Por: Kepa Arbizu
Parece mentira que estemos hablando en este instante del segundo capítulo del reencuentro discográfico entre los hermanos Phil y Dave Alvin. Ya resultó (gratamente) sorprendente ver como hace poco más de un año dejaban atrás historias pasadas y volvían a juntar sus fuerzas para en esa ocasión homenajear a Big Bill Broonzy por medio de aquel magnifico “Common Ground”. “Lost Time”, su nuevo disco, sigue honrando a las raíces sonoras que siempre han manejado, pero con algunas diferencias con aquel.
El blues se ha mostrado siempre como parte esencial del ADN musical de ambos, y lo demostraron en los geniales The Basters y lo siguen haciendo en el presente. Si en su anterior trabajo aprovechaban los diferentes matices del bluesman clásico para dar rienda suelta a ese gusto por picotear en diferentes vertientes, en esta ocasión todavía es más obvia esa actitud, recorriendo variados parajes del sonido clásico americano. Por si eso fuera poco, además hemos pasado de interpretaciones acústicas a unas principalmente guitarreras y eléctricas. Todo señales que nos llevan a emparentar de forma más directa este álbum con su pasado glorioso.
Lo que sigue intacto en este segundo capítulo de la rentrée de los hermanos es la utilización de composiciones ajenas. Sin tratarse ni mucho menos de un homenaje específico, la figura de Big Joe Turner cobra un peso específico, algo lógico viendo la significación de su figura como transición hacia el rock and roll. Serán hasta cuatro creaciones suyas las que aparezcan versionadas aquí. Tanto estas como las demás van a seguir por norma general un mismo esquema, mantener su esencia pero trasladarlas a un terreno personal. Así que respetando sus ritmos pegadizos, aunque relativamente alejadas de esa instrumentación de big band en detrimento de una forma más cruda y eléctrica, darán forma al elegantísimo blues-jazz de “Cherry Red Blues” o a las más rockandrolleras “Feeling Happy” o “Hide and Seek”.
Siguiendo básicamente esa forma de llevar a cabo las adaptaciones vamos a disfrutar con la facilidad con la que se llevan el gospel tradicional de “World’s In a Bad Condition” o “If You See My Savoir” a un robusto rhythm and blues y a una ambientación campestre respectivamente, siempre sin dejar de lado del todo ese tono litúrgico. Los sonidos rurales y primigenios de “Rattlesnakin’ Daddy” se manifiestan en un sobrio boggie y el ritmo trepidante que imprimía Leroy Carr en “Papa’s On the House Top” sigue presente pero en un contexto más country. A un clásico como “Please Please Please” de James Brown le extraerán todo su lado rock and roll, manteniendo su emotividad, y cabalgarán a ritmo de western por el todavía más conocido “In New Orleans (Rising Sun Blues)”, o lo que es lo mismo "The House of the Rising Sun".
Si en el regreso de los hermanos Alvin al estudio de grabación hace más de un año ya comprobamos su perfecto estado de forma (ya atisbado en sus diferentes carreras) y su facilidad para recuperar la magia conjunta, este segundo capítulo nos trae todavía más al presente todo ese sobresaliente legado que crearon con The Blasters a base de agitar los sonidos clásicos del rock and roll. Y como por pedir que no sea, esperemos que podamos disfrutar de nuevos episodios de estos geniales músicos.