Por: Txema Mañeru
¡Qué espléndida fiesta la montada por los legendarios Southern Culture On The Skids en su quinto disco para su propio sello, Kudzu Records! Los de Rick Miller hace ya más de treinta años que surgieron con aquel inolvidable debut del 85 “Voodoo Beach Party”, con título tan definitorio. Desde entonces han pasado también más de doscientas canciones y más de un millón de millas por las carreteras del mundo ofreciendo su música sureña con sabor a pollo frito.
Southern Culture On The Skids (S.C.O.T.S.) son toda una institución dentro de la música sureña, el garage-punk, la psicodelia y el R&B ancestral. Pero ya en los ochenta tenían una banda paralela llamada The Pinecones para dar rienda suelta a su pasión por el folk-rock de la costa oeste de los años sesenta, la psicodelia y el hill-a-billy garajero. Hasta se hacían de teloneros con ese combo en los conciertos de los propios SCOTS.
Pues bien, este disco es un estupendo regreso a esa aventura y de ahí su título, “The Electric Pinecones” (Kudzu Records / Everlasting Popstock!). Comienzan con un claro single como "Freak flag" que es pura fiesta y baile que me recuerda a los inicios del Ben Vaughn Combo y en el que rompen su bandera a favor de ser diferentes de los demás y, además, estar orgulloso de ello. "Dirt road" trae ya ese folk-rock, pero con melodía pop, cantado excelentemente por Mary Huff y con buenos coros. Es muy fácil acordarse de The Turtles o de Lovin’ Spoonful. "Baby I like you" es un precioso y suave country-billy también con logrados coros. Sorprenden con un calmado single como "Grey skies", folk-rock psicodélico con guitarras de doce cuerdas que remiten a The Byrds o Rain Parade y con un solo de eléctrica de Rick sensacional realmente. Tras él, cierran la cara A con el sorprendentemente largo "Waiting on you", que supera los ¡cuatro minutos! Un folk-garage-rocker pero con ecos surf también en las guitarras.
Son todo temas originales y nuevos con la excepción de la buena idea de recuperar su clásico "Swamp fox – The original" en la que regresan a sus orígenes con gran acierto y te sacan obligatoriamente a bailar con la clase y la diversión de los primeros The B-52’s, pero con más aromas aún a los sesenta. En "Downward mobility" viajan a los cincuenta y hasta Mary se lo hace muy bien con el piano trenzándolo con la inconfundible guitarra de Miller. "Rice and bean"’ es otro claro single para bailar con guapo country y hasta algún aroma funk. La preciosa balada country-folk con ecos surf en la guitarra es "Given to me". Está cantada a dúo y casi parecen Patsy Cline , Johnny Cash y esposa. También es muy bueno el final con "Slowly losing my mind" y sus cálidos aires surf, las voces mágicas y las guitarras playeras celestiales. ¡Una gozada de trabajo que esperemos vengan a defender pronto en vivo!