Por: Txema Mañeru
Cuando ya casi nadie esperaba gran cosa creativa de él, Iggy Pop ha vuelto a dar un salto mortal sin red y ha vuelto a crear una obra bastante a la altura de su leyenda. Ha vuelto a chupar la sangre de otros creadores como hizo con los hermanos Asheton (al frente de The Stooges) o con David Bowie en su más celebrada época en solitario, durante mediados de los setenta bajo discos como “Lust For Life” y “The Idiot, aunque para mí “New Values” está prácticamente a la a la altura artística de los dos anteriores. “Post Pop Depression” es, quizás, su mejor disco de los últimos 25 años, pero queda a cierta distancia de estos trabajos míticos.
El respaldo fundamental de Joshua Homme de Queens Of The Stone Age ha sido básico en este nuevo resurgimiento. Se ha llevado también de los QOTSA y The Dead Weather a Dean Fertitia, además de a su amigo Matt Sweeney (Zwan, Chavez, Skunk) y al gran Matt Helders, batería de los Artic Monkeys. Así se han sacado de la manga un más que buen disco y uno de los regresos míticos del año, “Post Pop Depression”.
Una creación así merecía tener un reflejo sobre el hogar del gran Iggy, las tablas de un escenario. Así grabaron bajo el nombre de Iggy Pop – Post Pop Depression- este cautivador “Live At The Royal Albert Hall” (Eagle Vision / Universal), que aparece en un elegante cuádruple digipack en formato de doble compacto más DVD con las 2 horas de descarga de adrenalina pura, aunque fuera cojo y hasta reptando en ocasiones. El repertorio es el “Post Pop Depression” prácticamente al completo y los mejores, de los muchos buenos, momentos de “The Idiot” y “Lust For Life”. Gran sonido, banda de lujo y preciosas imágenes de, como suele decirse, un marco (realmente) incomparable.
Salen trajeados y comienzan por todo lo alto con un clásico y arrollador "Lust for life". Pronto llega la primera recuperación del reciente trabajo con una más que correcta "American Valhalla", que como la mayoría de los temas de este trabajo están compuestos junto a Joshua Homme. Ya aquí se ha despojado de su chaqueta con ese complejo suyo de “Hulk” que siempre le ha caracterizado. Luego continúa con uno de los pocos temas creados exclusivamente en solitario por Iggy. Un explosivo, guitarrero y agresivo "Sixteen". Regresa a su gran trabajo de este año con un "In the lobby" con guitarras tan esquizofrénicas como en el disco.
Con su característico torso al descubierto se lanza en plancha al público en "Some weird sin" y canta el "Funtime" entre los (ahora) comedidos y “domesticados” fans, con los primeros regueros de sangre brotando por su cara. Las guitarras son las protagonistas de "Tonight" y la estupenda y nueva "Sunday" también funciona a la perfección con ellas. Sigue con otro tema clave del regreso como es "German wings", con sus estupendos arreglos y una lograda melodía que te va capturando. Regresa de lleno a Berlín con las más electrónicas "Mass production" y una sensacional y siempre magnética "Nightclubbing", con guapos sintetizadores y genial piano. Tras "Gardenia" se sale con un salvaje "The passenger" con su mítico riff y esos contagiosos coros. Entre “fucks” y “fuckings” por todas partes nos vuelve a enamorar con la preciosa melodía de "China girl", que tiene un fantástico y arrollador final con tres potentes guitarras al unísono. Se vuelve a salir con una de las cumbres del nuevo disco, un salvaje "Break into your heart" de casi ocho minutos, gran melodía y arrolladoras guitarras de nuevo.
Con "Fall in love with me" sale a bailar con la gente, siempre bajo control de seguridad, que ya está muy mayor. En "Repo man" sube una espectadora al escenario y ya prácticamente totalmente cojo y arrastrándose está muy bien en ese gran lento con guitarras estridentes que es "Baby", en el que mantiene intacto su magnetismo brutal. Regresan a “Post Pop Depression” con "Chocolate drops", y un magnífico solo de Homme, junto con la cumbre de ese trabajo, un "Paraguay" que es una gozada de coros y de guitarras sonando aquí más grande que en estudio.
El punto final es para un "Success" en el que se da un baño de ello con su público bailando y feliz. Si, como se ha rumoreado, este disco es su despedida, ya puede estar orgulloso, pero por favor que todavía nos brinde algunas actuaciones de este calibre. ¡La Iguana, aunque reptando y cojeando más que nunca, sigue siendo aterradora!