Por: Txema Mañeru
¡No entiendo cómo un tipo como Chris Bergson nos es mucho más conocido por Europa! Este neoyorquino lleva ya dos décadas acaparando excelentes críticas, ganando premios, sacando excelentes discos y girando sin parar demostrando su valía compositiva, con la guitarra y también con su buena y negroide voz. Cuando se habla de él comentan que es una unión entre Steve Cropper y John Scofield; otras hablan del poderoso espíritu de Ray Charles y Tom Waits; también se cita sin parar a Levon Helm y The Band o John Hammond; por su forma de tocar la guitarra salen a la palestra los nombres clásicos de Hubet Sumlin, con quien también ha tocado, y Freddie King. Pero aún hay más. ¿Qué tal Gregg Allman, Dr. John, Van Morrsion, John Coltrane o Muddy Waters? Pero la definición que más me gusta de él es la del Edward Hopper del blues por cómo dibuja sus canciones. Encima, va él y dice que sus últimos temas han sido inspirados en sus giras por Europa al escuchar aquí los ecos de Hank Williams y Robert Johnson.
Lo de los (merecidos) premios es otra larga historia. Ya en 2002 fue nombrado Embajador Jazz de los USA por el John F. Kennedy. Desde hace dos años está en el New York Blues Hall of Fame y la prestigiosa revista MOJO le guarda un puesto de privilegio todos los años en sus listas por cada disco que saca. Así con “Fall Changes” fue disco blues del año en 2008.; “Imitate The Sun” en 2011 se quedó en el segundo puesto, y con su anterior trabajo, “Live At Jazz Standard, se tuvo que conformar con el tercer escalón del podio.
Lo de sus colaboraciones con estrellas y otros compositores y cantantes daría para otro capítulo muy extenso, pero lo dejaremos para otro día.
Y es que queremos hablar de su reciente “Bitter Midnight” (Continental Blue Heaven / Karonte) como se merece. En primer lugar tenemos que destacar el amplio y selecto grupo de músicos que participan. Sus nombres igual no te dirán mucho pero han tocado junto a Steve Cropper, Gregg Allman, Levon Helm, Spin Doctors, Gov’t Mulen, Darlene Love, Joan Osborne y el teclista y saxo tenor, Craig Dreyer, con los menos conocidos pero excelentes Dispatch.
El disco comienza con "Pedal tones" entre aires funk y The Band, aunque su voz también tiene algo de John Hiatt. Sigue con el blues trotón con sus exquisitos punteos de "5:20". "Just before the storm" es un refinado medio tiempo con punteos brillantes que pudiera haber estado en los discos clásicos de Little Feat.
El gran cantante Ellis Hooks, que ha acompañado al mismísimo Steve Cropper, protagoniza un rompedor R&B con excelentes vientos. Por cierto, que además pone sus cuerdas vocales en el sentido y titular blues final en la que también destacan las guitarras de Bergson y el órgano de Craig Dreyer. Pero antes de ese arrollador final también tenemos un precioso lento titulado "Lullaby" que denota personalidad propia total y que cuenta una gran historia. La slide guitar de otro lento como "Blues for Dave" es maravillosa. Pero quizás mi tema favorito sea "Another day", un gran medio tiempo con excelente órgano y Wurlitzer con aire a Joe Cocker y Leon Russell. ¡Ojalá lo tengamos este verano por aquí!