Por: Txema Mañeru
Soy un gran seguidor de Greg Dulli y los suyos prácticamente desde sus comienzos hace más de 30 años. Siempre me parecieron de lo mejorcito del grunge de Seattle junto a los Screaming Trees de su colega Mark Lanegan. Pronto demostró su personalidad arrolladora a la que fue añadiendo matices soul y funk en geniales discos como “Congregation”, “Gentlemen” o su despedida inicial con el espacial y especial “1965”.
También le he seguido con sus destacadas aventuras con The Gutter Twins, junto a Lanegan, o en su encarnación más negra y soul con los fantabulosos The Twilight Singers. A comienzos de esta década regresaron sorpresivamente en vivo y hace tres años lo corroboraron con un destacado “Do To The Beast”.
Un disco que es ahora mejorado con un “In Spades” (Sub Pop / Everlasting Records) que se situará entre lo más granado de su lograda trayectoria. Con producción del propio Dulli y cuidadísimos arreglos, fue grabado con los temas bien madurados en Nueva Orleans, Memphis, Los Ángeles o en el Joshua Tree. El siniestro artwork relacionado con la muerte de Ramon Rodrigues Melo es una preciosidad que se aprecia a la maravilla en el guapo digipack con completo libreto, pero mejor aún en las habituales ediciones en vinilo de 180 gramos del legendarios sello Sub Pop.
El inicio con "Birdland" es realmente sorprendente. Jazz de cámara y destellos progresivos. Magníficos arreglos de cuerda y su voz en falsete emocionando como de costumbre. Se fusiona a la perfección con el que fue el primer adelanto, "Arabian heights", también tremendo y experimental, pero con poderosas guitarras rock. Continúan con otro claro single como es "Demon in profile" que enlaza, con destellos épicos, con sus tiempos más soul de “Congregation” y en la que brillan esos vientos citados con anterioridad. "Oriole", otra canción ya anticipada, con precioso videoclip, sirve para cerrar la cara A en lo más alto.
Pero lo bueno no acaba ahí. La cara B se abre con la agresiva y contundente "Copernicus", en la que nos canta más arisco y recordando sus inicios más cercanos al grunge y al garage-rock. La potente percusión dirige la melódica "The spell" con grandes arreglos de cuerdas que acrecientan su lograda tensión dramática como lo hace su peculiar voz. Fliparás también con el lascivo sonido funk de "Light as a feather", que luego explota rockero y deja paso a la épica más hermosa y relajada de "I got lost".
El final es magistral también. Se titula "Into the floor" y es una intensa epopeya sonora en la que nos canta con su voz natural y nos emociona de verdad. Los arreglos de cuerda vuelven a dar en la diana y logran un cierre que te deja con ganas de más. Se hacen cortos los 10 temas y estamos ansiosos por poderlos oír en directo. Ahora están de gira por su país, con Har Mar Superstar de teloneros, pero luego llegarán a Europa, junto a Ed Harcourt, y tienen ya fecha fija en el Primavera Sound. En los medios más prestigiosos como Mojo o Uncut ha recibido notas altísimas con justicia y es ya uno de los candidatos a copar el podio con los discos del año.