Es todo un acontecimiento digno de celebración el hecho de que Pistones hayan decidido conmemorar con un disco en directo el 35 aniversario de su nacimiento como banda, un trabajo gracias al cual tendremos la oportunidad de verles girar con una cierta regularidad durante los próximos meses.
Y es que si bien es cierto que su nombre suele quedar relegado a un papel secundario en las clasificaciones de mejores bandas de nuestro pop, la verdad es que cuando uno vuelve a escuchar con calma sus canciones se choca de frente con la calidad y profundidad de las mismas, dándose cuenta de lo injustas que muchas veces son esas estúpidas clasificaciones.
El directo grabado meses atrás en la madrileña Joy Eslava nos trae de vuelta a unos Pistones en un perfecto estado de forma, algo remozados puesto que de la formación original solamente restan Ricardo Chirinos, voz y guitarra, y Juan Luis Ambite, bajo, ahora secundados por Julian Kanevsky, guitarra, Basilio Martí, teclados, José de Lucas, guitarra y voces, y Marcelo Novati, a la batería, con la pegada y efectividad pop de antaño y el oficio propio de quienes ya son veteranos en el oficio del rock.
Un disco ideado para el disfrute de mayores, que volverán a encontrarse los himnos de antaño sonando con total vigencia, y jóvenes, quienes se darán cuenta de que si la Movida pervive en la memoria colectiva, más allá de su eterno y manoseado mito, es porque en algunos rincones de la fama había señores facturando canciones que en ciertos casos encerraban un alto calado emocional envasadas en píldoras de power pop de algo más de tres minutos de duración.
Dentro de esa categoría Pistones son unos auténticos killers, facturando canciones contagiosas del estilo de las geniales “Nadie”, “Que el sol te Dé”, “Siete Menos Cuarto”, huracanada y repleta de fuerza, “Ultimo Soldado”, tan emotiva cómo antaño, “Flores Condenadas”, con esos ramalazos tan poperos, “Metadona”, oscura y electrificante, “Lo que Quieras Oír”, una de las mejores canciones de la historia de nuestra música sin lugar a dudas, “El Pistolero” y “Los Ramones”, entre otras muchas que mantienen el nivel de comienzo a fin de un minutaje escrito con letras doradas y brillantes que ahora están de vuelta.
Sinceramente diremos que nos llena de felicidad la vuelta de Pistones, y más cuando comprobamos que vuelven más que engrasados, con la calidad de sus canciones intactas y ganas de demostrar que la suya es una historia que merece ser escuchada una y otra vez. Amantes del buen pop-rock nacional, indies despistados de orejas abiertas y ávidos por conocer, y rockeros de tupé que peinan canas: Han vuelto Pistones, sin lugar a dudas es tiempo de disfrutar.