Vida Festival 2015. Sábado, 4 de julio

La Masia d'en Cabanyes, Vilanova i la Geltrú, sábado, 4 de julio del 2015

Por: Blanca Solà
Fotografía: Blanca Solà

Si algo caracteriza al Vida Festival, celebrado del 2 al 5 de julio en Vilanova i la Geltrú, es su espléndida localización como si se tratara de un cuento bucólico. La Masia d'en Cabanyes, Centro de Interpretación del Romanticismo Manuel de Cabanyes, fue, una vez más, el lugar escogido para disfrutar de música, arte y naturaleza en su estado más puro.

Aire libre, poder inspirar y sentir bosque, gigantes árboles que daban cobijo a los más calurosos durante unas horas, vergonzosos pájaros, mosquitos silenciosos y una luz que jugaba al escondite creando un ambiente de estudio, donde podías capturar las mejores instantáneas imprevistas como si fueras un profesional. Todo ello, cerrando los ojos y saboreando la mejor música de la mano de grandes artistas.

Con El Giradiscos, pudimos acercarnos a las actuaciones del sábado, uno de los días más interesantes del festival, donde nos deleitamos, al atardecer, con Fryars. Nos regalaron un sonido inmejorable y una sensación acústica relajada mientras la cerveza se calentaba entre las manos. Una banda que nos dejó muy buen sabor de boca.

Uno de los momentos más deseados nos lo ofreció el cantautor Nacho Vegas acompañado de su queridísimo Abraham Boba en el escenario El Vaixell. Pero antes pudimos hipnotizarnos con la imantada voz de Nuria Graham en canciones como Will o As sweet. Nacho Vegas y su estilo intimista, creativo, crítico y autobiográfico nos encandiló entrelazado con árboles y nubes de algodón. Bonitas historias, en ocasiones, con final feliz. Una voz profunda y característica que, hasta los ex amantes del artista, no dudaron en prestarle atención mientras nos recitaba Ciudad vampira, Resituación o La vida manca, entre otros de sus grandes éxitos.

Otro cantautor que no podía faltar a nuestra cita anual con los bosques vilanovinos fue Andrew Bird. No destacó entre los anteriores y siguientes grupos que pasaron por el escenario, pero intentó encandilarnos con canciones de su último disco Echolocations: Canyon (2015).


Woods fueron los siguientes que, se rodearon de sus fans incondicionales con canciones de su último disco With Light and with Love (2014). Un sonido ácido que álbum tras álbum deja huella allí por donde pasa.

Y, sin esperarlo, cayó la noche, aunque el calor no quiso abandonarnos y siguió por nuestras pieles hasta derretirnos a medias para poder escuchar a uno de los grandes, Primal Scream. Un gentío se aglutinó para prestar atención a todos los movimientos de Bobby Gillespie. Su descaro se apropiaba de los grandes temas de la banda como Rocks, Movin’on Up, Loaded o Country Girl. Un directo que nos sorprendió gratamente por romper las reglas de vestuario y sonar como si fuera su último concierto, aunque, entre tanto calor, la gente se moviera a paso ligero.

La noche se iba acercando a su fin, lentamente, con Guille Milkyway y temas de MGMT o los Jackson 5. Los Mambo Jambo también nos ofrecieron buenos momentos de bailoteos sin cesar a ritmo del saxo y en petit comité. Y cerraron el recinto los Indiescabreados DJs con clásicos del pop, indie y electrónica para recordarnos que hay temas que nunca mueren.

Un festival que hasta los más pequeños de la casa pudieron disfrutar y empaparse de buena sintonía, harmonía y música. Un festival que desveló uno de los grupos estrellas para el próximo año, The Divine Comedy. Un festival que, como cada edición, dio mucho de que hablar y siempre, con un recuerdo inmejorable. Pocos se imaginan, a estas alturas, una vida sin su Vida Festival. Hasta la próxima.