Por: Sandra Sánchez
Primer corte, “I´ll do it my way”. Escuchas los primeros quince segundos y pulsas el Pause. Vuelves atrás, ¿qué está sonando, son Arctic Monkeys? Los ritmos podrían corresponder perfectamente a los de la banda de Sheffield y la voz del cantante de New Pull (Marcelo Pull) es la de Alex Turner pasada por... ningún sitio, es la voz de Alex Turner.
Compruebas que no, que estás oyendo a New Pull, vuelves a dar al Pause y la música continúa. Han captado tu atención y quieres escuchar más.
El corte número 2 “If you love me”, elegido como single de presentación, confirma la primera sensación y que estamos ante un grupo que busca y consigue un sonido británico potente, con estribillos pegadizos ("if you love me, then say you love me") y coros adictivos que invitan a cantarlos una y otra vez.
Ritmos contundentes que terminan de forma abrupta y rotunda, gran protagonismo de la batería de Kiki Tornado y doce canciones que una tras otra son una invitación a bailar y a recuperar quizá una época (aquella new wave de finales de los 70) que parecía olvidada, al menos en el panorama musical español. Por esa falta de referentes más cercanos, de otros grupos que estén haciendo algo parecido por aquí, la música de New Pull resulta más atractiva. Es una apuesta por sonidos definidos en los que la banda cree y en los que se mueve como pez en el agua, dando la sensación de estar presentando exactamente lo que quieren, un trabajo bien armado.
Hay bastante uniformidad en cuanto a los temas del disco. Cualquiera de ellos podría ser elegido como single y sería una buena elección. No hay grandes altibajos, canciones flojas escondidas entre otras más poderosas. Todas tienen su buena carga de adrenalina y ritmo para dar y tomar.
“We are gonna make it” incorpora un toque algo más punk/rock, también muy muy setentero, que invita a pensar que en directo del grupo tiene que ser una fiesta, como también lo hacen los dos temas más pop del disco, “Hey girl” (algo más pop) y “She´s gonna be mine”.
Destaca sin duda el sonido por encima de las letras, quizá excesivamente sencillas, con mensajes del tipo “Girl, no matter what you say, I just wanna be with you” o “What´s your name? Don´t you worry, I don´t care”. Pero si lo que se buscaba era acompañar a la música de ese mensaje de libertad, de pasar por la vida de forma desenfadada, ligeros de equipaje y sin darle demasiadas vueltas a nada, está conseguido.
Un primer álbum interesante el de este trío de músicos que llevan un buen recorrido ya a sus espaldas. Un recorrido que se nota y que se agradece.