Por: Javier Capapé
Reconozco que partía con bastantes prejuicios antes de escuchar “Delta” y eso que soy fiel seguidor de M Clan y defiendo todas sus etapas, ya que de cada una se puede extraer algún diamante en bruto. Cierto es que desde “Memorias de un Espantapájaros” no han bajado nunca del notable y desde entonces Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez viven un momento muy dulce y se podía esperar que el nivel no bajase. Aún así saber que “Delta” copiaba los esquemas del mítico “Daiquiri Blues” de Quique González me daba un poco de rabia por si sonaba demasiado a ese disco tan carismático que redefinió el sonido del madrileño. Grabación en Nashville, Brad Jones en la producción, músicos como Al Perkins, Chris Carmichael, Will Kimbrough o Bryan Owings como escuderos… todo sonaba demasiado a un esquema que podía encajar como un guante para los murcianos, pero que también podía convertirse en una mera repetición. Con todos estos ingredientes se puede afirmar que el sonido en algunos momentos se parece demasiado al Quique González de hace siete años, pero M Clan han sabido reescribir su sonoridad para acercarla a un ambiente más country americano explorando así una vertiente que parecía encajarles pero que aún no habían atacado en profundidad. Habían trazado pinceladas sobre este sonido en discos anteriores, pero no tan conscientes como esta vez. Y el resultado es que el disco se sostiene por sí solo, sin parecer un experimento ya vivido. Es más, renueva el espíritu de los “murciélagos” para llevarlos a nuevos puertos de los que salen muy bien parados.
El disco rezuma mucha nostalgia y pasajes intimistas. Son las acústicas y el pedal steel lo que más destaca y es que M Clan han querido desarrollar su vena más country aunque sin llegar a perder su esencia ni en las letras ni en la actitud, de lo que es claramente responsable la enigmática voz de Carlos Tarque. El conjunto de temas mezcla añoranzas del pasado (“Grupos Americanos”) con sueños perdidos (“California”), cartas de amor (“Tráeme tu amor”), confesiones íntimas (“Noche de desolación”), historias cinematográficas (“Caminos secundarios” o “Viaje hacia el Sur”), búsqueda de momentos de calma (“Delta”), cantos a la libertad del rock (“Concierto salvaje”) y unas gotas de esperanza ante la desesperación (“La Esperanza”). Es verdad que cuando más convence el tándem Tarque-Ruipérez es con los temas más íntimos (para eso probaron con estas sensaciones en su gira “desarmados” antes de viajar a Nashville) y puede que se resienta un poco cuando intentan acelerarse (esperaba más de “Caminos secundarios” o “Concierto salvaje”), pero con “California” o “Delta” consiguen ponerte los pelos de punta y en “Todo lo joven muere hoy” llegan a sonar épicos, como queriendo redefinir su concepto musical y su idea del rock. Como dice Carlos Tarque citando a Al Perkins en el DVD que acompaña al disco con el making of de la grabación: “It’s country rock, man!”. Lástima que esto del documental sobre su grabación en América también se parezca al “Daiquiri Blues”, dejando de ser así un añadido original.
Así que, una vez dejados atrás los prejuicios, es cierto que la aportación de Nashville les ha sentado muy bien a los M Clan. Han dado un nuevo paso en su carrera, que no sé si llegará a convertirse en un salto de gigante, pero al menos les tendrá mirando en esta dirección más cálida durante un tiempo, aunque claro, las eléctricas tiran mucho y sinceramente no les veo lo que les queda de carrera tirando por esta senda. Han sabido redefinirse, no estancarse tras la celebración de sus veinte años de carrera y eso hay que destacarlo. Pero seamos sinceros, la garra de M Clan necesita más de Faces y The Who y menos de Dylan o Johnny Cash. Eso es un hecho. Aún con todo, el disco es de los que figurará entre lo más destacado de este 2016, tanto a nivel nacional como internacional. Un rock americano bien pulido con querencia acústica, sutileza y minimalismo, precisión en la ejecución y amor por los detalles. Seguro que dentro de unos años sus fieles tendremos este disco entre los favoritos de la banda, no tanto por su grandiosidad sino por llegar en el momento preciso para la banda. M Clan han sabido arriesgar con nuevo productor y una banda foránea. Habrá que ver ahora cómo llevan esto al directo con su banda habitual y qué peso les dan a estos temas más íntimos entre toda su potente discografía.