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Wilco: "Star Wars"

Por: Alejandro Guimerà

A mediados de Julio nos llegó la sorpresa. Wilco regalaban la descarga de un nuevo disco a través de su web a cambio de una dirección de correo electrónico. Once nuevos cortes editados a través de su discográfica dBpm Records que hacían su décimo larga duración - sin contar con los dos fabulosos volúmenes del "Mermaid Avenue" que grabaron con Billy Bragg a finales de milenio-. Sin renunciar a la venta de la publicación física en CD y vinilo, no queda claro si la jugada de los de Chicago buscaba denunciar los abusos de la industria musical (a la que ya no pertenecen) o bien oponerse a las descargas ilegales. Según Jeff Tweedy la única razón era "porque les parecía divertido dar una sorpresa". 

Y es el efecto sorpresivo el primero que ha alcanzado al fan de la banda, pues ni previamente había habido anuncios de sesiones de estudio y visto desde fuera se veía al bueno de Jeff demasiado ocupado con su proyecto familiar Tweedy (junto a su hijo Spencer) como para sacar tan rápido la continuación de "The Whole Love" (2011). Con esta sensación de cierta improvisación y divertimento - que corroboran el título y la portada naif del gato -, que nadie espere que lo nuevo se englobe entre lo mejor de los herederos de Uncle Tupelo, pero tampoco vayan a pensar en una decepción, pues el talento de estos tipos no lo va a permitir nunca y siempre que traen algo nuevo ofrecen cosas interesantes. 

Especialmente su universo sonoro particular que planea en todos los rincones de este plástico de poco más de media hora de duración en forma de desarrollos instrumentales vanguardistas sin abandonar las estructuras del country- rock tradicional. Así, aparecen los efectos noise, los guitarrazos herederos de la new wave, las sintonías velvetianas y sobre todo el brillo melódico característico de la banda.

De este modo encontramos piezas instrumentales que firmarían los Sonic Youth o los Pavement más juguetones ("EKG"), brisas loudreedianas ("The Joke Explained") o johncaleianas ("You Satellite") , medio-tiempos country-pop ("Taste the Celing"), violentos guitarrazos bajo efluvios Arcade Fire ("Pickled Ginger"), baladas desnudas al estilo de "Jesus etc." ("Where Do I Begin"), los Wilco más vistos ("Cold Slope"), hits pegadizos para sus set-list futuros ("More...") y auténticas odas lennonianas ("Magnetized"). 

Como siempre sucede con los padres del Alt-Country, hay mucho para ver y escoger en este disco con nombre de saga cinematográfica. Matices y sensaciones múltiples emanadas de unas canciones que a buen seguro seguirán conservándose con el paso del tiempo.