Por: Txema Mañeru
Hablar de Béla Fleck es hacerlo de uno de los músicos más trascendentales de la música bluegrass, y es, quizás, el más popular banjista de la actualidad y uno de los más grandes de la historia. Ha ganado 15 premios grammy y ha estado nominado en el doble. Pero no sólo los ha logrado en las categorías de bluegrass y folk, también en los de jazz, world music, clásica, góspel o pop instrumental. De hecho tiene el record de nominaciones en mayor número de categorías diferentes.
Su trayectoria en solitario y al frente de The Flecktones es sensacional, pero además ha tocado, colaborado y creado interesantes discos con grandes como Chick Corea, The Hidden Land, Toumani Diabate, Curandero, Oumou Sangare, Deadful Snakes, The New Grass Revival, Tony Trischka & Bill Keith, Dave Matthews Band, Edgar Meyer o en el súper-grupo Strength In Numbers. Junto a todo ello ha puesto su instrumento al servicio de Dolly Parton, Garth Brooks, The Oak Ridge Boys o Randy Travis.
No obstante su nombre completo es Béla Anton Léos. El Béla es por Bartok, el Anton por Weburn y el Léos por Janacek. Esto quiere decir que su familia ha sido muy musical y que la música clásica siempre ha estado ahí. De hecho este “Juno Concerto” (Rounder Records / Distrijazz) es su segundo concierto solo de banjo y ya ganó dos grammys por “Perpetual Motion”, junto a John Williams, Joshua Bell, Edgar Meyer y otros. Trabajó hace más de una década con la Nashville Symphony y repitió en 2006 con un triple concierto para banjo, bajo y tabla junto al virtuoso de la tabla, Zakir Hussain. En 2011 “The Impostor” fue su primer concierto solo para banjo. Además ha sido padre recientemente y el Juno de este concierto es por su hija.
En resumen, éste es un precioso disco, pero no está especialmente indicado para seguidores de la música country más convencional. Su público tiene que estar más entre los amantes de la música clásica, de la experimentación y de la música instrumental en general. Y, por supuesto, para los amantes del banjo como instrumento.
En este disco le acompañan la Sinfónica de Colorado dirigida por Jose Luis Gomez, sin tildes, y el cuarteto de cuerdas Brooklyn Rider.
Se trata de 5 largos pasajes de los cuales los tres primeros conforman media hora del Juno Concerto dedicado a su pequeña criatura. El "Movement I" arranca clásico total pero a lo largo de sus más de 11 minutos va tomando protagonismo en la narración su magistral banjo. El "Movement II" resuena en varios momentos más juguetón y veloz. Los tonos más graves de la orquesta los guarda para el ‘Movement III’. Luego dominan las cuerdas, pero también contiene delicados e intrincados viajes con el banjo muy bien secundados por las cuerdas y, a continuación, por la orquesta al completo. Suena a banda sonora en el mejor sentido.
El tema más largo son los casi 15 minutos de "Griff" que tienen un inicio muy reposado y que conforman el tema más experimental, con auténticas demostraciones maestras de Fleck, muy bien resaltadas por las cuerdas más agudas en forma de violines. Acaba con su "Quintet for Banjo and Strings: Movement II" de manera relajada e intimista. Delicadeza y preciosismo que encantará a los seguidores de la música clásica barroca. ¡Merece la pena conocerse!