Por: Txema Mañeru
Con Ramoncín la polémica siempre está servida. Igual que con Loquillo pero con muchísimos más detractores que devotos. En este caso también habrá polémica aunque preferiremos centrarnos en sus logros musicales. Aunque discutidos, son también muchos y no hay que olvidar que, por ejemplo, Miguel Ríos también fue vilipendiado por su popular "Rock & Ríos" y ahora está libre de todo pecado por el público, incluso el más integrista.
No sucede esto con Ramoncín. Fue clave para la gestación del llamado rock urbano junto a otras bandas como Burning, Barricada o Leño y se le consideró como introductor del punk en este país. En ambos casos cayó criticado. Desde el primer sector se le acusó de lejano al mundo callejero y sin licencia moral para cantar de las cosas que hacía. Por el lado más punk la cosa fue aún peor ya que lo definieron como "Punkie de postal". En sus comienzos dicho movimiento, además de con los consabidos escupitajos, le recibieron con lanzamiento masivo de huevos. Entre el público del rock urbano, muchos años después también, la tomó con él al aparecer en el "ViñaRock". No le han ayudado en su reconocimiento ni sus polémicas declaraciones y amistades, ni su defensa de la SGAE y de Teddy Bautista. A pesar de haber salido absuelto, muchos creen que es culpable y que sucede como con la gran mayoría de políticos corruptos que campan a sus anchas en este país.
Pero tras esta amplia introducción queremos hablar sólo de música y "Quemando El Tiempo" (Warner Music) contiene mucha y buena. Estamos hablando de una merecida caja repaso con sorpresas que contiene 36 temas a lo largo de 3 compactos. Además viene también en ella un espléndido DVD documental filmado por Charlie Arnaiz y Alberto Ortega que no se deja nada en el tintero. En su metraje la figura clave es la de Ramoncín, pero aparecen en él otros músicos controvertidos amigos como Loquillo o Miguel Ríos. Entre los periodistas el obligatorio Jesús Ordovás y el ínclito José María Iñigo. Del mundo del cine otro polémico amigo como Juan Echanove. Más que interesante e instructivo.
En el apartado musical surgió como abanderado del punk y como "Rey del Pollo Frito", pero su música estaba más cercana a los ambientes nocturnos y urbanos de Lou Reed o de los New York Dolls o al movimiento glam-rock. Los dos primeros compactos nos traen sus temas más populares de discos más que aprovechables como ese póker inicial formado por "Ramoncín y W.C.", "Barriobajero", mi favorito "Arañando la Ciudad" y "¡Corta!", del 82 y tras el que le perdí la pista, como muchos otros.
Ya en su debut teníamos temas provocadores y atractivos como "Rockandroll dudua", la insinuante "Marica de terciopelo" o la inicial y agresiva "Cómete una paraguaya". De "Barriobajero” no podía faltar "Soy un chaval" ni el buen tema homónimo que es solo punk en su letra. El disco más representado es su obra clave “Arañando la Ciudad”, que en el año 81 arrasó con singles como "Hormigón, mujeres y alcohol" o mi favorita, por su alusión a The Clash, la rompedora "Putney Bridge". También brillante estaba ese "Ángel de cuero" romántica y decadente y con un saxo sexy a lo Lou Reed. Del “Corta” destaca "Canciones Desnudas" por sus teclados y tonos muy Bruce Springsteen y la gran guitarra de Ollie Halshall. "Al límite’" tenía un estribillo e indudable gancho rock pero una producción muy ochentera en esa artificial batería. Cierra el primer compacto esa buena road song que es "Tormenta en la carretera".
El segundo compacto engloba su material desde el año 86 hasta la actualidad y se abre con la destacada "Como un susurro" y sus grandes guitarras. Tenemos la melancólica "Fe ciega" con su buena armónica. Otra destacada es esa "Rosa" con su romanticismo canalla y lumpen con sensacional piano y con una duración por encima de los 7 minutos sin que se haga larga. Otro tanto sucede con mi favorita del segundo compacto: ese "Miedo a soñar" que supera los 8 minutos y se inspira, demasiado obviamente, en el "Cortez, The Killer" de Neil Young. La letra ensoñadora de "La punta de la aguja" encaja bien con la música y esos toques épicos que agranda el piano. Cierra bien "Lágrimas de luna" con punteos rock y gran intensidad en guitarras y teclados.
El tercer compacto se titula “En Los Huesos” y nos trae versiones actuales en acústico. Sorprende de entrada con las voces doo woop geniales de "Al límite". "Derrota" solo aparece en esta versión y "Cuerpos calientes" suena muy tierna con su acústica y su piano. Me gusta el sonido de "Tormenta en la carretera" con unos tonos muy Leonard Cohen pero con las guitarras eléctricas de ecos surf a lo Chris Isaak. "Putney Bridge" suena solo curiosa y también aparece, sorprendentemente, sólo en acústico, la final "Mey La Lumi". Emocionante, oscura y también muy Lou Reed con la voz y el piano de inicio.
El DVD documental “Una Vida En El Filo”, de Charlie Arnaiz y Alberto Ortega, te encantará si eres muy seguidor de Ramoncín y el libro de 80 páginas que completa la económica caja (buena relación calidad-precio) es un lujo total con todas las letras de las canciones, mogollón de estupendas fotografías y un amplio y muy interesante texto del experto Juanjo Ordás. ¡Completísimo para seguidores y para quienes quieran iniciarse y ahora a esperar a su autobiografía!