Por: María Ballesteros
The Holydrug Couple —formados en 2008— han conseguido resituarse en el mapa de la música americana y mundial gracias a Moonlust (Sacred Bones, 2015). Este segundo disco contiene 12 canciones que podrían ser la banda sonora de una sesión de sexo y drogas. Manuel Parra e Ives Sepúlveda (dos jóvenes chilenos, melenudos con más cara de niños que de hombres), siguen cultivando la psicodelia, el rock y el blues para evocar, en cada corte, atmósferas en las que subir o bajar las pulsaciones de manera natural y/o química.
Los chilenos comparten sello, Sacred Bones, con Amen Dunes, Föllakzoid (sus compatriotas), Moon Duo, Jim Jarmusch o David Lynch. De los 12 tracks que integran el álbum siete de ellos podrían ser single. Lo cual es un éxito. Atlantic postcard, la primera canción del disco, es la introducción perfecta para quienes se inician en la psicodelia. Destacan también cortes como Dreamy, Light or night, French movie theme, Submarine gold, U don’t wake up o Remember well. Canciones sexys, etéreas y energizantes que parecen ser la banda sonora perfecta para una sesión de saliva, placer y diversión.
La producción del álbum recuerda por momentos a los trabajos editados por Beach House. La sucesión de notas, la duración de los efectos lanzados con el sintetizador y las bases rítmicas delatan una intención de añadirle el componente 2015 (es decir, aligerar las melodías evitando regodearse en las notas pedales y los sonidos excesivamente marcianos e industriales) a la longeva psicodelia.
Este Moonlust no parece un disco para los festivales veraniegos. Da la impresión de encajar mejor en clubs pequeños en los que la cerveza, el calor y los vasos de agua con hielo se reparten el protagonismo, a partes iguales, entre el público.