Por: Sandra Sánchez
Un disco nuevo, once canciones, cuarenta y cuatro minutos del mejor rock. Es "La manada", el trabajo que presenta estos días Ariel Rot y que te atrapa desde la primera escucha.
Es mucho y muy rico lo que encontramos en él. Podemos empezar diciendo que se trata de un disco hecho desde la madurez de un artista que nunca ha dejado de crecer, ajeno a su aspecto eternamente juvenil.
Ariel vuelve al rock clásico, a su sonido personal, a ratos oscuro, con el que crea una estupenda atmósfera nocturna e íntima.
Comienza con “Una semana encerrado”, de tintes guitarreros y blueseros y en la que nos habla de cómo están las cosas y de por qué no es de extrañar que busquemos espacios de intimidad, en los que bucear en uno mismo y aislarse del entorno cuando éste nos resulta hostil: “Ser frágil está mal visto en un mundo despiadado”.
También es tremendamente rockero el tema “Espero que me disculpen”, con la potencia de Los Zigarros, una colaboración que más tarde o más temprano tenía que llegar, porque su música tiene mucho en común; realmente hay una conexión eléctrica que se transmite en cada una de las notas.
Y también cabe destacar “Broder”, con un protagonismo claro del piano, que confiere al tema un estilo Nueva Orleans fantástico y muy evocador.
Las baladas ocupan un lugar importante en este trabajo. La que da título al disco es bellísima, con una letra intimista muy poética. Lo mismo sucede con“Una nube que pasó” (muy jazz) y con “En el borde de la orilla”, pura poesía y filosofía propia contada y cantada en pocos minutos: “Cansado de buscar la octava maravilla tuve que aprender a andar después de tanto correr”.
Cada una de las canciones de "La manada" es en sí misma una gema preciosa y juntas hacen de éste un disco grande de verdad; con esa sencillez de los mejores trabajos, tan difícil de conseguir que es mejor no intentarlo, sólo fluirá si el artista la tiene de forma natural, como es el caso.
El manejo de la guitarra de Ariel Rot es bien conocido y en este disco que respira estilo y madurez se pone de manifiesto una vez más (apabullante el solo final de “Solamente adiós”). Las historias que nos cuenta con su voz son también muy inspiradas y nos hablan de un músico que tiene tras de sí un largo recorrido profesional y vital. Amistades y amores vividos y perdidos, que no olvidados, viajes, recorridos, aprendizajes, algo de descreimiento y mucho de nostalgia y de seguir adelante a pesar de ella.
Jose Nortes produce este disco, que Ariel ha grabado en los estudios Black Betty con su banda habitual (Toni Jurado en la batería, Candy Caramelo al bajo y Mauro Mietta a los teclados). "La manada" contiene un universo, el universo Rot, en el que la clase, la experiencia, el talento y la creatividad son claves. Anímense a descubrirlo, no saldrán indemnes de él.