Jamboree Jazz Club, Barcelona, viernes, 13 de enero de 2017
Texto y fotografías: María Solano Conde
Su carta de presentación se llama “North”. Sin embargo, y a pesar de su vínculo con las tierras norteñas, el del pasado viernes fue el primer concierto de Morgan en Barcelona. Y se nota que la ciudad ya tenía ganas; lo demostró agotando las entradas, al igual que ha ido ocurriendo en muchos de los lugares por los que ha ido pasando este “North tour”.
Empezaron con “Cold”, en sintonía con los termómetros de ese fin de semana, pero la sala Jamboree Jazz entró pronto en calor. La energía que liberaron la guitarra de Paco López, el bajo de Alejandro Ovejero “Ove”, el teclado de David Schulthess “Chuches” y la batería de Ekain Elorza fue toda una declaración de intenciones respecto a la contundencia con la que sonarían también el resto de canciones. Junto a ellos, desde un extremo del escenario, la armoniosa voz de Carolina de Juan, Nina, y su destreza al piano envolvían el ambiente.
Tras un discreto “bona nit, Barcelona” llegaron “Attempting”, “Cheesecake”, “Work” y “Goodbye”. Como en cualquier espectáculo, no faltaron los típicos asistentes que, muy amablemente, comparten sus impresiones con sus compañeros y, de paso, con el resto del público. En esta ocasión, verbalizaron lo que todos notábamos: el directo de Morgan “sona molt potent”. Así, muy potentes, fueron sucediéndose “Roar”, “Weather”, “Sometimes” y “Praying”.
Llega el momento de bajar un poco el ritmo, es el turno de “Volver”. Acompañada solo por el enorme piano de cola que preside el escenario de la sala de la Plaça Reial, y bajo la atenta mirada de su banda, Nina bordó los dos minutos y medio de la canción con la que cierra el disco, la única en castellano. “Como nos hemos puesto tiernos, vamos a continuar con esta dinámica… No como antes, que ha sido una fiesta”; de este modo, la artista madrileña nos trasladaba su fino sentido del humor y daba paso a “Home”.
Llega el turno de los agradecimientos, con “Thank you”, como no podía ser de otra manera. Desgranadas ya las canciones de su disco debut (a excepción de “Freely”, que se quedó fuera del repertorio), llegó una despedida que no fue tal, pues era la hora de rendir tributo a The Band con la versión de “The night they drove Old Dixie Down” que habían realizado el pasado noviembre con motivo del cuarenta aniversario del último concierto de la banda canadiense, “El último vals”. Faltaba una última sorpresa, que vino de la mano de “Marry you”, canción que previsiblemente aparecerá en su próximo álbum.
Con ella se despidieron de un concierto al que la única pega que se le puede poner es su corta duración, poco más de una hora, y que nos dejó con ganas de más. “Échame de menos”, cantan en uno de sus temas. Por supuesto que Barcelona los echará de menos. Eso sí, esperemos que no tengan dudas a la hora de… volver.