Por: David Centeno Casarrubios
Una nueva entrega de la banda "remakera" sueca, que invade nuestros oídos con su revival, lleno de influencias atemporales y clásicas.
El disco se abre con "Magnetic skunk" que dirige su galopada inicial hacia cualquier garaje abierto a finales de los años sesenta, llevando esa carrera frenética hasta el final. "The apple & the tree": este tema ha sido seleccionado como el video single de presentación, nada más escucharlo nos damos cuenta por dónde va a discurrir el disco, Una canción retro y atemperada, que intenta romper apoyándose en la fuerza vocal. "Exit 97" ofrece lo que tiene, alma, tristeza y una cadencia que recoge el relevo anterior. Con "Never theirs to sell" el disco vuelve a levantarse, contras de batería, palmas junto a una voz rasgada y rabiosa que navega sobre un clásico riff que podríamos haber escuchado hace cuarenta años, para terminar con una guitarras empapadas de wha wha. "Can’t walk out" es un tema sobrio y largo, con unos arreglos que lo dinamizan y unos cortes que le vuelven algo más complejo y completo que todo lo anteriormente escuchado.
La cara más triste y emotiva vuelve a hacer su aparición dentro de "Too much is not enough", pausada, acordes cristalinos mezclando la sensibilidad y la fuerza de los pequeños crescendos y unos coros femeninos que nos transporta intencionadamente en la dirección “norther”. "From a hole in the wall" , oscura, rápida y con un registro vocal diferente, hace subir la emoción en el disco, nos conduce hacia donde quiere gracias al bajo pegado a una batería sin respiros hasta el corte que nos sitúa de nuevo en la casilla de salida. "Hard-headed" empareja perfectamente con la anterior, sube la presión, vuelven los contras, unas voces dobladas, más solos cortos y pentatónicos llenos de sabor vintage que nos acompañan durante
todo el camino.
"Far too close" nos hace caer de golpe y por tercera vez en la melancolía que llena los medios tiempos del disco, en este caso la canción solo despega de manera fugaz, la intención es muy clara, hacer que los sentimientos afloren y se evaporen al escuchar su último tema "Stay for song",el final perfecto para una película que repite guión, historia y actores. Convertida en una cuarta parte menos exigente, que se acomodada complaciente, sin llegar a sobrepasar ningún listón artístico anterior.