Por: Txema Mañeru
¡Estas son las paradojas del éxito! El grupo irlandés The Frames es uno de los mejores que ha dado ese país en los últimos 25 años. Su carrera iba viento en popa hasta el año 2006 en que sacaron su aclamado y exitoso octavo disco, "The Cost". Fueron protegidos del gran productor Steve Albini y muchos creían que podían ser merecedores de la fama y el reconocimiento de otras bandas como Radiohead o The National. El caso es que su cantante y principal compositor, Glen Hansard, ya había sentido también atracción por el mundo del cine y había trabajado para Alan Parker en "The Commitments". También creó la banda The Swell Season junto a la multiinstrumentista checa Markéta Irglová. Entonces llegó la película "Once", también junto a ella, y el logro del Óscar a la mejor canción por la emocionante 'Falling slowly'. ¡Y todo cambió!
Colaboró con Eddie Vedder en su curioso e interesante disco "Ukulele Songs" y debutó totalmente en solitario, al menos bajo su propio nombre con "Rhythm And Repose" hace 3 años. Su buena acogida ha supuesto que cuando leas esto ya esté en la calle su segundo y esperado trabajo en solitario. Se titula "Didn't He Ramble" y sale también con el prestigioso sello Anti-, que aquí es distribuido por PIAS y cuenta con artistas de renombre como Wilco, Tom Waits o Joe Henry. El single de adelanto es la más que apreciable 'Winning streak'. Firmas de prestigio dicen que es su mejor trabajo hasta la fecha.
Por eso ha sido toda una sorpresa que aparezca ahora este disco de The Frames, su primera banda. Con él han querido conmemorar los 25 años de la formación del grupo y es como una cálida vuelta al hogar. Decimos esto porque la producción la ha hecho el que fuera primer guitarrista de la banda, Dave Odlum. La presentación está también a la altura como caracteriza siempre a Anti-. Precioso digipack y un guapo libreto con todas las letras de las canciones y hasta un buen texto de presentación a cargo de Hansard.
No es un grandes éxitos al uso pues ellos han elegido las canciones que les apetecían. Además han tenido el detalle de regrabar, con buenos resultados, dos de sus mejores temas y han añadido un tema totalmente nuevo para cerrar el disco que es una pasada de bueno y emocionante. Te hablamos de 'None but I' y su melodía te engancha desde un comienzo y supera a todos los temas del último de Mumford & Sons.
Pero antes abren esta magnífica introducción a The Frames con la experimental 'God bless mom'. No podía faltar esa calmada y preciosa melodía de 'Seven day mile' con su estremecedor violín y su gran estribillo. 'Happy' es un emocionante y épico lento que debieran escuchar los fans de Bon Iver, The National o The Smiths.
'Revelate' es uno de los temas regrabados y sus guitarras suenan con la contundencia de los Pixies y con igual intensidad pero a más baja velocidad. Le sigue uno de sus mejores temas de siempre, 'Fitzcarraldo', como la película de Herzog y la otra remodelada. Se vuelve a salir el violín de Colm y ese aire místico nos hace acordarnos de Van Morrison o John Martyn. 'Star star' es uno de sus más preciosos lentos y la desnudez del mismo resalta la tierna y emocionante voz de Hansard. Mi otro tema favorito del disco y de la banda es el épico 'People get ready'. Va creciendo su intensidad sin parar de manera apoteósica ayudada
por la gran voz y el mágico violín. El lado más progresivo aparece reflejado en 'The cost' y su apego a los Radiohead más arriesgados del "Kid A" en 'Ship caught in the bay'.
¡Gran y personal repaso y aperitivos que nos afilan los dientes para escuchar el nuevo disco en solitario de Glen Hansard, pero también para que haya nuevos discos de The Frames en un futuro próximo!