Por: Txema Mañeru
Elvis Presley, Bob Dylan, The Beatles son de esos clásicos inmortales que como el turrón y las luces, regresan a nuestros hogares por Navidad. Con los que llevan muchos años muertos, como es el caso del Rey del Rock se ha hecho ya todo tipo de experimentos. Unos con más acierto que otros. Por ejemplo ese Elvis discotequero no había por dónde cogerlo.
Su música, sobre todo en su última etapa siempre fue muy orquestal y de hecho, ya grabó discos y temas con acompaña miento de cuerdas. Pero nunca grabó con una orquesta completa y esa es la original o, no tanto, idea que han tenido ahora. Pero, tranquilos, los resultados y las canciones escogidas pasan la prueba con nota. Especialmente para los amantes, como yo, de su última etapa y de sus baladas más desgarradoras.
Según su hija, Priscilla Presley, productora ejecutiva, este ha sido un sueño hecho realidad para su padre que siempre soñó con algo similar. En la producción han puesto a dos alquimistas en estas lides como Don Reedman y Nick Patrick y lo han hecho en Abbey Road a lo largo de más de un año de trabajo. Sólo para extraer su voz de los originales la cosa fue enormemente laboriosa para lograr la mayor calidad y fidelidad al sonido real de las canciones. Además se ha hecho una versión de lujo en vinilo y también hay edición especial en compacto con tres temas más. Ya sabes, para sangrar los bolsillos de los más seguidores y con más medios.
Pero vayamos a las canciones y los resultados. Empieza con la animada "Burning love" a la que las cuerdas no la dañan. Además ahí siguen esas increíbles guitarras de James Burton y James Graydon. Hay muchos temas apropiados para este nuevo formato como las muy conocidas torch songs, "It’s now or never", "Bridge over troubled water", la estupenda y emocionante "Can’t help falling in love" o, una de mis favoritas de siempre, "In the ghetto".
Los temas están escogidos de entre toda su trayectoria. Por eso no extraña tampoco la aparición estrella de "Love me tender", una de sus primeras y también de las mejores baladas que firmó nunca. Y nunca mejor dicho porque es la única que lleva su nombre en la composición, aunque entre ellas aparezcan grandes como la ya citada de Paul Simon, Neil Diamond o James Taylor.
Claro que para redondear un artefacto de estas características y darle otro empujón comercial más hacía falta algún dueto de postín. El elegido ha sido Michael Bublé que cumple en una siempre sexy "Fever" con buen piano y vientos. ¡Seguro que aparece en single! Tenemos también ese buen blues que es "Steamroller blues", con la guapa guitarra de Burton, otra vez. No podía faltar la grandiosa y épica "An american trilogy" que seguro que hará llorar de emoción a mi amigo de gran corazón, Fran, pues es su favorita de siempre. El final es también realmente apoteósico y estupendo con un ‘If I can dream’ que realmente te hace soñar. ¡Esperemos que próximos inventos con El Rey sean tan satisfactorios como este!