El sintagma “festival en Madrid” sugiere a quien lo escucha el concepto de “festival lejos del centro de Madrid”. O lo hacía, hasta ahora. Los grandes festivales que se han celebrado en la ciudad tienden a situarse bien a las afueras (el Neox Rocks, en Getafe; el Rock in Rio, en Arganda del Rey; o el joven Mad Cool, en la Caja Mágica, entre otros muchos), o bien en zonas acotadas y semiaisladas (el Dcode en el campus de la Universidad Complutense). Con toda la lógica del mundo, por otra parte, porque ¿cómo vas a juntar a miles de personas en el centro de la capital?
Un momento, ¿…que cómo? Pues en diecisiete salas. Bajo esta premisa nace el Ballantine’s True Music Festival, cuya primera edición reunirá a más de un centenar de grupos en distintos espacios del centro de la ciudad: But, Café La Palma, Changó Club, Círculo de Bellas Artes, Costello Club, El Sol, Galileo Galilei, Intruso Bar, Joy Eslava, Maravillas Club, Palacio de la Prensa, Sala Arena, Sala Clamores, Sala Penélope, Siroco, Teatro Barceló y Tempo Club.
La mecánica de este festival urbano, que se celebrará los días 9 y 10 de junio, es muy sencilla: los abonados pueden asistir los dos días o solo uno, y crear sus propias rutas por la ciudad para no perderse a su grupo favorito, escuchar por fin a aquel artista que tanto le ha recomendado el típico amigo pesado o descubrir la música de aquella banda cuyo nombre les resulta tan curioso.
El número de itinerarios entre una actuación y otra es prácticamente ilimitado… No así el aforo de las salas, por lo que uno habrá de llegar con tiempo si bajo ningún concepto se quiere perder la actuación de Manel, Kakkmaddafakka, Mucho, Agorazein o cualquier otro de los 140 artistas participantes.