Sala Apolo, Barcelona, sábado, 29 de octubre de 2016
Texto y fotografías: María Solano Conde
Tras casi año y medio navegando por las aguas de “Paramales”, Xoel López alcanza su ansiada playa y pone fin a la gira de su último trabajo en una serie de conciertos en A Coruña, Madrid y finalmente Barcelona. Durante este tiempo las canciones que, inmutables, componen el disco, se han ido metamorfoseando y amoldando a los directos bajo distintos formatos y en escenarios de todo tipo. Aunque hay rituales que no cambian. “Patagonia” descorchaba la despedida al igual que lo hizo en la presentación de la gira, aquel 4 de junio del año pasado en la madrileña sala Joy Eslava.
Y a partir de ahí, las emociones se deslizaban conforme lo hacían las canciones del repertorio, desde el júbilo de “Yo solo quería que me llevaras a bailar” a la morriña de “A serea e o mariñeiro” o la lucidez de “Sol de agua”. Una a una, las trece piezas que conforman el engranaje de “Paramales” sonaron por última vez dentro de la gira homónima. Salpicadas, entre medias, por algunos temas de “Atlántico”, el primer disco de Xoel López ya bajo su nombre de pila.
La ya de por sí extensa “El asaltante de estaciones” se prolongó durante varios minutos más en los que Xoel intercambió su papel con el de Charlie Bautista, a los teclados, e incluso se atrevió con las percusiones. Una demostración más de que no hay instrumento que se le resista a este hombre-orquesta…, excepto la batería, a la que se está acercando más en los últimos dos meses, y sobre la que reconoció que no acaba de congeniar. Démosle algo más de tiempo.
Así las cosas llegó la última canción, “De piedras y arena mojada”, con la que el gallego acostumbra a echar el cierre a sus conciertos. Mientras el desasosiego florecía en las caras de algunos asistentes, que echaban en falta al menos un bis, otros recordaban que aún faltaba “La casa hace ruido cuando no estás”. Como había prometido tocar las trece canciones del disco y Xoel es un hombre de palabra, reapareció para cumplir con su compromiso. Acompañado por su guitarra y por Lola García Garrido, autora de este tema e inspiración de otros muchos, originó el momento más emotivo de la noche. Hasta que llegó, ahora sí, la ultimísima canción o, como dicen en su tierra, “la darredeira”: “Historia universal (El amor no es lo que piensas)”, su única concesión a su etapa al frente de Deluxe. Liderando la conga que improvisó con su banda, Xoel López se despedía de Barcelona y de “Paramales”. Aunque esto no se para, y a partir de este mismo viernes emprenderá una serie de conciertos en acústico, sin la compañía de su banda, y que por ahora le llevará a los escenarios de Valencia, Almería y El Prat de Llobregat.