Por: Txema Mañeru
El ya prestigioso sello alemán e.a.r.Music cuenta con un plantel de bandas clásicas de aúpa. Así sin más me viene a la mente lanzamientos recientes de Status Quo, Deep Purple o Marianne Faithfull (estupendo directo su “No Exit”, por cierto). El caso es que ahora acaban de hacer un gran fichaje del otro lado del charco: ni más ni menos que una de las bandas seminales del metal alternativo como son los neoyorquinos Helmet.
Próximos a cumplir los 30 años de vida este “Dead To The World” es un disco muy esperado para la mayoría de sus seguidores, toda vez que han transcurrido seis años desde su anterior y séptimo trabajo, “Seeing Eye Dog”. Con ímpetu renovado llegan pues los de Page Hamilton a este trabajo.
Siguen combinando metal con aires hasta progresivos, derivaciones post hardcore y ramalazos punk, así como momentos de puro noise. No vas a escuchar aquí otro “Betty” y ni siquiera otro “Meantime”, pero sí vasa disfrutar, si te gusta su sonido, de un disco duro, libre y potente en el que se aprecia claramente que siguen haciendo lo que les viene en gana sin ningún tipo de cortapisa.
A cualquiera que les conozca con este disco no les va a extrañar que grupos como Deftones, Pantera, Nine Inch Nails o Rise Against, se declaren admiradores de ellos. Tampoco que se les compare por su importancia a bandas como Primus, Rush, Melvins, Tomahawk, o Biohazard. Con esas características, y con la formación jazzy de Hamilton, es todavía un logro mayor que lograran estar nominados a un Grammy.
Arrancan con riffs metálicos y violentos en una psicodélica "Life or death" que seguro volverá a encantar a sus amigos de Deftones. Sorprenden con algunos estribillos pegadizos como los de la melódica "Bad news", que cuenta, además, con unos psicóticos coros sobre sulfurosas guitarras. También se muestran bastante melódicos con riffs repetitivos e hipnóticos en la inquietante "Dead to the world". Me encanta "Expect the world" por saber combinar punteos metal, e incluso noise, con otros preciosos momentos más melódicos, incluyendo cambios de registro en la voz de Hamilton. En "Die alone" se muestran más violentos y punks que metal y tienen unos punteos desquiciados que gustarán a fans de Melvins o Primus. Sorprenden también en un final de disco con el lento "Look alive" y matices entre grunge y stoner. La despedida es también una versión lenta de ese potente single que es "Life or death". Todo para que puedas repetir escuchas a modo de bucle buscando ese montón de matices que saben ir metiendo entre sus temas.