Por: Txema Mañeru
Todos sabemos que la cabeza de Brian Wilson está como una jaula de grillos. Además ha superado ya unos 70 años muy “medicados”. Sin embargo es un genio del pop a la altura de los más grandes. Lo demostró al frente de los Beach Boys incluso dejando algunas perlas en su trabajo de reunión de hace 3 años, That’s Why God Make The Radio (Capitol / Universal).
Lo vuelve a demostrar en un nuevo y afortunado trabajo en solitario, aunque algo disperso dada su extensión y el gran número de colaboradores estelares. No podían faltar los Beach Boys con los que mejor se ha entendido en los últimos años, que son Al Jardine, Blondie Chaplin y David Marks. Pero a ellos hay que sumar más nombres que iremos desgranando.
Comienza con la magia pura de This beautiful day que es una preciosidad marca de la casa. Suena sorprendentemente ochentero y bailable en Runaway dancer con la ayuda de Sebu en las programaciones y en la voz. También dan ganas de bailar en Don’t worry y ya sin ayudas externas. Al Jardine es quien más le ayuda y se nota en los coros y la paz de Whatever happened o en las embriagadoras melodías de Sail away y Tell me why. En On the island le ayudan She & Him y la elegante sofistificación recuerda a Frank Sinatra. Los guapos aires country y la voz de Kacey Musgraves en Guess you had to be there nos rememoran a la mejor Stevie Nicks. Somewhere quiet es otra enternecedora y edulcorada preciosidad y la melodía y el acordeón de I’m feeling sad nos recuerdan a los mágicos arreglos que le hacía Van Dyke Parks.
Claro que en la brillante producción de este No Pier Pressure (Capitol /
Universal) tenemos al también brillante Joe Thomas que le vuelve a ayudar en alguna de las buenas composiciones. Un buen ejemplo es Saturday night, que entre el título, la voz de Nate Ruess y el sonido global recuerda a los mejores Bee Gees. También le ayuda en la perla final de melodía y coros de nuevo celestiales titulada The last song.
En los cuidados arreglos de viento cuenta también con la ayuda del prestigioso compositor de new age y bandas sonoras, Mark Isham. Por si fuera poco los dos bonus tracks de esta edición Deluxe son el In the back of my mind, compuesto junto a Mike Love y sonando desnuda al piano y voz. Por último esa pequeña joyita que es Love and mercy con voces deliciosas y un frágil y hermoso piano. ¡Al menos a la altura de su estupendo That Lucky Old Sun del 2008!