Por: Txema Mañeru
¡No cabe duda que Leiber & Stoller, quizás junto a Bacharach & David y Goffin & King, son la mejor y más prolífica pareja compositora de los años 50 y 60! El rock’n’roll, el rhythm & blues y el soul no sería lo mismo sin sus centenares de composiciones. Si miras las listas de éxitos de aquellas décadas verás tropecientas mil de sus mágicas composiciones.
En el sello Acrobat Music, que aquí es distribuido por la gente de Karonte (también Smithsonian Folkways Ruf Records, Compass Records y muchos sellos recomendables más), están especializados en recuperarnos joyas de esas gloriosas décadas. Así nos acaban de traer de unos genios del country clásico como The Louvin’ Brothers, “The Louvin’ Brothers Collection 1949-62”, con 56 temas de los que les llevaron al panteón de Nashville. Otro artefacto de música más panorámico es “The First Hot 100 Of The 60s”, que trae en cuatro compactos a un precio irrisorio los cien temas que encabezaban las listas del Billboard en el 4 de enero de 1960. Conviene pasarse por www.acrobatmusic.net para descubrir estas antiguas joyas musicales.
Pero ahora queremos centrarnos en el artefacto doble de Jerry Leiber & Mike Stoller. Consta de 58 temas y casi dos horas y medias de música inmortal. Entre ellos hasta 5 números 1 en USA en las listas generales y un total de 9 en las listas de R&B. Además otros dos temas fueron número 1 en las listas británicas. Compusieron para grandes como The Drifters, Little Richard, Buddy Holly, Ray Charles, Big Mama Thorton, Fats Domino, Ben E. King o Ruth Brown. También interpretaron sus temas ya entrados en los 60 figuras como los Rolling Stones, Jimi Hendrix, The Beatles, The Beach Boys u Otis Redding.
Hubo dos grandes artistas para los que compusieron más abundantemente que para los demás. Esos fueron The Coasters y el Rey del Rock, Elvis Presley. Así entre estos 58 temas de esta década prodigiosa para ellos tenemos un total de 15 éxitos de The Coasters. Quizás los más populares y los más apreciados por un servidor sean el divertido "Yakety Yak" y el insinuante "Poison Ivy". Pero merece la pena oír si aún no las hecho otras joyas como "Down in Mexico", "Searchin" o "Charlie Brown". Además en esta estupenda recopilación con gran libreto informativo y con fotografías de 16 páginas, tenemos el placer de oír algunos de estos éxitos por diferentes intérpretes. Y por ejemplo el "Searchin’’ de Jack Eubanks, que no conocía, es más que agradable.
Elvis Presley fue con quien más "números uno" consiguieron y aquí tenemos diez temas que la pareja compuso para él. Los más destacados son los inmortales "Hound dog" y "Jailhouse Rock", que llegaron a lo más alto de las listas. Pero también lo hicieron con esa preciosa balada que es "Don’t". No fue número 1 pero lo mereció otro estremecedor lento como "Love me". También tenemos otros éxitos para el baile como "King Creole" o "Treat me nice". Con Elvis tenemos la fortuna de escuchar algunos de estos temas en otras grandes gargantas. Así el "Hound dog" de Big Mama Thorton no desmerece en absoluto. Luego a mí me gusta más aún la versión del "You’re so square (Baby I don’t care)" que hizo el gafotas Buddy Holly antes de que llegará ese fatídico día en el que la música murió como dice la canción de Don McLean.
Otra garganta maravillosa como la de Ben E. King hizo propias esos estremecedores lentos presentes aquí que son "Spanish Harlem" y, sobre todo, el sobrecogedor "Stand by me". A estos nombres y canciones inolvidables suma los de Charles Brown, Chuck Jackson, Ruth Brown, The Drifters, Joe Turner, Perry Como, LaVern Baker o Lonnie Donegan y te harás una idea todavía más amplia de lo que tenemos aquí. Entre las perlas menos conocidas quiero repartir tres medallas más. El bronce sería para el potente "Bazoom (I need your lovin’)" en la versión de The Charms (también aparece otra buena por parte de The Cheers). La plata sería para el estremecedor soul de Damita Joe, "I’ll be there". Por último el oro lo guardo para el "Spanish Harlem" en la interpretación instrumental y fronteriza de Santo & Johnny, aunque también tenemos aquí otra cantada (bien) por Jimmy Justice. ¡A estos grandísimos compositores habría que hacerlos santos de verdad porque la música no hubiera sido igual sin ellos!