"Mi lucha es tener un lenguaje que emocione de forma certera, como un dardo envenenado"
Por: David Marsé
Por: David Marsé
Pedro Gracia Pérez de Viñaspre es Havoc, y antes fue PLV Havoc, una carrera que pese a algunos cambios formales en su propuesta acumula ya su cuarto disco, de categórico nombre "Amado líder". Una "dictadura" que está hecha a base de ese iconoclasta pop que el donostiarra confecciona con argumentos procedentes de ámbitos dispares y que le ubican en un sugerente terreno entre la melodía y el ruidismo. Flanqueado por su inseparable guitarrista y productor Yon Vidaur, constituyen el binomio creador de un lenguaje, no solo musical, exclusivo y suculento. Charlamos precisamente con su máximo creador para adentrarnos en ese adictivo mundo...
Acabas de publicar “Amado líder”, ¿lo contabilizarías como el segundo disco largo o el cuarto? Es decir, ¿ves a PLV Havoc y Havoc como un continuo o como una ruptura?
Acabas de publicar “Amado líder”, ¿lo contabilizarías como el segundo disco largo o el cuarto? Es decir, ¿ves a PLV Havoc y Havoc como un continuo o como una ruptura?
Havoc: No, no veo ninguna ruptura. En cualquier caso el punto de inflexión estuvo al abandonar el inglés y quizás ciertos derroteros estilísticos, no las siglas.
Y cuando se cambia de idioma al cantar, como ha sido tu caso al pasar al castellano en los dos últimos álbumes, ¿también es necesario alterar la forma musical en la que expresarse?
Havoc: Lo cierto es que este es mi tercer disco contando con el Ep cantando en castellano. De algún modo…me queda muy atrás lo de cantar en inglés. En mi caso fue de forma muy natural, un día me di cuenta de que no quería seguir cantando en inglés. Las dificultades propias del cambio las fui sorteando a base de prueba error pero con mucha decisión.
Con este trabajo sigues manteniendo esa decisión de mostrar un pop heterodoxo y tempestuoso, en este caso incluso más guitarrero y en general más conciso.
Havoc: Efectivamente…es un disco más guitarrero. Lo de la heterodoxia…¿qué sería pop ortodoxo? Y sí, se trata de un pop bastante agitado, aunque en el disco también hay otras cosas.
El hecho de mantener una banda estable supongo que ayuda a una mayor cohesión que acaba por traslucirse en perfilar mejor el sonido deseado...
Havoc: Sí, a muchos niveles funcionamos como una banda al 100%. Yon Vidaur, JM Lluch y Andoni Etxebeste son un derroche de talento en todos los sentidos. Parte del sonido de este disco viene dada por la conjunción de los cuatro y la experiencia dada por la gira de “Lo saben los narvales”.
Havoc: Sí, a muchos niveles funcionamos como una banda al 100%. Yon Vidaur, JM Lluch y Andoni Etxebeste son un derroche de talento en todos los sentidos. Parte del sonido de este disco viene dada por la conjunción de los cuatro y la experiencia dada por la gira de “Lo saben los narvales”.
Y en ese sentido, el papel del guitarrista y productor Yon Vidaur, ¿hace de pegamento a todo eso?
Havoc: Bueno…como suelo decir Yon y yo empezamos a formar un tándem indisoluble. Nos entendemos artísticamente, somos amigos, y el hecho de que el tipo sea un genio…pues ayuda.
¿Cómo se compatibiliza dar mayor presencia a la idea de banda y a la vez utilizarla como un elemento de expresión marcadamente personal?
Havoc: Pues no sin dificultades, pero ese es mi propósito y en esas estoy, por ahora estoy muy satisfecho con el resultado.
Es impactante el título escogido para este disco y la portada que le acompaña, no sé si hay un significado global en dicha elección...
Havoc: “Amado líder” proviene de una broma interna del grupo…que ya te imaginas por dónde va. Un día pensé en ello, en el poder de las palabras, en el significado que adquieren al juntarse, en la carga que adquieren. Todo eso me pareció muy evocador. Y el concepto del arte es obra del genial Mario Feal.
Casi la totalidad de los títulos de las canciones de este disco se sirven de una sola palabra, ¿es simple casualidad o por el contrario buscan presentarse como ideas-fogonazos?
Havoc: Pues…la verdad es que no. Pero me gusta eso de la idea/fogonazo. Te lo robo.
El culmen de la concisión y sobriedad en un aspecto instrumental nos lo encontramos en la preciosa “Oh Master!”, una de mis canciones favoritas...
Havoc: Gracias. Me alegro mucho de que te guste. Nos gustaba así.
Y no sé si decir en el otro extremo, pero desde luego mostrando otra cara, aparece “Será”, pegadiza a tope, casi a ritmo de power pop. ¿También buscas esos contrastes? ya que ambas canciones están seguidas...
Havoc: Definitivamente me gusta la idea de confrontar dos cosas supuestamente opuestas y ver qué pasa, suelen ocurrir cosas interesantes. En el caso que citas se trataba más de no dejar “Oh Master” como canción de final de disco intentar oponernos a ese destino. De alguna manera queríamos reivindicarla y utilizarla como un separador en mitad del disco, un final de viaje y comienzo de otro.
En “Sabotaje” hay una clara referencia al tema de Beastie Boys, ¿se trata de una curiosidad o verdaderamente es el homenaje a una banda que os influye? Lo que hablaría de esa heterodoxia de la que bebe tu sentido del pop..
Havoc: No sé si algo tan grande como un homenaje…es una frase que hace referencia a uno de los grupos que más me gustan. Surgió sin premeditación, como ocurren las cosas de verdad.
Precisamente una imagen como la de la portada nos remite a un elemento que sin embargo si parece tener tu música y es un sentido romántico, nostálgico, pero a la vez muy terrenal y cotidiano, no sé si son conceptos con los que en verdad trabajas...
Havoc: Busco un equilibrio, algo probablemente muy subjetivo e imposible. Pero ahí me muevo y esa es mi lucha. Tener un lenguaje que emocione de forma certera, como un dardo envenenado.
Ser un grupo-músico de Donosti, y dentro del contexto sonoro en el que te mueves, parece que conlleva tener un nexo de unión con el llamado Donosti Sound, ¿es algo con lo que te sientes identificado y de alguna manera conectado?
Havoc: Pues tengo contacto, y parte de las personas que formaron algunos de esos grupos son amigos. Incluso Vidaur tiene un grupo con Javi Sanchez de La Buena Vida. Pero forman parte de otra generación, yo descubrí su música años después y nuestros caminos se juntan de manera tangencial. Les admiro y respeto muchísimo, pero intento seguir mi propio camino.