Por: Txema Mañeru
¡Brillante y completísimo repaso a una carrera ejemplar! Como que no quiere la cosa han pasado ya 20 años desde la formación del grupo escocés quizás más importante de la historia y, desde luego, el más trascendental del nuevo milenio. Dos décadas que aparecen aquí recopiladas con gusto y con mimo por sus propios autores y en su propio sello. De hecho hasta hay una edición en magnífico box-set de 6 LPs. La de 3 compactos contiene también los 34 cortes básicos en casi 4 horas de duración que suponen un inmejorable repaso a todo lo que han grabado a lo largo de todo este tiempo en estudio. También son una de las mejores bandas de las dos últimas décadas en directo. Por eso creemos que un artefacto como este debiera tener luego continuación con algunos de sus brutales, incendiarios y tan especiales conciertos.
La estructuración de los temas no es estrictamente cronológica pero está cerca de serlo, salvo en el tercer disco que contiene los temas más raros, difíciles de conseguir o de discos muy especiales. Así el primer disco se abre con los míticos singles del 75, ‘Summer’, con sus ya habituales cambios de ritmo y esas majestuosas campanas casi a lo Mike Oldfield, y ‘Helicon 1’ que luego agruparon en el “Ten Rapid” del 97. Saltan a su despegue de ese mismo año con esa delicia cantada por Stuart Braithwaite que es ‘Cody’ que pudiera estar entre las cimas del sadcore, de Codeine, Slint o los primeros Low. Otro tanto podemos decir del slowcore gélido de ‘Christmas steps’ que luego se encabrita para de nuevo regresar a la calma y superar los 10 minutos.
En este primer y gran compacto tenemos también su homenaje a ‘Stanley Kubrick’ y dos de las bombas de su mejor y más completo disco, el célebre “Rock Action”. Sigue siendo una maravilla absoluta el escuchar los sonidos de cuerdas y la tenue voz de ‘Take me somewhere nice’. Cierra esta primera parte su primer gran éxito. Los 16 minutos del ‘Mogwai fear Satan’ de su debut que sigue siendo un gran carrusel de sensaciones.
Los 75 minutos del segundo compacto se abren con ‘Auto rock’ y esa fuerza épica y grandilocuente basada ahora en piano y sintetizadores, pero con su siempre habitual y firme sección de ritmo. Fuerza que perdura en ‘Travel is dangerous’ de nuevo también con acertadas voces, aunque no sea lo habitual en un grupo predominantemente instrumental. Otra gozada es la paz y el piano inicial por Morrison de ‘I’m Jim Morrison, I’m dead’ que luego adquiere también una intensidad épica a raudales. ‘Batcat’ es una salvajada total a lo Swans o Godspeed You! Black Emperor. Otro de sus temas más logrados y populares, ya de épocas más recientes es el ‘Rano Pano’ con sus estupendas guitarras graves y a tope de saturación. Suena más luminosas las 6 cuerdas, aunque también explosivas en ‘How to be a werewolf’, tema, como muchos otros, que hacen las delicias de los seguidores de The Jesus And Mary Chain o My Bloody Valentine. No en vano, Alan McGee, su manager de la época del “Mr Beast” (2006) dijo del disco que era el mejor disco de art rock desde el “Loveless” de los My Bloody Valentine.
No falta una joyita como el ‘Wizard motor’ de su destacada banda sonora de “Les Revenants”. Así se llega hasta su flamante “Rave Tapes” del 2014 con unas ‘REmurdered’ y ‘The Lord is out of control’ con más espacio para la electrónica y ciertos aromas al mejor kraut-rock. Cierra el segundo compacto la preciosa ‘Teenage exorcists’ de un reciente Ep y otra buena muestra cantada que encantará a los fans de los más oscuros The Cure.
Pero lo mejor para los acérrimos de la banda escocesa viene en el tercer compacto. Aquí caben joyas raras de todas sus épocas desordenadas pero excitantes. Se inicia con los más de 8 minutos cantados del ‘Hugh Dallas’ de la reciente reedición del “Come On Die Young”. De la banda sonora, campo en el que son reputados especialistas, de “Zidane” tenemos el magnífico piano y los aires a música clásica del siglo XXI de ‘Half time’. Otra joya con voz del single “Batcat” es ‘Devil rides’, y del single “Rano Pano” tenemos la cañera y rockera al estilo de sus directos, ‘Hasenheide’. Regresan a “Les Revenants” con la inconfundible ‘Hungry face’ con sus llamativos y preciosos teclados.
De un antiguo y raro EP del “2001 US Tour” recuperan el precioso mantra lento con guitarras y vientos sintetizados, ‘D to E’. Acaban con su single también del 2001, ‘My father my king’, con su inicio pausado marca de la casa y luego explosivas y salvajes guitarras hasta superar los 20 minutos de duración y que volverán a hacer las delicias de los seguidores de la banda de Michael Gira. Este temazo y el clásico ‘Mogwai fear Satan’ son sus ‘Sister Ray’ particulares. ¡Tanto si eres seguidor de los escoceses como si quieres conocerlos ahora un artefacto ideal y muy logrado en cualquiera de sus cuidados formatos!