Por: Artemio Payá
He de reconocer que llegué bastante tarde a la discografía de Hiss Golden Messenger, o MC Taylor que es exactamente lo mismo, y fue a través de “Haw” hace escasamente tres años, pero también he de decir que nada más tomar contacto con sus música caí rendido a sus encantos: una preciosa voz, canciones que recrean historias cercanas y un folk aparentemente sencillo pero repleto de detalles barrocos que conforman un confortable espacio sonoro. A partir de ahí eché la mirada atrás y también he estado atento a sus nuevas entregas como son “Lateness for Dancers”, que a pesar de sus buenas críticas a mí personalmente me dejo un poco templado, y en última instancia su último trabajo “Heart Like a Levee”, que según nos cuenta Taylor comenzó a gestarse a principios de 2015, en la oscuridad de un hotel en Washington DC durante un apagón causado por una morrocotuda tormenta eléctrica y asaltado por la angustia del músico-con-responsabilidades-familiares que tiene que elegir entre su vida musical con las pertinentes implicaciones de nomadismo y conllevarla con su familia y amigos. Una dicotomía que fue peleando en su interior durante la primavera y verano de ese mismo año y que le sirvió inspiración de cara a la grabación que llevó a cabo durante el otoño y el invierno, con las cuentas emocionales saldadas y el amor como leitmotiv.
“Heart Like a Leave” empieza de forma inmejorable con “Biloxi”, una tonada de carretera donde recuerda el cumpleaños de uno de sus hijos y que suena maravillosa e inspirada como en los mejores momentos de Taylor. La cosa no decae con la enérgica “Tell Her I’m Only Dancing”, adornada con unos efectivos vientos nos muestra al autor escribiendo en su diario cargado de nostalgia en una habitación de hotel después de un concierto. La canción que da título al álbum continúa como las anteriores contándonos una historia con la chincheta clavada en el mapa, en este caso en Cincinnati y se trata de un delicioso góspel folk con un minuto final glorioso. Después de esta tripleta ganadora el ritmo acústico se corta abruptamente mientras nos adentramos en el pantanoso dub de “Like a Mirror Loves a Hammer” o el pasaje instrumental de “Spooky’s Song”.
La segunda mitad del disco se abre con la intimista “Cracked Windshield”, a base de acústica, piano y una sutil eléctrica que vuelve a reincidir en la vida en carretera y sobre todo en cómo encontrar el camino de vuelta al hogar. “As the Crow Flies” es un rock que parece que va a echar a volar unos cuantos minutos pero acaba contenido en cuatro. Después de ésta asoma el soul blanco de “Happy Day (Sister my Sister)”, el rock soulero marca de la casa de “Say it Like you Meant it” y el blues retorcido en un piano de “Ace of Cups Hung Low Band”. El broche de oro lo pone la sensacional “Highland Grace”, una balada nocturna dónde la voz de Taylor llega hasta el tuétano.
Si, lo han vuelto a hacer. Yo personalmente coloco “Heart Like a Levee” entre lo mejor de este 2016 y sin duda en lo alto del cajón si hablamos de discos de (ustedes me perdonen por la maldita etiqueta) americana.