Por: Txema Mañeru
Está claro que nos encanta el material del sello Alive Naturalsound Records. No es de extrañar con mandanga australiana como los Datura4 o DM3, ambos con Dom Mariani en primera fila. No tiene mucho que ver con la dupla que nos traen para este inicio del nuevo año. Te recomiendo a tope primero el debut homónimo de soul-rock setentero en onda Humble Pie, Leon Russell o Faces de Heath Green And The Makeshifters. Pero mola aún más lo que ha hecho un verdadero superviviente como es el orondo Mark “Porkchop” Holder.
Sí, es el que militó en el combo de punk blues sucio de Tennessee, The Black Diamond Heavies. Siempre se ha dicho que el mejor y más sincero blues es el hecho por negros por la cosa del sufrimiento en la vida y tal. Holder no es negro, pero las ha visto de todos los colores en su vida. Se ha pegado más de una década con profundas depresiones, viviendo a veces en la calle y sin poder dejar de lado sus adicciones. Ha tenido que tocar para sobrevivir hasta en servicios públicos y manicomios de los que no querían ni dejarle salir. Pero lo ha conseguido y ha sacado un rudo debut de blues-rock pantanoso que se titula “Let It Slide” (Alive / Popstock!) y que gustará más a los no excesivamente puristas como es mi caso.
Grabado en un vetusto estudio de su hogar, en Chattanoooga, en formato de rudo power trío, abre con el tema titular, "Let it slide", con una breve demostración golosina de su lap steel guitar. Pronto llega su lado más sucio y punk con una trallera "Disappearing", que tira más hacia The Gun Club que hacia Poppa Chubby, aunque su aspecto físico se acerque mucho más al segundo. En "Headlights" roba la mítica frase de Hank Williams, “I’m so lonesome I could cry” para hablarnos de sus muchas penurias ayudado con la acústica y la lap steel por Matt Bohannon, quien también pone su eléctrica en "Stranger".
En "Let it slide Reprise" emociona con su dobro y su potente armónica acompañando a su rota y vivida voz. Recupera un fantástico tema tradicional como "Stagger Lee" que lleva a terrenos más pantanosos que los que hiciera Nick Cave con el mismo tema. Su guitarra y su armónica te llegan aunque sea en sonido lo-fi. El otro tema no compuesto por él es el clásico de Big Joe Williams con el que cierra el jugoso disco. Un "Baby please don’t go" que se acerca más a la versión sucia del agresivo Ted Nugent que a otras más relajadas y tradicionales. Otro torbellino más de guitarras y armónica. ¡Desde luego se ha marcado un gran auto exorcismo general con estas canciones que esperemos le lleven a una total recuperación!