Por: Txema Mañeru
Tuve la suerte de poder ver esta sobria, pero magnífica, película en blanco y negro de Andrew Dominik en una pantalla grande de cine. Fue, además, justo unos días antes de que el disco, "Skeleton Tree" (Popstock!) saliera a la venta. Por supuesto no lo había escuchado y enfrentarme a un film tan personal y escuchar unas canciones tan estremecedoras y personales fue toda una experiencia. Posteriormente me enfrenté a fondo a ese álbum tan triste, personal e intimista y me pareció uno de los mejores trabajos del pasado año.
Siempre he sido fiel seguidor de la obra del australiano desde los tiempos de The Birthday Party y este último , creo sinceramente, que es uno de los mejores de su amplia discografía. Esto es mucho decir porque su trayectoria está jalonada de muchos y fantásticos discos como "Your Funeral, My Trial", "Tender Prey" o un "The Boatman's Call" más en la línea reposada e intimista de este último "Skeleton Tree".
Ahora la película "One More Time With Feeling" (Kobalt / Popstock!) sale en DVD y la he vuelto a disfrutar, aunque casi sabe mal emplear esta palabra ya que la historia dentro de ella es realmente dura y desgarradora. Tanto el disco como la película, como y sabrá casi todo el mundo, gira en torno al fallecimiento en trágicas circunstancias de uno de los dos hijos gemelos de Nick. Por eso y por la cercanía de él, su familia y The Bad Seeds, en especial su actual mano derecha desde hace varios años, Warren Ellis, se convierte en algo muy personal. No obstante aparecen en mucho del metraje de la grabación del disco y con ello grandes pasajes de esas memorables canciones, como es el caso de la fabulosa, trágica y confesional "I need you". Brilla además la oscura y casi tétrica "Jesús alone" o ese gran y preciosista dueto junto a la soprano danesa Else Torp titulado "Distant sky". Un disco que va creciendo con las escuchas y que te acaba llegando muy adentro a poca sensibilidad musical y literaria que tengas.
Pero ahora es momento para resaltar los valores de la película. Una película que está cargada de importantes confesiones, sobre todo de Nick y de Warren. Cave nos dice que sus canciones en este disco son menos narrativas de lo habitual y más vitales. Nos habla sobre ser consciente o inconsciente a la hora de crear esos temas y cómo, en ocasiones, las canciones pueden presagiar sucesos como los sueños. Él crea un tipo de composición con angustia, ansiedad e incluso temor, y realmente cree que pueden presagiar ciertos sucesos en la vida de las personas. Por supuesto se afronta en repetidas ocasiones el tema de la desgraciada pérdida de su hijo y Nick nos confiesa cómo te transforma por completo de un día para otro una desgracia como la suya. Pasar de conocer a una persona a no hacerlo porque ahora es una nueva versión de ti mismo. Te emociona cuando comenta que no puede superar ese vacío y que se supera algo en cierta forma, pero que no puede regresar a ese día y ese lugar. También llora y hace llorar a su mujer cuando ella descubre un cuadro que relaciona directamente con la muerte de Arthur. Por el contrario se observa cómo se unen familiarmente para darse apoyo y la cercanía en el estudio con el gemelo vivo de un Nick emocionado.
Warren Ellis participa con declaraciones personales y musicales muy jugosas. Ambos tienen ya un marcado modo de trabajar y vivir, pero Warren no quiere violar la intimidad de la familia Cave en lo referente a ese trágico drama. Tenemos a un Nick que alaba a su mujer y a las mujeres en general por su tridimensionalidad cuando los hombres solo gozan de dos. Un logro para un artista tildado en ocasiones de machista.
En cuanto a la música en estas casi dos horas de película es realmente apasionante escuchar y ver la letra subtitulada de la citada "I need you", pero tenemos bastantes momentos más en los que las canciones de "Skeleton Tree" llevan el peso de la narración del film. Otra cara totalmente diferente a la de "20.000 Days On Earth" pero una película que debiera visionar cualquier seguidor del australiano.