Por: Txema Mañeru
Pocos regresos han tenido tanto sentido en todo lo que llevamos de milenio como el de una de las bandas más personales e interesantes del punk inglés primigenio. La trascendencia de sus últimos discos desde el magnífico “Send”, la total independencia y libertad creativa que han seguido cultivando con su sello Pink Flag, y su filosofía del “Do It Yourself” más la urgencia y contundencia de sus conciertos, justifican esta segunda vida para la banda aunque falte la presencia del guitarrista Bruce Gilbert.
Ya hace casi una década en “Object 47” tenían momentos realmente electrizantes, como en su época de “The Ideal Copy”. Lo de su vigencia en directo lo demostraron también muy bien con “The Black Session: Paris, 10 May 2011” (Pink Flag / Popstock!) en el que dejaban poco hueco para la nostalgia centrándose en su entonces reciente “Red Barked Tree” y subyugándonos con esos ritmos marciales y guitarras crudas en la estela de Joy Division, The Fall, Magazine, Gang Of Four, Pere Ubu o Sonic Youth. Las conexiones con el pasado estaban en el intenso tramo final con "Drill" y en una salvaje "Pink Flag" de más de 10 apabullantes minutos. Es normal que sentaran cátedra y que inspiraran a bandas del calibre de Mekons, My Bloody Valentine, This Mortal Coil o los mismísimo R.E.M..
Abreviando un poco diremos que el año pasado sacaron otro buen disco como "Nocturnal Koreans", pero es que ahora acaban de entregar otro más en una fructífera década sin mácula con este "Silver/Lead" (Pink Flag / Popstock!) que puede que sea el mejor disco que han sacado en la última década. Yo creo que también figurará en muchas de las listas con lo mejor de este año porque la verdad es que es una bofetada en toda regla a base de canciones geniales y muy variadas que no tienen desperdicio alguno.
Casualmente justo ahora se cumplían 40 años desde su seminal debut con "Pink Flag" y pudieran haber aprovechado para reeditarlo o algo así, pero han preferido sacar un trabajo totalmente nuevo. No se comen el coco con la producción, el sonido o los arreglos, pero entregan otra fantástica tanda de excelentes canciones con muchos momentos, también, de excelente pop atemporal.
Así comienzan con un "Playing harp for the fishes" oscuro y crudo que me recuerda para bien al "Permafrost" de los Magazine. A continuación llega el excelente single de adelanto titulado "Short elevated period" en el que suben la velocidad y la contundencia de sus guitarras para conseguir emocionarnos. Seguro que entusiasmará a los seguidores de los primeros trabajos de los Sonic Youth. Ese excelente lado pop lo tenemos a continuación en otro tema que pudiera ser perfecto single como es "Diamonds in cups". Gran melodía vocal y su habitual buen punto en guitarras y teclados. "Forever & a day" es otro destacado momento melódico que tiene algo hasta del David Bowie más clásico.
La cara B se abre con un estupendo tema lento titulado "Sonic lens" que tiene ciertos aires parsimoniosos y riffs de bajo cercanos a los Joy Division. No faltan tampoco las guitarras más inquietantes en temas como "This time" o en momentos de ese precioso tema titulado "Brio". Su melodía en los momentos más reposados pueden recordar hasta al mejor Alan Parsons Project, pero luego queda espacio para la experimentación con esas guitarras arriesgadas. El final vuelve a ser sensacional con el tema titular. Tétrico y críptico de nuevo con un punto a los de Ian Curtis y con unas preciosas guitarras con ecos melancólicos.
En general tenemos a unos Wire mucho más reposados que de costumbre, con más pop y con más melodías arrebatadoras, pero no faltan tampoco sus guapas aristas características. ¡Gran trabajo de unos clásicos que merecerían mayor reconocimiento popular y crítico!