Por: Txema Mañeru
Soy un gran seguidor de los Who y me encanta "Tommy", pues me parece una de sus indudables cumbres junto al "Who's Next", pero debo reconocer que no conocía la existencia de este olvidado disco que se presentó por primera vez en 1972 y llevaba más de 30 años ausente del mercado, al parecer.
Estamos hablando de la ópera rock más famosa y prestigiosa de todos los tiempos. Esta idea sinfónica partió de Lou Reizner pero enseguida le entusiasmó a Pete Townshend, su principal creador y ello hizo que se involucrarán también más los Who. La London Symphony Orchestra está presente con 104 músicos y está dirigida por David Measham. Además tenemos al maravilloso Chamber Choir con 60 voces celestiales. A todo eso hay que sumar solistas invitados del calibre de Steve Winwood, Rod Stewart, Richie Havens, Ringo Starr o los ya citados Pete Townshend, Roger Daltrey y John Entwistle. Pero además están las magníficas voces femeninas del folk británico que eran Sandy Denny (preciosa su 'It's a boy'), Merrie Clayton (muy bien en su papel más soul en 'The acid queen') y, sobre todo, Maggie Bell que aparece hasta en tres temas pero está especialmente emocionante en 'Tommy can you hear me?'.
Además el disco original contaba con un maravilloso artwork que se hizo con el Grammy a la mejor presentación. Ahora en digipack también es una preciosidad. Más aún el colorista y psicodélico libreto de 20 páginas con todas las letras y unos dibujos realmente alucinantes. La famosa 'Overture' entra espectacularmente con la orquesta en pleno. Las voces de Daltrey, Winwood y Graham Bell, acompañadas por orquesta y coro son una pasada en '1921'. 'Sparks' es otra joya orquestal y 'Eyesight to the blind' suena celestial en la voz de Richie Havens. 'Christmas' también mejora con Daltrey y Winwood y un coro y unas percusiones épicas totales. En principio Rod Stewart iba a tener una participación mayor, pero al involucrarse más los Who su presencia se quedó reducida a un fantástico 'Pinball Wizard'.
El Chamber Choir está especialmente inspirado en momentos como 'Sally Simpson', pero más aún en una fantástica 'Go to the mirror boy' en la que también está la voz de Richard Harris. De 'I'm free' tenía que encargarse Roger Daltrey y sale con nota, por supuesto. El apoteósico final con 'We're not gonna take it' y 'See me, feel me' está a la altura de las composiciones originales de Pete Townshend y los Who. ¡Un grandísimo trasvase de música rock al formato clásico y una gozada total para cualquier seguidor de "Tommy" o de los Who!