las colaboraciones hay varias vocales destacadas pero también tenemos el saxo visceral de "Una mujer bajo la influencia" en la que nos hablan con humor guapo hasta del cine de John Casavettes. ¡Sí en el fondo serán unos putos hipsters!
Me encanta por su oscuridad e intensidad "El camino es una serpiente". Ariscas guitarras y psicodélicos teclados como The Horrors o The Wipers. Ambiente que también tenemos en "Chivato", pero aquí acompañado de un estribillo pop para corear. No podía faltar tampoco un sombrío lento con guitarras desvariando a lo Sonic Youth como es "El Cristo de las sales de baño". Tampoco una alucinada narración a lo El Hombre Burbuja como es "Expreso de Medianoche". Desde luego que hay muy buenos mimbres, y si son capaces de trasladar con buen tino y rabia todo esto al directo, estamos ante una banda cuyo nombre hay que guardar en la mente sí o sí.