Por: Kepa Arbizu
Hace casi dos años Dixie Town publicaban un disco grabado en directo, "Burned Alive", que venía a ser un repaso de su carrera hasta ese momento. En él recorrían un bagaje construido a base de un intenso y eléctrico blues trabajado bajo unas formas de hard rock. Pura energía. Tras dicho trabajo los gallegos se presentan ahora con un nuevo disco, "Same Old Story", alimentado con esa misma garra pero, sin embargo, trabajado en muchas más direcciones, prescindiendo, o cuanto menos relegando, esa rotundo inmediatez por un recorrido repleto de recovecos.
Bajo la producción, y la aportación musical en muchos de los temas, de su de su admirado y cercano (ha colaborado con ellos en diferentes momentos pasados) Hendrik Röver, la banda construye unas composiciones con más detalles sonoros y de forma genérica bajo un acercamiento más clásico a sus influencias. Nuevas, aunque no tantas, formas que también tienen su representación en la propia formación del grupo, dejando atrás su alineación de power trío para presentarse como cuarteto, incorporando los teclados de Isaac Campos, elemento que incide todavía más en esa multiforme visión musical.
El blues va a seguir siendo elemento esencial en la columna vertebral del álbum, por extensión del grupo, y como tal, teniendo en cuenta ese interés por la variedad que se percibe en el disco, dejará diferentes representaciones a lo largo de él. Lo veremos por lo tanto desfilar igual bajo un ritmo boogie, entre Johnny Winter y John Lee Hooker, en "Lightnin’ Hopkins"; con un deje más cadencioso y de punzantes guitarras ("Real Funky Woman"), o demostrando contundencia y oscuridad en "Lost Peter’s Blues". En "Taste It" cabalgarán atropelladamente con cierto espíritu garagero a lo Gallon Dunk o The Fuzztones, dirigidos por la harmónica de Eric Oblander de Five Horse Johnson.
Dentro de esas miras más amplias que ejercitan Dixie Town hay espacio para ejercicios de estilo de rock and roll pegadizo y dinámico que recuerda a los Stones, "Down the Road", sitúan el gospel en el asfalto de una larga y calurosa carretera por medio de "My Lord" e incluso dejan espacio para practicar su habitual sonido musculoso y directo con el hard rock como cabecera en "No Regrets". Pero si de nuevas miras hablamos, sin duda el foco más llamativo está en esos medios-lentos tiempos que contiene, composiciones nada habituales hasta la fecha en los gallegos, que además demuestran la capacidad de su cantante Pepe Ferrández para salirse de esos registros salvajes y huracanados que maneja para mostrarse más delicado e igual de solvente. Será la imagen de Van Morrison o Rod Stewart las que dejen su rastro, con ese logrado sonido del órgano, en el medio camino entre rock y soul que son "Up", "Useless Dog" o la magistral "Maybe".
Dixie Town habían mostrado hasta la fecha que de musculosa calidad eléctrica estaban sobrados, y de su forma feroz de representar el blues, pero este "Same Old Story" es de esos saltos adelante que te hacen caer de pie y bajo espléndida pirueta. La variedad y los matices que imprimen a su sonido, dotándoles de un gusto más clásico, sirven para sumar puntos a una propuesta que en esta ocasión es imposible no catalogar de excelente.