"En los ochenta la radio y la televisión estaban obsesionados con el synth-pop y los tipos de aspecto afeminado"
Por: J.J. Caballero
Por: J.J. Caballero
Hacía demasiado tiempo que no teníamos noticias de The Long Ryders. La banda que sentaría las bases del nuevo country americano a principios de los ochenta y que reaparecería intermitentemente a principios del nuevo siglo está de vuelta con "Final Wild Songs", una celebración discográfica que revisa su impecable trayectoria en una panorámica ocupada por cuatro discos, directos incluidos, y una gira española que comienza estos días en Madrid y les mantendrá vivos (y coleando) ante nuestro público durante cinco fechas para recordar. Sid Griffin, uno de los puntales del grupo e inspirador de la mayoría de sus grandes momentos, charla con nosotros y asegura que lo que está por venir, tenga continuidad futura o no, será sin duda igual de bueno o mejor que lo que vino.
Llevamos mucho tiempo sin noticias sobre The Long Ryders. Ya era hora, y además la noticia no podría ser mejor: una caja recopilatoria con cuatro CDs. ¿Qué podemos encontrar en ella?
Sid Griffin: En realidad tocamos en cuatro conciertos en España en diciembre de 2014, así que en cierta modo hemos seguido estando por aquí. Al publicar una caja de cuatro CDs tienes que girar, sería de locos no hacerlo, tienes que promocionar un proyecto así. Contiene sobre un 95 % de nuestros álbumes y EPs y tiene demos, tomas alternativas y un par de sorpresas no oídas hasta ahora. Incluso hay una versión en directo de "Looking for Lewis & Clark" en el programa Whistle Test de la BBC. El cuarto CD es una estupenda emisión en directo de un concierto en Europa en marzo de 1985 que nadie había escuchado antes, que es un regalo genial para cualquier fan de Long Ryders o del rock & roll de guitarras.
No es solo rock americano o country clásico, como muchos de vuestros seguidores dirían, sino mucho más que eso.
Sid Griffin: Mucha gente hoy acredita a The Long Ryders como los impulsores de la “americana” o el alt-country o las escenas limítrofes con esas músicas. Obviamente, no fuimos los primeros en tocarlas pero sí los primeros de una entonces nueva generación de músicos. No había una escena oficial antes de nosotros en la llamada música “americana” ni tampoco ningún formato de radio dedicado al alt-country. Poco después de separarnos nacieron ambas. Definitivamente, ayudamos a que arrancaran.
¿Eres consciente de la gran influencia en un gran número de bandas y solistas que han pasado horas y horas escuchando vuestras canciones a lo largo de su carrera?
Sid Griffin: Lo soy. Jeff Tweedy y Jay Farrar estaban en una banda punk en la onda de Black Flag, en la zona de St. Louis, y tocamos en la tienda de discos donde ellos trabajaban. Después de ver a Long Ryders en directo dejaron el punk rock y se convirtieron en Uncle Tupelo. Chris Robinson, de The Black Crowes, era y es un gran fan, uno de los mejores. Lucinda Williams era otra grandísima seguidora de Long Ryders y fue nuestra telonera tal vez una docena de veces. The Jayhawks también lo fueron en aquellos días e hicieron bien en seguir juntos y continuar su carrera con gran éxito. Claro que me gustan todos ellos y estoy muy orgulloso de haberles servido de ayuda.
No debe haber sido fácil el trasiego desde sellos independientes a multinacionales manteniendo vuestra propia identidad por encima de todo. ¿Alguna vez pensasteis en abandonar después de algún período turbulento?
Sid Griffin: Lo hicimos, abandonamos tras un período bastante turbulento. Nos separamos en 1987 después de pasar por uno de ellos, pero tampoco había otro sitio donde ir. Todas las emisoras que ponían nuestra música seguían haciéndolo pero eso no significaba que tuviesen cobertura suficiente para convertirte en una estrella. En la radio comercial entonces pinchaban synth-pop, que es la peor música desde que el rock & roll empezó a convulsionar las ondas hertzianas hacia 1954. John Peel en el Reino Unido no ponía nuestras canciones. Como digo, no había otro sitio donde ir.
¿Por qué crees que las emisoras de radio y programas de televisión os ningunearon durante esa década de los ochenta, probablemente la más sobresaliente que tuvisteis como grupo creativamente hablando?
Sid Griffin: Porque estábamos demasiado en la onda para ellos. Los programas de radio y televisión de los años ochenta estaban obsesionados con el synth-pop y los tipos de aspecto afeminado. Te metes en YouTube y aquellos viejos programas están llenos de actuaciones en las que aparecen con ropa increíblemente colorida y estrafalaria, moviéndose como tu padre en una fiesta de jubilados de su empresa después de haber fumado marihuana por segunda vez. No había sitio para Long Ryders en esos programas y nos lo decían de vez en cuando. Fue un acto visionario que la BBC nos programara en un show nacional como el Whistle Test. En Estados Unidos no creo que actuásemos en ninguno a ese nivel, solo en algunos más pequeños, de carácter regional.
Tom Stevens (bajista) y tú mismo tardasteis más de un año en recopilar y organizar todo este material. ¿Fue una dura labor?
Sid Griffin: Perdón, nos llevó más de dos años recopilar, organizar, ordenar los créditos y conseguir los permisos legales para publicar esta caja. Creo que en total pasaron treinta meses desde la primera reunión hasta la fecha oficial de publicación. Trabajé en ello unas quince horas a la semana durante todo ese tiempo, así que sí, realmente fue muchísimo trabajo, pero mira el resultado. Ha quedado genial, el sonido ha sido remasterizado estupendamente y particularmente las canciones de "State of our union" nunca sonaron tan bien. Nunca. El trabajo gráfico de Phil Smee es brutal, el tipo es un genio, lo he dicho antes y lo volveré a decir, es un genio. El libreto es fantástico, los comentarios sobre las canciones dan bastante información y son divertidos, el poster es muy ilustrativo… Estoy muy contento con este box set.
¿Cuál era el objetivo de esta labor? Es decir, ¿es la recopilación una panorámica real de toda vuestra música o lo que intentasteis es destacar la importancia de algunas canciones y grabaciones?
Sid Griffin: "Final wild songs" es una caja recopilatoria que pretende ilustrar la importancia de The Long Ryders, un eslabón en la cadena que conecta a Gram Parsons con los Clash. Fuimos, como el gran Johnny Black escribió, “la banda perfectamente adecuada en el momento perfectamente equivocado”. Otro escritor y cómico como Stewart Lee escribió: “The Long Ryders merecen estar en el panteón de las Grandes Bandas de Rock Perdidas junto con Big Star y los Flamin’ Groovies”. Estoy de acuerdo con ambas afirmaciones.
¿Cómo decidisteis incluir los cortes en directo en la BBC y las sorprendentes remezclas de ‘State of our union’?
Sid Griffin: La toma en directo de la BBC de ‘Looking for Lewis & Clark’ fue fácil de localizar pero complicada a la hora de conseguir los permisos. Pero es una actuación enérgica , así que me alegra que esté en el box set. Fue una actuación real para una televisión en directo, no para ser grabada, sino una actuación de verdad. De ‘State of our union’ solo hay dos remezclas y fueron hechas por Nick Stewart antes de que supiésemos nada de ellas, nadie nos dijo que él las estuviera haciendo. Permanecieron ahí sin publicarse durante años porque Nick fue despedido por Island Records sobre un mes después de que hiciera las remezclas, así que nadie las había escuchado hasta hace poco, pero como digo, ningún Long Ryder estuvo involucrado en ellas.
La otra actuación en directo, la que ocupa todo el cuarto CD, es probablemente una de las mejores que os hemos escuchado nunca. ¿Estabais en vuestro mejor momento durante aquellos días en Holanda?
Sid Griffin: Sí, estoy sorprendido de lo que bien que suena esa cuarto CD. No recuerdo haberlo oído ni una sola vez antes, pero nuestro bajista Tom Stevens habló de este show en particular durante años y años. Me dejó pasmado oír cómo tocábamos, de verdad que me hace sentir orgulloso escucharlo, éramos taaaaaaaaaaaaaaaan jóvenes y teníamos tanta hambre. Así es como sonaremos cuando el público nos escuche en directo en 2016 o 2017, porque ese es el punto de referencia para nosotros, el nivel que debemos alcanzar cada vez que nos subimos al escenario.
Sabemos que David Fricke, el célebre escritor y periodista de Rolling Stone, es uno de vuestros mayores fans, y además ha escrito unos párrafos brillantes como introducción a este box set. Es una prueba de que el público, no solo el americano, cree que The Long Ryders sois una especie de cumbre de su cultura popular.
Sid Griffin: Sí, David Fricke es un escritor muy famoso en Estados Unidos. No sabía que era tan conocido en Europa pero no me sorprende en absoluto. Es un enorme fan, siempre lo ha sido desde que nos vio en Nueva York en 1984 y siempre ha tenido grandes palabras para The Long Ryders. Ha ayudado a que nuestra bandera siga ondeando.
¿Es este lanzamiento la única razón para teneros de nuevo juntos en gira?
Sid Griffin: Sí, estamos girando para presentar el box set, probablemente no lo haríamos si no fuera por esta razón. The Long Ryders queremos ser como los Flamin’ Groovies, una banda que gira cada dieciocho meses o dos años, solo por el placer de hacerlo, haya o no un nuevo disco en el mercado. Es divertido tocar con The Long Ryders, y tocaríamos más de no ser porque nuestro batería, Greg Sowders, trabaja diariamente en una discográfica en Hollywood y no puede faltar al curro con demasiada frecuencia. Tom y yo el guitarrista Stephen McCarthy sí podemos… Solo somos músicos, no mucho más, aunque yo escriba un poco y aparezca en la BBC de vez en cuando. Pero si Greg pudiera escaparse más a menudo tocaríamos más.
Vuestra última resurrección se produjo en 2009 pero cinco años después aparecisteis de nuevo en una gira breve por Europa. ¿Qué sensación os quedó tras aquellos conciertos?
Sid Griffin: Nuestra última resurrección tuvo lugar en 2014 cuando hicimos cuatro conciertos en España en diciembre. En enero de ese año dimos nuestro primer bolo en Los Angeles después de veintisiete años, tocamos seis canciones en el Troubadour. Fue divertido pero mucha distancia para solo seis canciones. No obstante se trataba de un concierto benéfico y éramos cabeza de cartel así que no debería quejarme.
Bienvenidos a España de nuevo, un país en el que siempre habrá alguien deseando veros y escucharos. Serán cinco fechas para demostrar lo que aún sois capaces de hacer.
Sid Griffin: Sí, The Long Ryders le tienen muchas ganas a España, como siempre.