Por: Txema Mañeru
Hace 8 años ya que el trío norirlandés liderado por el cantante, guitarrista, teclista y compositor Tim Wheeler se despidieron con el más que efectivo Twilight Of The Innocents. Entonces anunciaron que estaban cansados del formato LP y que sólo editarían singles en un futuro. De hecho hasta se rebautizaron como AZ y han ido pasando este tiempo con un reguero de muy especiales singles y con giras continuadas. Ahora no sabemos el porqué ni tampoco importa demasiado. Seguro que el tema monetario tiene parte de culpa. Pero eso no preocupa demasiado cuando el nuevo Kablammo! (E.A.R. Music / Edel / Top Artist Promotion) suena con esta contundencia y al mismo tiempo con exquisitas partes más melódicas que recuerdan los mejores tiempos del brit-pop.
Hace 8 años ya que el trío norirlandés liderado por el cantante, guitarrista, teclista y compositor Tim Wheeler se despidieron con el más que efectivo Twilight Of The Innocents. Entonces anunciaron que estaban cansados del formato LP y que sólo editarían singles en un futuro. De hecho hasta se rebautizaron como AZ y han ido pasando este tiempo con un reguero de muy especiales singles y con giras continuadas. Ahora no sabemos el porqué ni tampoco importa demasiado. Seguro que el tema monetario tiene parte de culpa. Pero eso no preocupa demasiado cuando el nuevo Kablammo! (E.A.R. Music / Edel / Top Artist Promotion) suena con esta contundencia y al mismo tiempo con exquisitas partes más melódicas que recuerdan los mejores tiempos del brit-pop.
El single de adelanto, Cocoon, que abre el trabajo ya prometía mucho y bueno y se han cumplido las previsiones. Sirve para inaugurar un disco con sonido muy de directo y es impetuosa y corajuda con un estribillo y unos coros muy pegadizos. Sigue el rock-pop ágil con melodía chiclosa y estribillo logrado en Machinery. También lo bordan en lentos con la gran voz de Wheeler y melodías como las de ‘ree o esa balada a la que le sobran las cuerdas titulada Moondust.
También hay otros momentos de parecido relax como la preciosa For eternity con guapo piano, cuerdas no tan edulcoradas y rememorando a los mejores Oasis o Keane. En este lado sorprende también el final con Bring back the summer en la que aciertan con esas voces y melodías puro Beach Boys, pero algo menos con esos arreglos con electrónica. Contrasta esto a tope con la contundencia casi hard-rock, el gancho, la potencia y los coros de otro posible
single como Go! Fight! Win!. Aquí se sale Tim con unos punteos extraordinarios al igual que lo hace en una mucho más melódica Hedonism.
Otro puntazo es un instrumental entre épico y Ennio Morricone titulado Evel knievel. Ellos afirman que esto es Ash en su frenetismo más absoluto y que es un disco de guitarras abrasador. Ambas cosas son ciertas y además es un buen y versátil disco.