Por: Sergio Iglesias
La fecha del 2 de Julio de 2016 se recordará para siempre como uno de los grandes momentos del rock estatal. Ese fue el día elegido por El Drogas (Enrique Villarreal) para celebrar el final de la gira de “Demasiado tonto en la corteza”. Para la ocasión, el artista navarro decidió rodearse de sus amigos en el mejor de los escenarios posibles: La Ciudadela de su querida Iruña resultó ser un marco inmejorable para una reunión irrepetible en la que se juntó lo mejor de la escena rockera. Por allí se dejaron caer Rosendo, Fito, Carlos Tarque, Luz Casal, Quique González, Yosi… y así hasta 20 invitados que quisieron estar al lado de un músico entrañable. Para que los que no estuvieron presentes puedan hacerse a la idea de la magnitud del acontecimiento, se ha publicado “Un día nada más”, un pack formado por dos CD y dos DVD con los mejores momentos de aquella noche. Para hablarnos en primera persona de cómo vivió esta experiencia, hemos estado con El Drogas, un tipo que es todo humildad y sencillez, un tipo menudo y tímido que adquiere un tamaño gigantesco encima de un escenario… una leyenda del rock estatal.
Empecemos por una curiosidad: ¿Por qué en el nuevo trabajo no sale nada de la primera parte, ese minibolo que diste en el escenario pequeño?
El Drogas: Porque algo similar y bajo el nombre de “Sombras que la luz grita” ya salió en un CD que grabamos en estudio y un DVD que grabamos en la casa de cultura de Atarrabia, y además me gusta que todavía queden cosas por descubrir.
Hablando ya de “Un día nada más”. ¿Cómo se te ocurre meterte en semejante embarcada?
El Drogas: Dentro del concepto que tenía el disco “Demasiado tonto en la corteza” había que buscar un final de gira acorde con lo que fue el arranque: aquel 28 de diciembre de hace tres años, una mañana de sábado, hicimos la presentación en tres sitios diferentes tomando la calle, con un generador, sin pedir permisos… Fue algo muy bonito porque lo pusimos el día anterior en nuestro Facebook y la gente se iba agregando en los diferentes rincones. Tenía que ser algo espectacular y, desde el principio, había pensado en la Ciudadela. Tuvimos la suerte de que hubo elecciones municipales, cambiaron el ayuntamiento y entraron los de izquierdas. Le hice la propuesta a la concejala de cultura de que iba a ser una cosa espectacular y que ya no era tomar la calle que, como te digo, me encanta y lo seguiremos haciendo. Pero en esta ocasión se nos presentó la oportunidad de poder hacer algo grande y llamar a invitados.
Lo primero que había que hacer era sentarnos con la gente que entiende de números y preguntarles con cuánta gente era posible hacerlo. Cuando me dijeron que con 2.500 era posible decidimos tirar para adelante. Después fue creciendo en producción dentro de unos parámetros muy interesantes.
El Drogas: Tuvimos un fallo de la hostia, porque en principio íbamos a meter 5.000 personas pero no habíamos contado la gente de producción y músicos. Por eso tuvimos que ampliar hasta 6.000 de los cuales 400 eran músicos, técnicos e invitados y las otras 600 para la gente que se había quedado sin entrada. Pero, a la hora de vender esas entradas, se cayó la red… un desastre, fue casi peor el remedio que la enfermedad.
¿El tema de los invitados tenía algo que ver con lo generoso que tú has sido siempre a la hora de hacer colaboraciones con otros?
El Drogas: En general, cuando me han llamado, he ido a cantar con quien me lo ha pedido. Tengo mucho aprecio a todo el mundo, es una gozada prepararme la canción y siempre te tratan de lujo por lo que me sentía en deuda con ellos. Por otro lado, tenía que hacer mi propio reconocimiento de la admiración que tengo hacia estas personas, hacia sus trabajos y hacia su saber estar…me caen todos de puta madre. En un primer momento empecé a llamar con una lista de unos 25. Algunos no pudieron venir porque tenían bolo pero esos también me trataron con mucho cariño…fue todo muy bonito, lo he llevado yo personalmente y ha venido la gente que yo he buscado que estuviera aquí.
¿Nos puedes decir alguno que se quedara fuera?
¿Nos puedes decir alguno que se quedara fuera?
El Drogas: Por ejemplo Ariel Rot que estaba acabando su disco y había tenido un problema técnico, algo que es muy entendible. Hablé con él, se disculpó y luego me mandó un mensaje de “Joder, la que habéis liado, te debo una…”. Tampoco pudo venir Christina Rosenvinge, que es una de nuestras hadas madrinas junto con La Shica, a la que fue imposible localizar. Y luego, por la parte gamberra, unos cuantos que les coincidió con épocas de festival y era imposible cuadrarlo. Que, aún así, hubo gente como Gorka que tenía el mismo día concierto con los Berri Txarrak en un festival y adelantó el bolo a la noche anterior para poder estar con nosotros.
¿Elegían las canciones ellos o se las dabas tú?
El Drogas: Bueno, yo les decía las canciones como excusa para entrar en calor, pero la mayoría me la cambiaban. No me importaba la canción, sino que estuvieran presentes, su participación a su manera dentro de este “cristo”.
¿Fue complicado editar un material de más de cinco horas?
El Drogas: Para eso estaba Carlos Raya, que es el experto y que tenía que hacer que eso pareciera que había pasado en tiempo real porque, entre canción y canción de las que han salido finalmente, igual había otras tres. Encima yo le dije que no quería ni recordings ni nada y que lo que había es lo que había. La verdad es que se ha pegado un verano de curro impresionante. Cuando le di la enhorabuena por lo bien que había quedado y por el currazo que se había pegado me dijo “Como me voy a quejar si los días de prueba (el primero de 14 horas) la banda que está contigo, según iban pasando las horas, se les veía mas a gusto”.
Claro, eso también es importante porque mucho se habla de ti, de El Drogas, pero los tres miembros de la banda, Brigi, Txus y El Flako, están ahí todo el tiempo contigo…
Claro, eso también es importante porque mucho se habla de ti, de El Drogas, pero los tres miembros de la banda, Brigi, Txus y El Flako, están ahí todo el tiempo contigo…
El Drogas: Estoy con una banda que es la hostia. Para mí es fundamental, yo suelo decir que ni en Barricada estábamos los cuatro al 25% ni ahora lo estoy haciendo todo yo solo porque tengo una gente detrás. Creo que ahora es cuando más cómodo me siento desde que estoy en este mundillo, porque estoy reflejando lo que me apetece y eso es culpa de la gente que me acompaña, que son igual de inconscientes que yo, con lo cual las propuestas que hago nunca son una majarada, todo se puede hacer y eso es algo impresionante.
El Drogas: La sorpresa es que estamos los cuatro solos entre dos horas y dos horas y cuarto tocando a saco un repertorio muy cañero. De todas formas, esta gira la quiero ir llenando de “minigiras”: primero hemos hecho los ocho bolos con la excusa de la presentación y firma del disco, yo con piano y acústica con diez canciones, ahora ocho más en salas entre noviembre y diciembre, y luego en enero seguiremos con este tema, pero sigo pensando para crear cosas nuevas y llamativas.
¿Cosas nuevas? ¿Todavía te queda algo por hacer?
El Drogas: (Risas) Me gustaría tener más orden en todo esto pero ahora, aunque me gustaría, no me puedo plantear, por ejemplo, una gira por teatros con la “Rythm and blues band”, o con el proyecto “Sombras que la luz grita”… Tengo que ir atando las cosas según van viniendo y, por un lado, me jode pero, por otro, hace que no me quede parado porque todo se tiene que mantener caliente. Así, si en un momento dado surge algo, estoy preparado para ello.
Me comentabas que estos conciertos van a ser de unas dos horas de duración, pero estamos acostumbrados, tanto en solitario como con Barricada, a verte dar bolos larguísimos…
El Drogas: Ahora van a ser conciertos relativamente cortos, que es lo que me apetece, algo muy minimalista y trallero, con una estética provocativa en relación a la actitud. Pero sí que me gusta compensar al público porque la gente está pagando una entrada por verte y se merece todo tu respeto en forma de canciones y de actuaciones. Es algo que siempre he tenido claro, pero cada vez cuido más todas esas cosas y por eso intentamos tener detalles como los EP que regalábamos en los conciertos de la gira de “Demasiado tonto”… son historias que hacen que esa persona se sienta especial.
¿Estáis preparando ya material nuevo?
El Drogas: Sí, ya estamos currando en el próximo proyecto, que no sabemos si será un triple o un doble. Pero en una de las partes la música la están componiendo El Brigi, El Flako y Txus y yo no quiero saber nada para que me lo presenten ellos luego y yo sacar las letras de las canciones. Como te decía da gusto tener una banda tan buena y en la que puedas confiar ciegamente porque todo lo que voy sacando yo en acústico también se lo doy para que vayan metiendo los arreglos.
¿De dónde sacas tiempo para hacer tantas cosas?
El Drogas: Este tema del directo para mí es algo muy liviano y me permite emplear la cabeza en cosas nuevas, porque lo próximo que saquemos queremos hacerlo de manera pausada y muy convencidos de lo que hacemos.
¿Después de casi cuatro décadas al pie del cañón ves las cosas de manera diferente a cuando empezaste?
El Drogas: Bueno, ahora se cumplen 40 años desde la primera letra escrita por mí que se vio adornada por tres acordes y salió una canción. Se titulaba “Hiroshima” porque habíamos dado en clase este tema y fue lo primero que hice como letrista con un colega mío guitarra. Cuando escuche eso decidí que aquel era mi mundo.
En este tiempo he visto que en la música hay que currar mucho y cada vez más. Yo siempre lo he hecho pero ahora, además, soy consciente de que no tengo otro secreto y que aunque trabajes mucho, unas veces aciertas y otras no pero así tiene que ser. En una carrera larga hay momentos de pájara pero hay que aguantar ahí y, sobre todo, sentir que estás dando a tu gente todo.