Por: Txema Mañeru
Ahora que acaban de aparecer en El Giradiscos y en multitud de medios las listas con los mejores discos del año tengo ganas de escribir sobre el indiscutible Mejor Disco del 2015. Ya sé que en muchos medios no aparece pues se trata de grabaciones antiguas. ¡Pero qué grabaciones y qué canciones!
Ya de por sí la colección “The Bootleg Series” que hace años nos está trayendo Sony Music, a través del sello de casi toda la vida de Dylan, Columbia / Legacy, es modélica y la mejor recuperación musical de la historia de material “perdido”. Pues bien, dentro de ella este Volumen 12 titulado “The Cutting Edge” y recogiendo material de su época mercurial, es de lo mejorcito que ha salido, sino el mejor. Bien es cierto que el todavía reciente “The Complete Basement Tapes” , “Tell Tale Signs” o alguno de los “Live” especialmente “Live 1975” pueden estar ahí pugnando por ese título al mejor volumen.
Aquí tenemos su época más emblemática al completo. Un par de años en los que editó consecutivamente “Bringing It All Back Home”, “Highway 61 Revisited” y el primer disco doble de estudio de la historia, “Blonde On Blonde”. ¡Nadie ha podido superar esto nunca ni nadie lo hará jamás! Es curiosos, además, lo que está demostrando esta colección. Siempre se hablaba de que Bob Dylan apenas producía sus discos y que solía grabar casi todo en primeras tomas y demás. El caso es que en las ediciones ampliadas de estas Bootleg Series estamos gozando de interpretaciones bien diferentes de las mismas y geniales canciones.
Esta magnífica edición compilatoria de dos compactos contiene casi 150 minutos de música y 36 temas. También, como siempre, una preciosa presentación en caja dura y un impresionante libreto de 62 páginas. Montones de fotografías, discos, textos de expertos y hasta el de Al Kooper recordando la anécdota de la grabación de su inolvidable órgano para "Like a rolling stone". También hay una estupenda edición en 6 compactos y otra exhaustiva, pero igualmente apasionante, de 18 CDs. Por ejemplo, de esta última, es apasionante adentrarse en un disco (el 14 creo) exclusivamente consagrado a "Sad eyed lady of the lowlands" (primera canción en ocupar toda una cara de un LP y que aparece en 4 versiones) y a "Stuck inside of Mobile with the Memphis blues again". La magia y las transformaciones en las canciones te llevan a mil lugares.
Pero centrándonos en la casi obligatoria, al menos, edición doble, decir que todos los temas, excepto dos, son inéditos. Comienza con la preciosa "Love minus zero / No limit" que sí que tiene algo menos de chispa que la original. Luego podemos disfrutar de gran parte de las mejores canciones que compuso nunca. En el caso de "Subterranean homesick blues", "Positively 4th street" o "One of us must know (Sooner or later)" suenan preciosas y bastante cercanas a las originales. En otras las modificaciones son destacadas y en algunas casi se pudiera pensar que para mejor. Por ejemplo con piano y voz una hermosa "I’ll keep it with mine", una acústica "She belongs to me", una "Outlaw blues" mucho más rhythm & blues, con crudas guitarra y armónica, o unas rockeras y salvajes "If you gotta go, go now" o "It takes a lot to laugh, it takes a train to cry". Suenan mucho más aceleradas pero estupendas "Visions of Johanna", "Pledging my time" o "Just like a woman". También está crudo en una muy poco conocida "Lunatic Princess".
Una de las que aparece, para mi gusto, más alterada, pero casi más encantadora que la que conocemos es "Can you please crawl out your window?". También brilla, cómo no, una indispensable y cambiada "Like a rolling stone" hasta en dos versiones. Es la única que se repite en la edición doble junto a "Desolation row" que aparece en una breve demo al piano y en otra apasionante y extensa más cercana al original. Bueno, también aparece como cierre del disco en una segunda y brevísima versión el arranque de "Highway 61 revisited", para así apreciar lo bien que se lo pasaban en algunas de las sesiones. Este aspecto se aprecia mucho mejor, por supuesto, en la caja con 18 compactos y con montones de tomas, falsas y no, de muchas de estas canciones ya históricas. En fin, horas y horas de auténtico placer.
Si “Like A Rolling Stone” es la canción con mayúsculas de la historia este disco es el reglao de estas fechas señaladas. ¡Háztelo, házselo!