Por: Alejandro Guimerà
Recién salidito del horno el primer recopilatorio de los británicos Starsailor nos da la alegría de la vuelta de una gran banda que ya teníamos por perdida. Y es que no todos pueden presumir de haber grabado con el mismísimo Phil Spector (sus últimas producciones fueron "Silence Is Easy" y "White Dove"), tener un hit en las pistas de baile de todo el globo terrestre como "Four To The Floor", tener un vocalista de la capacidad de James Walsh y haber vendido más de medio millón de copias de su disco debut solo en el Reino Unido.
Con un sonido que en sus inicios bebía de las fuentes de la música negra de raíz (maravillosa versión de "Grandma' s Hands" de Billy Withers se marcaron para una cara B), luego tiraron hacia el indie pop de finales de los noventa. Esta banda con nombre de disco de Tim Buckley nos cautivó con su místico y sentido debut de 2001 "Love Is Here", un compendio de canciones que pasaba la mano por la cara a todos sus compañeros de generación (llámense Coldplay, Embrace, Doves o Elbow). Luego llegó su confirmación con "Silence Is Easy" (2003) en el que colaboró el creador del "wall of sound" - algo les debió ver - e introdujeron mas guitarras eléctricas y formas pop a la vez que mantenían su épica y sus melodías redondas. Lo que no mantuvieron fueron las ventas ya que el disco no se vendió demasiado bien, aunque los derechos por "Four To The Floor" bien los cobraron a mansalva gracias a un remix de Thin White Duke que estuvo presente en todas las discos y radios del planeta.
El tercer disco, "On The Outside" (2005), tenía todos los elementos para triunfar, aunque en esos tiempos los que arrasaban eran los Libertines, Franz Ferdinand y unos niñatos de los que todo el mundo hablaban, los Arctic Monkeys. Y nuestros protagonistas quedaron etiquetados en el desfasado "brit pop" cayendo en el olvido del mainstream inglés. Aún así, aguantaron el tipo dando giras y grabando un cuarto disco años después, un correcto "All The Plans" (2009).
La flamante compilación rescata todo este legado poniendo énfasis en la ópera prima (¡ hasta siete temas !) y regalando dos nuevas canciones como son "Give Up The Ghost" y "Hold On" para forzar a sus seguidores a hacerse con una copia. De lo primerizo hay mucho de lo mejor, desde la que titula el álbum, a las tristes baladas "Alcoholic", "Fever" y "Way To Fall" (esta levantaría a un muerto), la naif "Lullaby", la memorable "Tie Up My Hands" y la quizás mejor canción que hayan escrito jamás "Poor Misguided Fool", arrebatadora, melancólica y titánica. Luego aparecen dos singles indie pop al uso como son "In The Crossfire" con su mezcla perfecta de guitarras y pianos (santo y seña de la formación) y su desgarro vocal, y la mas desenfadada "Silence Is Easy" con esa proyección guitarrera que tanto se exprimió en las bandas de las islas de cambio de milenio. También tenemos la presencia de las dos "Four To The Floor", aunque a decir verdad la remezcla rompe el tono del paquete, la bastedad de los ritmos sintéticos si bien se arropa de la melodía olvida el sentimentalismo de los de Wigan. "Tell Me It' s Not Over" y "All The Plans" de su último LP hacen presencia recordándonos que aún tienen cosas que ofrecer, mientras que otras como la menor "Keep Us Toghether" o la acústica y creciente "Born Again" completan el nuevo plástico.
¿Imprescindible? Solo si no tienes el "Love Is Here" ¿Necesario? Sí, siempre que sea la excusa para volver a la carretera y al estudio de grabación. Veremos luego si se solo nos traen buenas nuevas canciones o si nos vuelven a dejar helados como en aquel lejano disco de 2001 con el que se metieron en nuestras almas.