Por: Sandra Sánchez
¿Qué tienen en común Ricardo Lezón (McEnroe) y Ramón Rodríguez (The New Raemon)? Si nos detenemos a pensarlo, mucho. Lirismo, letras muy cuidadas, precisas, melodías sencillas, pero trabajadas... Parecía lógico que estos dos artistas del sello Subterfuge se unieran en algún momento y así ha sido, dando lugar esa conjunción a "Lluvia y Truenos", el álbum recientemente publicado y que ha comenzado estos días a girar por todo el país.
Estamos ante doce temas, seis de Ricardo y seis de Ramón, muy bien avenidos y en los que prima lo melódico por encima de todo lo demás. Se grabó la pasada primavera en los estudios La Mina de Sevilla, con la producción de Raúl Pérez. Nos muestra un pop tirando a lento, con algún medio tiempo fantástico, como "Malasombra" y "Gracia" y una musicalidad que fluye. Esa fluidez es perfecta, está muy conseguida y encaja como un guante en la temática del disco, marcada por la naturaleza. Ya desde el primer tema, que da título al álbum, nos hablan de árboles, de bosques y relámpagos y escuchamos el trinar de los pájaros con un gran protagonismo de principio a fin.
Hay un segundo tema troncal, el desamor, esa musa potente que tan generosa ha sido con los dos artistas en sus anteriores trabajos y que en este les sigue siendo muy fiel. Ejemplo de ello es la delicada y dolorosa "La carta" ("hacer de trigo la noche, hacerle al miedo volcar, decirte que mi sueño es tu realidad"), una de las mejores canciones, con una letra de una enorme intensidad, que se clava sin remedio; o la no menos impactante "Barcos" ("y mis manos se convierten de repente en otras manos, incapaces de sujetar ni un pedazo de los que ahora caen en tu corazón").También merece mención especial "Montañas", uno de los primeros temas que dieron a conocer y el único en el que escuchamos a ambos artistas cantar a dúo. Si tuviéramos que reducir el disco a una única canción sería esta, crisol y reflejo del resto de temas.
Se percibe y se agradece la buena sintonía entre Ricardo y Ramón, trasciende en cada una de las canciones, que miman lo pequeño y se recrean en el detalle. Como ha comentado Ramón, si bien grabar no suele tener en general nada de divertido, en esta ocasión ha sido "como irse de vacaciones". Esto se nota. "Lluvia y truenos" es un trabajo intimista y suave, por momentos hasta etéreo, en perfecta consonancia con la imagen elegida para la portada, una caravana solitaria después de la lluvia, en mitad de ningún sitio, no sabemos si habitada o no. Y es una gozada observarla mientras escuchas cada uno de los doce temas cualquier tarde del invierno que ya tenemos encima.