Por: Txema Mañeru
Circunscribir a un grande como Jaume Sisa al mundo de la música en catalán es un error que los buenos aficionados a la música no se debieran permitir. Mucho menos aún cuando, a pesar de su veteranía, ha hecho con “Malalts Del Cel” (Satélite K) uno de los mejores discos del pasado año 2016. En concreto el segundo mejor para Rockdelux, con un nuevo tratado de canción galáctica realmente apasionado y apasionante.
Desde luego no llega a la magia de “Qualselvol Nit Port Sortir El Sol”, del año 75 y uno de los 20 mejores discos de la música hecha en España de todos los tiempos, peero se puede colocar con total tranquilidad a la altura de otros momentos importantes en su trayectoria como “Galeta Galáctica”, “Sisa & Melodrama”, “Nit de Sant Joan” o “El Congrés dels Solitaris”.
En el nuevo milenio ha espaciado mucho sus trabajos, quizás demasiado, uniéndose a genios musicales como Pascal Comelade o Joan Miquel Oliver para ayudarle en sus fechorías. De hecho han pasado 8 años desde “Ni Cap Ni Peus”. Quizás por ello se ha estrujado los sesos aún más y nos entrega un trabajo que en su época sería vinilo doble. 70 minutos y 19 canciones en el que el principal protagonismo, además de su cautivadora voz e historias, es para el piano de Gregori Ferrer. Pero ojo, la riqueza musical es ingente porque se rodea de grandes músicos y colaboradores como sus Melodrama, Pau Riba, Roger Ms, Marina Rossell, Quartet Brossa, Dolors Palau, Xavier Riba, Anna Roig o David Carabén. Ya ves que son de muy diferentes generaciones y backgrounds, sumando en total más de una docena de voces y una veintena de muy variados músicos. Todo lo ensambla la magnética personalidad de un Sisa que parece hacer un repaso de toda su majestuosa obra de casi medio siglo.
Las historias que cuenta son muy especiales, como siempre, pero también lo es la rica música que las acompaña. Entre ellas vuelven a tener cabida el music-hall, el jazz, el bolero, el vals, la canción de autor, los aires mediterráneos y, cómo no, el pop-rock. Canción galáctica lo llaman con tino otros. Letras y música llevan su firma y todo viene recogido en un precioso triple digipack y un fantástico libreto de 24 páginas con esas surrealistas o hiper-realistas historias impresas en él. ¡Ojalá que no sea una despedida porque el veterano creador parece tener cuerda e inspiración para rato!
Lo demuestran magníficos, ricos y variados temas como esa apertura con el titular y su encantadora melodía. Acompañan a su aún sobresaliente voz a la perfección el piano de Ferrer, el violín de Xavier Riba y las exquisitas y originales percusiones. Su "Vals de L’oblit" es un vals con precisos y preciosos arreglos. "Tanca la porta" abre su puerta a otra mágica melodía con exquisito violín. En "Tramoia mortal" destaca la trompeta a ritmo de fiesta mayor. Una de mis favoritas es "Una canço", que suena íntima y llena de emoción al estilo de Leonard Cohen con el estupendo piano y las cuerdas del Quartet Brossa. En "El nen" viaja entre Brasil y el jazz como Astrud Gilberto y en "Duchamp" salta al pop distendido y afrancesado, aunque luego mete un excelente solo de guitarra eléctrica Agustí Mas. Guitarra que se torna en slide a lo Ry Cooder en "Llops udolant". Me encanta también el arranque con piano y voz de "Lluna del Capvespre", con su magnífico aire a Lluis Llach.
Pero mi tema favorito es sin duda el más largo y experimental "Els anys", tiene riesgo y magia como los mejores momentos de Robert Wyatt o Scott Walker. También tenemos una preciosa y melancólica despedida con "La vella canço". Aires clásicos con el cuarteto de cuerdas, el elegante piano y un sublime fagot. ¡Ponen un magnífico colofón a un grandísimo trabajo que merece ser escuchado en cualquier lugar con sensibilidad musical!