Burning (+ The Excitements): Celebración del rock and roll

Social Antzokia, Basauri, sábado, 16 de mayo del 2015

Por: Kepa Arbizu
Fotografías: Lore Mentxakatorre

Primera jornada (en los próximos fines de semana será el turno de Audience, Mike Farris o Julián Maeso entre otros) del festival MAZ, celebrado en la localidad vizcaína de Basauri, y se presentaba con una oferta doble en el Social Antzokia que en un primer vistazo podía sonar extraña pero que a la larga se entiende como complementaria, ya que ambas propuestas nacen de un mismo árbol genealógico musical. Por un lado el soul de The Excitements y por a otra la mítica banda del barrio de La Elipa Burning. 

La velada comenzaba con el despliegue de los catalanes y la demostración de poderío por parte de su imponente "frontwoman" Koko-Jean Davis, que supo manejar los tiempos perfectamente, en una peculiar mezcla entre Sharon Jones, Tina Turner y ciertos gestos más delicados. Junto a ella una banda que apuntala el buen momento que viven este tipo de sonidos en nuestro entorno, y que demuestra tener asimilados, quizás de una forma excesivamente académica, los modos característicos de la escudería Stax. Si a todo ello le sumamos una puesta en escena, que incluye desde los juegos de luces hasta la propia presencia de los integrantes, muy elegante, el resultado fluctuó entre temas íntimos como I’ve Bet & I Lost Again, la dinámica Keep Your Hands Off o la juguetona I Need You Baby. 

La “larga noche que nos esperaba” como la calificó Johnny Cifuentes, único miembro original de Burning en la actualidad, tuvo el siguiente episodio con la actuación de la banda madrileña. Tras celebrar hace pocos días su multitudinario cuarenta aniversario en su ciudad rodeados de amigos, les tocaba ahora fajarse en un ámbito sustancialmente diferente pero en el que también se encontraron con un buen número de acérrimos seguidores, a los que saciaron con nota. 

Y es que el grupo ha sabido entender a la perfección que su laureada historia, y papel esencial en el rock and roll cantado en castellano, también tiene que estar incrustada en el presente, así lo atestigua su logrado último trabajo Pura sangre, del que no dudaron en acometer una buena representación de él por medio de algunos de sus temas y que supusieron la fiel demostración de que encajan perfectamente en su repertorio. No hubo más que escuchar los arranques "stonianos" de Bestia azul o Tú te lo llevas todo, su característico sonido épico en Corre conmigo o el emotivo medio tiempo de Águilas. 

A lo largo de todo el concierto fueron apareciendo muchos de los temas más identificativos de la banda. Y tal fue el repaso a su historia que incluso interpretaron su primera canción, I’m Burning, con un sonido realmente robusto y setentero. El saxo se incorporó a la formación en esa exquisita representación del espíritu callejero del grupo como es Jim Dinamita. Quizás su composición más conocida para el gran público, Qué hace una chica como tú en un sitio como éste, se disimuló en medio del repertorio, mientras que la genial Esto es un atraco fue coreada con ganas por el público. En esa faceta más rockera también sobresalió Ginebra Seca con menciones al final al Jumpin' Jack Flash y Satisfaction de The Rolling Stones, a los que además versionaron en Star Star de forma sobresaliente. 

Buena parte, o cuanto menos un ingrediente significativo, de la situación de leyenda que tiene la banda se debe a su capacidad para sumergirse también en esos bajos fondos de una forma sentimental y emotiva, y en ese terreno destacaron los himnos turbulentos que suponen Como un huracán o Una noche sin ti. 

Burning dejaron en evidencia que su nombre es sinónimo de rock and roll hecho en castellano y que su condición de mitos no les apoltrona ni les incita a vivir en un constante revisionismo, sino que su intención, más que conseguida, es seguir construyendo su legado también en el presente, algo que mostraron de forma fehaciente en este concierto.